Salen como setas

La implantación de la fotografía digital supuso la desaparición de marcas de cámaras míticas como Contax, Minolta y Yashica. El entorno de la película fotográfica se cobró un nombre tan ligado a la fotografía como Agfa. La producción de las películas Kodak y Fuji se redujeron al mínimo y con el paso del tiempo, a dejar de fabricar película propia. Ése es el caso de Fujifilm, que sólo ofrece dos películas en color, fabricadas por Kodak, y una película en blanco y negro, fabricada por Harman, el padre de la película inglesa Ilford. Sólo el fabricante checo Foma y los alemanes de Orwo –junto a Harman– siguen fabricando película fotográfica. Pero el pastel de la fotografía analógica es demasiado sabroso y han aparecido muchas marcas que reenvían película fabricada por otros y que quieren su porción. Salen como setas.

Familia numerosa

El renacimiento de la fotografía analógica ha supuesto la recuperación de docenas de miles de cámaras olvidadas en cajones y armarios. Cámaras de nuestros padres, tíos y abuelos. Desde compactas de 35mm a cámaras de formato medio, como la Yashica 124. Las cámaras se diseñaron y construyeron para hacer fotos, no para estar en una vitrina. Pero las cámaras necesitan película fotográfica para tener una razón de existir. ¿Y qué pensaríamos si quienes amamos la fotografía analógica tuviéramos la oferta de un puñado de pocas películas?

Hace apenas una década el mercado de película fotográfica seguía en manos de los grandes fabricantes históricos. Ilford (en blanco y negro) y Fuji y Kodak dominaban la fabricación de película, hasta que llegó el renacimiento de la fotografía analógica. Año tras año, el número de amantes de la fotografía analógica fue creciendo de forma exponencial. Tan alto fue el crecimiento, que el incremento en ventas de película fotográfica ha llegado a ser del 3.000%, una cifra jamás vista en la industria fotográfica. El crecimiento de la fotografía analógica coincide con la caída de ventas de cámaras digitales.

El pastel analógico es demasiado sabroso para dejarlo en manos de tres fabricantes. Aparecieron marcas centenarias como la checa Foma y sus películas en blanco y negro. También los alemanes de Orwo (Original Wolfen) resurgieron tras la caída del telón de Acero. Y tras ellas, empezaron a surgir marcas jamás antes escuchadas. Como Lomography, el mejor ejemplo de marketing fotográfico de la última década. Y junto a Lomo, muchas más. Hasta hoy, que salen como setas.

Recuperar la nostalgia

En una mezcla de truco publicitario y explotar la nostalgia, han aparecido películas con nombres legendarios en la historia de la fotografía analógica. Las nuevas películas Rollei y Yashica toman el nombre de famosos fabricantes de cámaras. Rollei jamás fabricó película. Las cámaras TLR Rolleiflex se convirtieron en un mito, utilizadas por grandes maestros de la fotografía, como Vivian Mayer, Eve Arnold, Gordon Parks o Richard Avedon. La mayoría de las nuevas películas Rollei se alimentan de viejas películas Agfa aéreas. Las películas Rollei Superpan 200 y Rollei Retro 80S y Rollei Retro 400S son en realidad películas aéreas fabricadas por Agfa discontinuadas hace décadas, pero congeladas en olvidados refrigeradores.

Película cinematográfica adaptada a la fotografía

La película negativa en color Kodak Vision3 250D fue fabricada para el cine. Se revela mediante el proceso CN-21, en lugar del clásico C-41. Esta película cinematográfica alimenta varias película fotográficas. Al igual que la fotografía aérea que hace años estaba cerrada al acceso general, la película cinematográfica se destinaba a al industria del cine. La falta de fabricantes reales de película fotográfica obliga a reutilizar todo tipo de película o soporte que sirva para hacer fotos. Un buen ejemplo del reciclado de películas y soportes “exóticos” es la marca Film Washi, el sueño platónico del bretón Lorig Perrotin, una de las historias más bellas en la historia fotográfica reciente.

Todo es Orwo y Foma

Tras esta esta exageración se esconde una media verdad, pues Foma y Orwo fabrican muchas de las películas en blanco y negro del mercado actual. Películas en blanco y negro de Kosmo Foto, Lomography, Rollei RPX, JCH y otras se nutren de Orwo y Foma. La marca checa Foma ha sabido mantener una producción suficiente para estar siempre disponible en tiendas, físicas o de internet, en una amplia variedad de países.

Casos únicos

Existen casos peculiares en la nueva era de la fotografía analógica. Quiero destacar dos en concreto: ADOX y Film Washi. La firma germana ADOX desarrolló una línea propia de películas en blanco y negro. Destaca ADOX Silvermax, la película fotográfica con mayor cantidad de plata y que dispone de un revelador específico. Este concepto me recuerda a Kodak Technical Pan, la película con mayor definición que he conocido. Su revelador Kodak Technidol era exclusivo para esta película. La otra peculiaridad en la actual fotografía analógica es Film Washi, que aprovecha viejos soportes (incluidos de audio o placas de radiografías torácicas soviéticas) para aportar mayor creatividad a quienes amamos HACER fotos, en lugar de disparar.