Cinemot Amália 100 D
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Nacida en Porto (Portugal), la marca Cinemot es una de las últimas marcas que se unen al boom del renacimiento de la fotografía analógica. Como sucede con la mayoría de firmas de película actuales, Cinemot no es fabricante. Sólo bobina y envasa bajo su nombre película manufacturada por los cuatro grandes fabricantes: Foma, Harman, Kodak y Orwo. El valor añadido de estas “nuevas” películas reetiquetadas reside en la confianza hacia la marca y –de manera especial– el marketing. Un marketing que en este caso se fundamenta en el diseño del packaging. Marcas como la muy creativa Kosmo Foto o la popular Lomography envasan películas de otros fabricantes con una divertida historia detrás de cada envase. Hoy analizo Cinemot Amália 100 D, una película en blanco y negro de ISO 100, que dispone de uno de los envases más bonitos del mercado.

Amália es Portugal
Cinemot Amália 100 D toma el nombre de la reina del fado, Amália Rodrigues. Fue uno de las símbolos culturales del país luso y una de las señas de identidad nacional. ¿Hay algo mejor que nombrar a un mito de la cultura para una de las bellas artes como es la fotografía? Cinemot acertó plenamente al bautizar con Amália a una de sus películas, que junto a Pessoa y Fado forman la liga cultural lusa de esta marca portuguesa. Dos puntos geográficos como Coimbra y Açores conforman la totalidad de las películas en blanco y negro de la marca portuguesa Cinemot. Personalmente, considero un acierto dedicar nombres identitarios de la cultura y geografía de Portugal para una marca fotográfica lusa.

Cinemot Amália 100 D: un aire familiar
Da igual si Amália 100 D es en realidad una película fabricada por los alemanes Orwo, la empresa checa Foma o los ingleses de Kentmere. La estética del rollo de película es radicalmente diferente a cualquier película anterior. El renacimiento de la fotografía analógica ha traído diseños más cuidados y creativos de los envases de la película. Dicho esto, el aspecto de las imágenes reveladas es agradablemente familiar. Este déjà vu se ha convertido en un toujours vu, pues cada vez son más las películas con aspectos casi idénticos. Llegados a este punto, quien ama la fotografía analógica debe descubrir sus propios gustos y preferencias. Las películas ofrecen grano y contrastes distintos y es cuestión de adaptar nuestro gusto a la hora de comprar una u otra película.

Grano fino
La sensibilidad de ISO 100 suele garantizar un grano fino y éste es el caso de Cinemot Amália 100 D. Sin ser una película de grano ultrafino, el tamaño del grano no será el motivo que descarte el uso de esta película. Es un grano de aspecto clásico, cúbico y estético. Casi antiguo. Es una lástima que Cinemot sólo dispone películas en formato de 35mm, porque en formato 120 esta película ofrecería –por su mayor superficie– resultados superiores. Recomiendo utilizar la sensibilidad nominal de Amália 100 D o máximo, forzarla hasta ISO 200, pues con sensibilidades superiores se incrementa el tamaño del grano de una manera notable y se muestra más visible y poco estético.

El contraste de Cinemot Amália 100 D
La elección del revelador marcará el grado de contraste de la película. He utilizado Kodak D-76 y Rodinal para revelar, con resultados muy diferentes. Rodinal incrementa el tamaño del grano y el contraste, pero a la vez aumenta la acutancia. Esto proporciona una mayor sensación de definición a la vista. La acutancia es la separación de las líneas de las zonas enfocadas. Tal como puede apreciarse en la fotografía superior del candado, las letras y números aparecen con una gran nitidez, pese a que la fotografía se disparó a plena apertura con un objetivo Leica Summicron-R 50mm ƒ/2 E55. El revelador Kodak D-76 0frece un contraste más moderado y una mayor gama de grises.

Latitud de exposición
Si evitamos reveladores de alta energía (como Rodinal o Kodak HC-110) podemos conseguir una amplia latitud de exposición. Incluso en imágenes con un elevado contraste lumínico podemos obtener riqueza en el detalle en sombras y altas luces. Esto facilita fotografiar escenas con mucha diferencia entre las altas luces y las sombras, como muestra la fotografía inferior del claustro. La exposición del suelo y la medición de luz de la parte interior de los arcos ofrecen una enorme diferencia y sin embargo la película Cinemot Amália 100 D es capaz de mostrar información en toda la escena.

Riqueza de grises
Los tonos medios son uno de los puntos fuertes de Cinemot Amália 100 D. El aspecto clásico de las fotografías es la suma de contraste medio y de una amplia gama de grises. El tamaño del grano es más subjetivo y –en mi opinión– no debería tenerse en cuenta a la hora de clasificar una película como “de aspecto clásico” o no. La gama tonal es muy buena, ofreciendo una riqueza exquisita en situaciones de iluminación suave. Amália 100 D puede ser una buena elección para probar el revelado tranquilo (stand development), pues el tamaño del grano y –en especial– la amplia gama tonal facilitarán el uso de esta antigua y tradicional técnica de revelado.

Las pruebas
Todas las fotografías se han realizado con una cámara Leica R6.2 y el objetivo estándar Leica Summicron-R 50mm ƒ/2 E55. Hice pruebas con el revelador Rodinal en una disolución 1+50 para un tiempo de procesado de 8:30 minutos; el resultado fue excesivamente contrastado y, pese a que la gama de grises se mostró suficiente, quise probar con un revelador menos enérgico. Mi segunda elección fue Kodak D-76 en disolución 1+1 y 7:00 minutos. Sin ser un revelador de grano fino (de hecho, incrementa el tamaño del grano), D-76 se reveló como un procesador más adecuado para la naturaleza clásica y tranquila de Cinemot Amália 100 D. El contraste es más natural, los tonos medios se muestran limpios y se amplía la latitud de exposición, respecto al revelado con Rodinal.

Conclusión
Variaciones sobre un mismo tema. A esto se ha reducido en gran parte la fotografía analógica actual. Unos pocos fabricantes de película fotográfica y una creciente multitud de “empacadores”. En una cata a ciegas diría que Cinemot Amália 100 D tiene en boca aromas principales de Orwo y notas florales de Foma en el fondo. Reconozco que adoro la ciudad de Porto (pese a sus agotadoras cuestas inacabables) y que la cultura portuguesa me es familiar, tal vez por eso encuentro que la película Amália 100 D es más seductora a los ojos que Fomapan 100 Classic y Orwo UN54, ambas con un packaging triste, pasado de moda y deprimente. Sólo la diferencia de precio y la disposición de esta película en tiendas (físicas o por internet) hará que Amália cambie la nostalgia del fado por el rock de Xutos & Pontapés, más alegre y divertido.

Lo mejor
- Grano fino
- Contraste medio
- Amplia gama de grises
- Buena latitud de exposición
- Facilidad de revelado
- Relación calidad-precio: 9,50 euros
Mejorable
- Marca desconocida
- Distribución de las películas Cinemot
Valoración
- Grano:
- Contraste:
- Latitud de exposición:
- Gama de grises:
- Relación calidad-precio:
- Valoración personal:

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