Kodak Plus-X 125 Pro

Érase una vez una época en que las cámaras fotográficas se fabricaban para durar. Las fotografías se hacían y salvo en las películas de indios y vaqueros, nadie disparaba. Se fotografiaba. Las fotografías se hacían. Y en aquel reino libre de plástico y obsolescencia programada una película en blanco y negro destacaba del resto: Kodak Plus-X 125 Pro. Era la película utilizada por los grandes maestros de la fotografía, como Cartier-Bresson, Arnold Newman, William Klein, Helmut Newton… Incluso el transgresor Robert Mapplethorpe cargó su Hasselblad para plasmar la belleza de las flores en blanco y negro.

La película añorada

Descubrí Kodak Plus-X a inicios de los 80 del pasado siglo. Mi economía de adolescente estudiante me obligaba a utilizar marcas más baratas, como las nacionales Valca o Negra. No fue hasta que un vecino del barrio (repartidor de Kodak) me regaló un pequeño lote de películas Kodak. La mayoría era Kodacolor II, el negativo en color más popular de la época. Pero había un rollo 120 de Plus-X. Mi tío Ulises me prestó una Yashica LM, una cámara TLR de formato 6×6 (que acabó regalándome) y por primera vez tuve acceso al formato medio y a una película que me acabó enamorando. Plus-X se convirtió –junto a la inequívocamente inglesa Ilford FP4 125 clásica– en mi película en blanco y negro de sensibilidad media favorita. Su grano fino (pero visible), una gama tonal exquisita, el contraste justo, la riqueza en el detalle, negros densos y profundos y los blancos más puros hacían de Kodak Plus-X mi película en blanco y negro perfecta.

El maravilloso grano de Kodak Plus-X 125 Pro

Antes de la llegada del grano tabular (la famosa tecnología de grano T de las películas Kodak T-Max) todas las películas tenían grano. Incluso las películas de sensibilidad media de 100 ISO mostraban un grano visible. Sin embargo era un grano que resultaba uniforme y muy fotográfico. Era la seña de identidad de una fotografía realizada con película fotográfica. El grano es inherente a la película fotográfica. Es directamente proporcional a la sensibilidad: a mayor ISO, más grano. El grano de Kodak Plus-X 125 Pro es visible, pero es terriblemente estético. El aspecto de las fotografías realizadas con esta película son fotografía. Esa fotografía de siempre. La fotografía eterna. La que muestra las señales de su procedencia analógica y un grano que enamora, denso, uniforme y compacto.

El contraste perfecto

Pocas veces he vuelto a encontrar en una película de blanco y negro un contraste tan balanceado como el que ofrece Kodak Plus-X 125 Pro. Se encuentra en el punto adecuado. No es una película plana y mucho menos una película contrastada. Para nada es aburrida, como muchas de las películas actuales de ISO 100 y basta revelarla con una mayor agitación o procesarla con un revelador enérgico (tipo Rodinal o Kodak HC-110) para lograr un negativo rebosante de vida. Sin embargo, los 6 minutos con D-76 y una única inversión por minuto es la fórmula mágica con que se obtienen los resultados más clásicos y tradicionales. Una fórmula que se ha mantenido a lo largo de varias generaciones de fotógrafos.

Riqueza en el detalle

Sin utilizar un revelador de alta acutancia (como Rodinal) y sin ser Kodak Plus-X 125 Pro una película de grano extrafino, el detalle de las fotografías es muy elevado. La definición es una de las señas de identidad de esta película perfecta. Fue una película utilizada tanto en la fotografía de retratos en estudio de estrellas de Hollywood como en fotografía de moda. Plasma con fidelidad cada detalle de lo que fotografiamos y –en mi opinión– la moda de ofrecer el grano más pequeño posible ha restado personalidad a las películas actuales. El detalle elevado, su contraste idóneo, la amplia latitud de exposición, la facilidad en el revelado y su gama de grises otorgan a Kodak Plus-X 125 Pro una personalidad seria, a la vez que es el fiel compañero que jamás te fallará.

Gama de grises

La cremosidad de los grises de Kodak Plus-X 125 Pro recuerda la mermelada de albaricoque que untaba mi madre en la tostada con mantequilla cuando era pequeño. Las fotografías –lejos de ser empalagosas– nos ofrecen texturas, aromas y sabores. Desde el blanco más puro al negro más profundo, pasamos por la más amplia paleta de tonos medios. Los grises de Plus-X son únicos y muestran un aspecto clásico real, alejado de manierismos superfluos. Pocas películas en blanco y negro ofrecen fotografías con un aspecto más clásico y tradicional que Kodak Plus-X 125 Pro. Tan sólo la versión original de Ilford FP4 125 se acerca a la atmósfera untuosa de esta película Kodak.

Latitud de exposición

Probé aquella película Plus-X de formato 120 en una vieja cámara Yashica MAT LM de mi tío Ulises. Fabricada a finales de los años 50, el fotómetro no funcionaba y tuve que hacer todas las fotos a “ojímetro”. Eduqué mi ojo en la preadolescencia con la Mamiya 500 TL de mi padre, una cámara SLR con montura de rosca ø42 con un fotómetro que tampoco funcionaba. Tras revelar con Kodak D-76 descubrí que Plus-X 125 era una película más noble que la NegraPan 100 que solía utilizar. Mostraba riqueza en el detalle tanto en sombras como en altas luces y podía equivocarme en 1-2 E.V. y salvar la foto. El detalle, tanto en sombras como en las zonas más iluminadas, llega por toneladas. Es una película que mejora los objetivos con menor calidad óptica y que saca todo el rendimiento de las mejores ópticas.

Película caducada

La película que he utilizado para realizar esta review “apenas” hace 26 años que caducó. Me aseguraron que siempre había estado refrigerada. Viendo los resultados, lo creo. En la actualidad es imposible encontrar película Kodak Plus-X 125 Pro sin caducar. Kodak decidió parar su fabricación en 2011 y ni siquiera el renacimiento de la fotografía analógica ha servido para que los responsables de márqueting y producto se hayan decidido a devolver a la vida a uno de los iconos en la historia de Kodak. Las nuevas generaciones de amantes de la fotografía analógica merecen disfrutar de una de las películas mejor concebidas en la historia de la fotografía. Por desgracia, sólo nos queda confiar en la palabra de los vendedores de plataformas como eBay y cruzar los dedos al comprar película Plus-X caducada.

Kodak Plus-X 125 Pro: la película anhelada

De la Santísima Trinidad de Kodak apenas queda Tri-X 400 en el mercado. Panatomic-X y Kodak Plus-X 125 Pro desaparecieron sin visos de resurrección. Desde aquí entono una plegaria a los dioses de la Fotografía para que Kodak retome la fabricación de la mejor película de sensibilidad media que jamás he probado. Es muy triste que el fabricante de Rochester nos obligue a utilizar exclusivamente la película T-Max 100, que aún siendo muy buena, carece del encanto, personalidad y clasicismo de Kodak Plus-X 125 Pro. El tradicional grano cúbico será visible y se hará extraño a los ojos más jóvenes, pero es estético e inherente a la fotografía analógica más clásica. La cremosidad de las fotografías realizadas con Plus-X es única.

El aspecto más clásico

Ninguna película actual es capaz de ofrecer un aspecto más tradicional. Tan sólo la antigua versión clásica de Ilford FP4 125 se acerca a los tonos de Kodak Plus-X 125 Pro. Las imágenes realizadas con esta película son atemporales. Carecen de edad. Cuando vi la foto inferior de los cactus recordé las fotos que el escritor Juan Rulfo realizó en el desierto mexicano. Era los mismos cactus que Pedro Páramo veía en su búsqueda de Comala. Y al igual que Rulfo, que hizo las fotos con una Rolleiflex, las fotos que ilustran esta review también están hechas con una cámara TLR.

Las pruebas

Realicé las pruebas de esta película en mi cámara Mamiya C330, un modelo que carece de fotómetro y con la que siempre calculo la exposición a ojo. Me acerqué al Jardín Botánico de Barcelona y calculé la luz respecto a la sensibilidad nominal de ISO 125. El revelado de 6 minutos con Kodak D-76 en disolución stock proporciona una amplia gama de grises y un contraste medio, pero sacrificando el grano fino de Kodak Plus-X 125 Pro. La agitación inicial fue de 30 segundos, dando una inversión cada minuto. La pareja D-76 y Plus-X es una de las mejor avenidas en la química fotográfica. Puede ser un matrimonio antiguo, viejuno y previsible, pero es una pareja que funciona. No hay discusiones, ni gritos, ni peleas. Sólo comprensión, conocimiento mutuo y respeto.

Conclusión

Hace casi tres lustros que Kodak decidió –para mí, erróneamente– finalizar la producción de Kodak Plus-X 125 Pro, su mejor película en blanco y negro de sensibilidad media. Era una película perfecta: grano fino, contraste impecable, amplia latitud de exposición, facilidad en el revelado, excelente gama de grises y elevada riqueza en el detalle. Fue la película de mitos de la fotografía… y a pesar de todo esto, los números mandan y desapareció del mercado. Durante tres décadas fue mi película en blanco y negro de sensibilidad media preferida y ni siquiera la soberbia Fujifilm Acros 100 II ofrece imágenes con tanta personalidad. Fotografiar con Kodak Plus-X 125 Pro es disfrutar de un pedazo de historia de la fotografía en nuestra cámara. Una época honesta, donde hacíamos fotos y nadie esperaba la aprobación de los demás con “likes”. Eran otros otros tiempos y también nosotros éramos otros, más exigentes. Una época en que nos hubiésemos reído de la vergonzosa calidad de las cámaras actuales, tristes electrodomésticos con fecha programada de caducidad.