Consejos de compra para cámaras analógicas

Más allá del coleccionismo, el renacimiento de la fotografía analógica es un hecho. Las generaciones más jóvenes se han volcado en el uso de cámaras de película fotográfica. Los motivos son evidentes: si desean una imagen instantánea utilizan el smartphone. La fotografía analógica les regala “hacer una fotografía”, en lugar de disparar, a diferencia de la fotografía digital. Sin embargo, no es fácil elegir qué cámara analógica comprar. No sólo los precios se han incrementado de manera salvaje en los últimos años, también existen aspectos básicos a valorar a la hora de adquirir una cámara de película fotográfica. Aquí dejo unos consejos de compra para cámaras analógicas.

El precio

El mercado de segunda mano de cámaras analógicas de paso universal (35mm) ofrece precios desde menos de 100 euros a más de 4.000. No es lo mismo comprar una cámara Yashica FX-3 que una Leica M6. Para quien da sus primeros pasos en la fotografía analógica recomiendo utilizar las cámaras “heredadas” de la familia. Si no hay ninguna cámara analógica en casa, siempre es mejor iniciarse con un modelo asequible. La fotografía analógica no deja de tener cierta parte de moda y aún es pronto para saber si se trata de una moda pasajera o esta tendencia se mantendrá en el tiempo.

Las baterías

Uno de los consejos de compra para cámaras analógicas principales gira en torno a las baterías. Tanto en comprobar el estado del depósito de baterías, como en las propias baterías. A la hora de comprobar una cámara analógica es obligatorio comprobar que el depósito de baterías esté limpio. Muchas veces estas cámaras se guardaron con las baterías y con el tiempo se acabaron sulfatando. El ácido interior de las baterías salió al exterior y contaminó el depósito de baterías. Si el daño no es crítico, es posible limpiar el depósito de baterías con alcohol. Este proceso ahorrará llevar la cámara a un mecánico especializado.

Otro aspecto fundamental a la hora de elegir qué cámara comprar reside en el tipo de baterías que utiliza la cámara. Muchas de las baterías de las cámaras fabricadas en la última mitad del siglo XX utilizaban óxido de mercurio. Por su elevada toxicidad, este componente se eliminó, en favor del óxido de plata. Es imprescindible comprobar que el modelo de batería de la cámara tenga un equivalente actual, pues de lo contrario muchas cámaras electrónicas no funcionarán.

La cámara… ¿electrónica o mecánica?

Éste es uno de los puntos más importantes para los puristas más ortodoxos de la fotografía analógica. Yo dispongo de una cámara mecánica (una Leica R6) y varias cámaras Nikon electrónicas. La única diferencia entre ambos tipos de cámaras reside en que las mecánicas pueden disparar sin batería (sólo se utiliza para el fotómetro), mientras que las cámaras electrónicas necesitan de baterías para todas las funciones, incluido el disparo. Pienso que con un par de baterías nuevas en nuestra bolsa se resuelven todos los problemas.

Personalmente, confío más en la precisión de las velocidades de obturación que ofrecen las cámaras electrónicas. Por otra parte, las cámaras mecánicas son más sencillas de reparar por un mecánico experto. Cada tipo de cámara tiene factores positivos y negativos. Personalmente, recomiendo comprar una cámara electrónica que utilice baterías que sean fáciles de adquirir, tipo LR44.

Huir de los modelos sobrevalorados

Me indigna ver los precios de algunos modelos “de moda”. Cámaras como la Nikon FM2 (un modelo mecánico) con un objetivo estándar de 50mm puede superar los 600€ en las webs más frecuentes de venta de segunda mano. Por menos dinero es fácil conseguir una Nikon FE, un modelo que incluye el modo de exposición de prioridad de abertura (A). Incluso también un modelo mejor, como la Nikon F3, el buque insignia de Nikon en la década de los 80.

Sucede lo mismo con las cámaras compactas. Modelos como la Olympus 35 SP o la Canon Canonet QL-17 III tienen precios muy por encima de su valor real. El mercado de segunda ofrece modelos de prestaciones similares más asequibles, con los que haremos las mismas fotos.

Disponibilidad en el mercado

Nikon fue la marca líder en ventas en la era analógica. Eso implica que el número de cámaras Nikon en el mercado es abrumador. Es posible encontrar modelos a estrenar, en su caja original. Lógicamente, a un precio muy elevado. Pero también es posible adquirir a muy buen precio excelentes modelos como las citadas Nikon FE y Nikon F3 en subastas (recomiendo eBay y Catawiki). Lo mismo sucede con los objetivos. Basta escribir la palabra “Nikkor” en las webs de segunda mano para encontrar la más amplia variedad de ópticas para cámaras Nikon, ya sean de enfoque manual o automático.

Además de Nikon, existen marcas como Pentax, Minolta, Olympus y Contax que mantienen precios de cámaras razonables. Otro asunto son las ópticas, pues Contax utiliza objetivos fabricados por Carl Zeiss y sus precios son tan elevados como su calidad óptica. Al igual que los objetivos Leitz para Leica, muchos profesionales del cine y el vídeo están adquiriendo objetivos Carl Zeiss, eliminando una parte significativa de ópticas destinadas a cámaras fotográficas.

¿Enfoque manual o automático?

Para quien nació en plena era digital puede ser incomprensible que un objetivo se enfoque “a mano”. Si bien considero un placer enfocar de manera manual, reconozco que el enfoque automático es cómodo y preciso. Si bien la mayoría de cámaras analógicas con sistema AF ofrecen una respuesta no muy rápida, ni precisa, pueden ser una opción para quienes consideren que el enfoque manual es excesivamente complicado o un atraso inasumible. Modelos como la Nikon F4 (buque insignia de Nikon en los 90) o las Minolta 9000 y Canon EOS 3 pueden ser una opción muy válida.

Conclusión

Hacer una foto es muy diferente a disparar. Ésa es la principal diferencia que encuentro entre la fotografía analógica y la digital. Un carrete de 36 fotogramas exige mayor capacidad de reflexión que una tarjeta en la que caben miles de imágenes. Pensar. Crear. Concebir. Fabricar. Asocio estos términos a la fotografía analógica. Es cuestión de tiempo, de conocimientos y de creatividad. Por eso la cámara será sólo el instrumento con el que plasmar nuestra visión de la escena en una película fotográfica. La fotografía digital es tecnología. Por eso cada año se lanzan nuevas versiones de los modelos ya existentes. Lo mismo que sucede con los electrodomésticos, que es en lo que se han convertido la mayoría de cámaras digitales hoy en día.

Cuando la tecnología entra por la puerta la creatividad salta por la ventana.