Washi Film F

El renacimiento de la fotografía analógica nos regala disfrutar de algunos productos impensables en la edad de oro de la película fotográfica tradicional. Soñadores como el neozelandés Stephen Dowling o el francés Lomig Perrotin han aportado su dosis de creatividad con las películas Kosmo Foto y Washi Film. La forma gala se anuncia como “el fabricante de película fotográfica más pequeño del mundo”, un argumento de márqueting que resulta absolutamente cierto. Tras el excelente sabor de boca que me dejó la peculiar película negativa en color Washi Film X, hoy analizo Washi Film F, una película fluorográfica (de rayos X) de ISO 100 en blanco y negro, nacida en plena era soviética.

Creatividad al poder

Hace unas semanas hablé con un hijo del píxel, sobre las diferencias entre la fotografía analógica y la digital. Nacido en el siglo XXI, el post adolescente no entendía la necesidad de pagar por una película fotográfica, cargar con una cámara de metal, enfocar a mano, no disponer de las fotos de manera inmediata y tener que pagar y esperar por el revelado. Al enterarse que un rollo de película de paso universal ofrece un máximo de 36 fotografías, casi colapsa. Si le llego a decir que mi cámara de 6×6 se limita a 12 fotos por rollo, directamente me toma por loco. Es triste comprobar como la inmediatez de resultados prima sobre una gran parte de la sociedad actual. No importa la calidad. Sólo que sea ya.

Afirmar que una imagen en blanco y negro es “aburrida” es desconocer la obra de los grandes maestros de la fotografía. Desde el clasicismo francés de Doisneau y el instante decisivo de Cartier-Bresson a la estética exquisita de Cecil Beaton. Es verdad que los retratos realizados por Richard Avedon en el medio oeste norteamericano carecen de color y que la obra de William Klein y Arnold Newman muestra maravillosos tonos grises, blancos y negros, en lugar de estridentes tonos HDR, pero a fecha de hoy, aún no he visto un sólo gran maestro de la fotografía digital. ¿Blanco y negro aburrido? No con la película Washi Film F.

Washi Film F: la película radical

Uno de los mayores problemas en la nueva era de la fotografía analógica es la disponibilidad de la película fotográfica. Los tres gigantes de la fotografía apenas son una sombra de sí mismos. La alemana Agfa directamente no existe y las películas Agfaphoto (nombre puramente comercial) ofrecen una pésima calidad. El precio de las películas Fujifilm y Kodak es elevado y estos dos gigantes de la fotografía han reducido tanto su oferta de película que apenas son una sombra del imperio que fueron hace apenas dos décadas. Otro tema crítico es la disponibilidad de la película, con grandes períodos de abstinencia y continuas subidas de precio.

Pero también han surgido marcas y fabricantes desconocidos hasta hace unos pocos años. Desde quien aprovecha los restos de película aérea fabricada hace décadas (Rollei Superpan 200 y Rollei Retro 400S) a fabricantes como Washi Film, que reutiliza película que no nació para la fotografía tradicional, sino para aplicaciones médicas, como es la Washi Film F. Basada en película fluorográfica soviética para placas de rayos X de pulmón, ofrece unos resultados radicalmente distintos a cualquier otra película fotográfica tradicional. Un grano grueso que apabulla, una escala de grises limitada, pero única, y una respuesta crítica a la subexposición la convierten en una de las películas con mayor personalidad del mercado.

El grano

Si en la fotografía digital la señal de ruido es una lacra visual, en la fotografía analógica el grano de la película es –además de una seña de identidad del proceso químico– estética. El tamaño del grano de la película Washi Film F es un estofado de lentejas: grande, pero sabroso. Lejos de considerarlo un problema, el grano de esta película refleja la esencia de las películas fotográficas más antiguas. Es un grano que cubre cada milímetro de la superficie de la película y es visible en todo el rango tonal, desde los negros más profundos al blanco puro. En mi opinión, el tamaño del grano será uno de los rasgos identitarios que más disfrutarán quienes buscan una forma de expresión fotográfica diferente y radicalmente opuesta a los cánones convencionales de lo que entendemos por una película fotográfica “de calidad”.

Personalidad propia

Jamás hubiese pensado que un día haría fotografías con película de rayos X. Tampoco pensaba que llegaría a vivir el renacimiento de la fotografía analógica, tras el holocausto que sufrió tras la implantación de la fotografía digital y la normalización del smartphone como cámara fotográfica. Por este motivo valoro tanto iniciativas como las que nos regalan Washi Film y otras marcas. Washi Film F es una película única. Transgresora, divertida, impredecible y casi irreverente con los cánones tradicionales de la fotografía en blanco y negro.

Washi Film F: otra forma de ver el mundo

Por suerte, las generaciones más jóvenes de amantes de la fotografía analógica han rescatado del olvido otra forma de entender la fotografía. La que precisa tomarse un tiempo para enfocar. Para medir la exposición. La que requiere paciencia, antes de ver los resultados. Una manera de fotografiar más artesanal. La fotografía que nos obliga a pensar. Y en este aspecto, las películas Washi ofrecen –además de un precio racional y asequible– la mayor creatividad.

Contraste

Sin ser una película plana, la F de Washi ofrece un contraste bajo, que se incrementa al subexponerla. El contraste puede variarse al incrementar las inversiones por minuto durante el revelado. Al tratarse de una película fluorográfica para rayos X recomiendo utilizar un revelador compensador, como ADOX Atomal 49. Así se iguala la iluminación en toda la imagen, mostrando una mayor gama de grises y logrando detalle tanto en sombras como en las zonas más iluminadas.

Escala de grises

Pese a no ser una película fotográfica convencional, Washi Film F muestra una buena gama de grises medios. Los negros son intensos y los blancos, puros. Me ha sorprendido la respuesta, tan fotográfica que permite utilizar esta película de manera casi “normal”, teniendo siempre en cuenta sus señas de identidad propia, como el tamaño del grano y una definición muy inferior a las películas fotográficas tradicionales.

Las pruebas

Todas las fotografías se han realizado con una cámara Mamiya C330 y el objetivo Mamiya-Sekor C 105mm ƒ/3.5 DS. La exposición se ha realizado con un fotómetro TTArtisan Light Meter II, utilizando la sensibilidad nominal de ISO 80. El rollo de formato 120 de Washi Film F se ha procesado con el revelador ADOX Atomal 49 en una disolución 1+1 y un tiempo de 12 minutos a 20º. La agitación ha sido continua durante el primer minuto y luego se han realizado dos inversiones del tanque de revelado cada minuto.

Conclusión

Washi Film es el fabricante de película fotográfica más pequeño del mundo, pero es un gigante a la hora de idear películas con laa máxima creatividad. Lomig Perrotin, el alma de Washi Film, acertó de pleno en el centro de la diana al pensar en las posibilidades fotográficas que podía ofrecer una película de rayos X. Sin embargo, no todo son buenas noticias, pues la invasión rusa a Ucrania ha cortado el suministro de la película Washi Film F, de fabricación rusa. Hoy es una suerte encontrar unidades sueltas y de ahí esta review, para rendir un homenaje a los pequeños fabricantes de película analógica que nos demuestran que existe un mundo más allá de la tradicional visión de la película convencional.

Lo mejor

• Resultados únicos
• Gran tamaño del grano
• Marcada personalidad propia
• Gama de grises superior a la esperada en este tipo de película
• Blancos puros y negros profundos
• Facilidad de revelado
• Excelente relación calidad-precio: 9,13 euros

Mejorable

• Película difícil de conseguir
• Bajo contraste
• Definición mejorable

Valoración

• Grano:
• Nitidez:
• Contraste:
• Estabilidad:
• Latitud de exposición:
• Escala de grises:
• Detalle en altas luces:
• Detalle en sombras:
• Reproducción de negros:
• Facilidad de revelado:
• Creatividad:
• Relación calidad-precio:
• Valoración personal: