Street Photography

La captura de instantáneas urbanas (o street photography, en inglés) se ha popularizado en los últimos años, coincidiendo con la llegada de las cámaras mirrorless. Pese a ser un ámbito fotográfico con más de un siglo de existencia, ha sido durante la segunda década del siglo XXI que tanto aficionados como profesionales se han adueñado de las calles para capturar hasta el más mínimo detalle.

La llegada de la fotografía digital aportó la inmediatez de resultados y poder comprobar in situ la captura final. Las pantallas LCD (basculantes o no) nos permiten disparar sin mirar por el visor, algo que añade mayor discreción a la hora de pasar inadvertidos, un detalle imprescindible en la street photography. Personalmente, me decanto por las cámaras sin espejo o una cámara de película de 35mm de telémetro, tipo Leica M6.

 

Los precursores

Mitos de la fotografía como Henri Cartier-Bresson, Robert Doisneau, William Klein, Brassaï o Elliott Erwitt hicieron de las instantáneas urbanas auténticas obras de expresión artística; capturar personajes o escenas de la calle, captar expresiones o encontrar situaciones dignas de quedar plasmadas en el recuerdo eterno de una fotografía supuso una ruptura con los ámbitos más clásicos, como el paisaje o el retrato. Capturar el instante decisivo es una de las señas de identidad de la street photography.

 

¿Técnica o casualidad?

La street photography es una disciplina fotográfica que requiere unos conocimientos técnicos que varían según las condiciones de luz y de la focal que utilicemos, pues no es lo mismo una foto robada que permanecer muy próximo al sujeto a fotografiar. La discreción, el respeto hacia los demás, esperar al momento decisivo y –muy especialmente– conocer muy a fondo nuestro equipo nos permitirá empezar a dar los primeros pasos en el satisfactorio mundo de la instantánea urbana.

Realicé la fotografía superior utilizando la hiperfocal del objetivo, calculando la profundidad de campo (en este caso, mínima por las condiciones de luz) de la focal y el diafragma seleccionado. Una de las ventajas al disparar con hiperfocal es pasar más desapercibidos, pues podemos fotografiar sin acercarnos la cámara a la cara, manteniendo la naturalidad de las escenas que fluyen ante nuestros ojos.

 

Antes de sacar la cámara, recomiendo encontrar una localización interesante y fijarnos durante un buen rato en la actitud de las personas que circulan. De esta manera sabremos dónde situarnos para pasar inadvertidos y qué focales serán las más adecuadas para capturar la imagen deseada en la localización seleccionada. Las ciudades ofrecen un sinfín de escenarios, cada día cambiantes y bastará fijarnos en los detalles para capturar una buena instantánea urbana. Disponer de tiempo y aprender a mirar nos enseñará a hacer mejores fotos. Incluso recomiendo salir a hacer fotos con una vieja cámara de película de 35mm y disfrutar de cada instante dedicado al encuadre, medición de luz, enfoque y selección de la focal del objetivo, la abertura y la velocidad de obturación.

 

Más allá del blanco y negro

Solemos asociar la street photography al blanco y negro y para los más puristas será un crimen visual capturar imágenes que desbordan color. Personalmente, no siento que las instantáneas urbanas deban ceñirse sólo al blanco y negro, pues las ciudades nos ofrecen escenas llenas de color, que si pasamos a blanco y negro pierden espontaneidad e interés. Jugar con el color, la saturación y el contraste rompe con el concepto más tradicional del street photo y amplía las posibilidades de este ámbito fotográfico.

Aprender a leer una escena y distinguir si la imagen es en color o blanco y negro no es fácil y requiere de práctica y perseverancia, pero nada más sencillo que –ante la duda– pasar la fotografía a escala de grises y compararla con el original en color. Para educar el ojo y saber cuándo una escena es en blanco y negro o en color necesitamos visualizar la fotografía en nuestro cerebro antes de disparar y solo la práctica nos dará la seguridad y certeza de seleccionar el cromatismo de cada fotografía.

 

Actitudes street photo

Tan importante como la cámara o las ganas de hacer fotos son aspectos como la discreción y el respeto hacia los demás. Pese a que en tiempos de crisis veo a docenas de personas rebuscando en contenedores de basura o pidiendo limosna, prefiero fijarme en aspectos diferentes y mostrar situaciones que no se ensañen con los más desfavorecidos. Personalmente, prefiero entrar de manera muy discreta en la escena con un angular a utilizar un teleobjetivo para capturar una foto robada. Las fotografías –como los besos– cuanto más cerca, mejor.

 

Angular: el ADN de la street photo

Distingo dos conceptos muy diferentes a la hora de capturar instantáneas urbanas: la clásica fotografía cercana y el “robado”, que suele realizarse con teleobjetivos a cierta distancia del sujeto. Cualquier objetivo es válido para realizar street photo, desde un angular extremo a un zoom teleobjetivo 100–400mm, sin embargo el angular me proporciona la cercanía de la escena y me permite ser partícipe directo de la acción o las miradas. Como dijo Robert Capa: si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es por que no estás lo suficientemente cerca…

Las focales angulares facilitan también un mayor control del encuadre y jugar con la profundidad de campo. Otra ventaja reside en trabajar con híperfocal, lo que nos evitará enfocar, al sacar el máximo rendimiento de la profundidad de campo. Basta seleccionar un diafragma y una distancia fija de enfoque y tan solo encuadrar y disparar, algo muy útil en street photo para la captura de escenas muy discretas.

 

Teleobjetivo: pequeños bocados de vida

Las focales por encima de 50mm (en formato full frame) se consideran teleobjetivos y no es difícil conseguir excelentes instantáneas urbanas con longitudes focales comprendidas entre 85 y 135mm. Separarnos de la escena y aislar el motivo garantizan una mayor discreción y privacidad y en muchas fotografías el uso de teleobjetivos ofrece mejores resultados, al centrar la acción (en la fotografía inferior, el beso de dos adultos) y centrar toda la fuerza de la imagen en la acción.

No soy partidario de las fotos robadas como herramienta para lograr capturar a un personaje; prefiero situar al sujeto como un actor secundario y enfatizar la importancia de cualquier otro elemento que convierta al sujeto en un mero espectador, cómplice de mi propia visión. Aislar un detalle y jugar con la profundidad de campo suele estar solo en manos de los objetivos muy luminosos y éstos son los teleobjetivos que más juego ofrecen en street photo.

 

¿Réflex o mirrorless?

Todas las fotografías que ilustran este artículo las he realizado con cámaras mirrorless y compactas. Prefiero la comodidad de las pequeñas mirrorless (incluso compactas) a la hora de afrontar las instantáneas urbanas. Las cámaras réflex (incluso las de gama baja) suelen atraer la mirada de quienes nos rodean en la calle, porque se asocian a profesionalismo. Las pequeñas cámaras sin espejo o incluso muchas compactas de gama alta se convertirán en la capa de invisibilidad que nos harán pasar inadvertidos a los ojos más desconfiados.

El mercado nos ofrece una oferta muy amplia de cámaras que podemos utilizar perfectamente en la captura de instantáneas urbanas. Personalmente, me decanto más por los modelos del entorno mirrorless, pues la cámara réflex (por sencilla que sea) suele asociarse a un entorno más profesional, lo que pone en alerta a los potenciales actores que intervendrán en la escena. Otra excelente opción son las cámaras de película fotográfica de 35, donde la serie M de Leica ha sido la herramienta de grandes maestros de la street photography, como Cartier-Bresson o Elliott Erwitt.

Mi selección de modelos idóneos para street photo son:

• Olympus: OM-D E-M10 Mark II y PEN E-PL7
• Sony: las diferentes versiones A7 y la α6300
• Fujifilm: en especial la serie  X100 (en todas sus versiones)
• Canon PowerShot G7 X Mark II
• Contax G/G2
• Leica M6

Las cámaras compactas aportan una mayor discreción y las de última generación permiten un amplio control de la exposición, además de ofrecer una calidad de imagen elevada. Otro modelo básico para la street photo es la compacta Fujifilm X100, en cualquiera de sus versiones, y a la que dedico el siguiente apartado.

 

Fujifilm X100… 100% street photography

Reconozco mi total imparcialidad a la hora de valorar el concepto Fujifilm X100, pues desde el modelo original he ido enamorándome más y más de sus prestaciones. Con un diseño muy similar a las antiguas Leica de la serie M, la Fuji X100 ofrece las mejores prestaciones para street photo: diseño clásico y compacto, angular equivalente a un 35mm, luminosidad máxima de ƒ/2 y una calidad de imagen soberbia.

Pocas cámaras nos permitirán pasar más inadvertidos a los ojos extraños y una buena muestra es la fotografía superior: apenas vi la escena, saqué discretamente la X100, encuadré y disparé antes de que el chico hiciera su foto. El sonido imperceptible del obturador es otro de los factores que debemos valorar a la hora de seleccionar una cámara para street photo y que siempre juega en contra de las réflex y sus “escandalosos” espejos.

 

Fotografía en movimiento

Me gusta que los personajes que aparecen en las instantáneas de street photo realicen alguna acción y nada más natural que unos simples pasos al caminar para mostrar movimiento. Suelo recurrir a velocidades de obturación lentas y fijar un punto fijo de interés para añadir un halo espectral que añade cierto dinamismo a las fotografías. Me gusta salir a la calle con cámaras compactas o sin espejo e incluso una Leica M6 y un angular Leitz Summicron 35mm ƒ/2.

Muchos modelos mirrorless y cámaras compactas disponen de sistemas de estabilización, ya sea en el cuerpo o la óptica, y nos permiten disparar de manera segura hasta 1/4seg. Con las cámaras de película de 35mm busco un punto de apoyo que me facilite disparar con velocidades de obturación lentas, como una pared o una columna. Estas imágenes fantasmagóricas pueden contrastar aún más si en la escena incluimos a una persona estática, que contraste con la volatilidad del paso fugaz de la vida, representada en la visión borrosa de las personas en movimiento.

Localizar un punto de interés y esperar la foto deseada es sólo cuestión de paciencia. En ocasiones veo un lugar curioso e imagino la foto que me gustaría tener. Sólo pulso el disparador una vez puedo conseguir la fotografía que busco. La paciencia es uno de los grandes secretos de la street photography: esperar a que se produzca la escena deseada es la regla que suelo seguir para conseguir este tipo de imágenes. Cuando vi las siluetas de la fotografía superior supe que la imagen que buscaba era la de alguien que caminase en sentido contrario. Jugar con el movimiento contrasta con la nitidez de unas siluetas que caminan.

 

Luz

Así como la harina y el agua son básicas para el panadero, una fotografía precisa –además de la cámara y el ojo que observa– de la luz, el elemento fundamental que logra congelar ese instante mágico, ya sea en los sensores actuales o en película de soporte químico. Reflejos, contraluces, puntos de luz, sombras o interiores con iluminaciones peculiares pueden añadir la originalidad suficiente para hacer de una escena normal una fotografía interesante.

Uno de los elementos más socorridos en la street photo son las sombras de los peatones en la calle y basta encontrar el lugar y la hora adecuada e ir jugando con la luz. Las sombras se alargan o contraen, según la hora del día y podemos jugar con la horizontalidad o verticalidad de la imagen. Fotografiar sombras puede parecer monótono, pero si aprendemos a observar todos los detalles podemos crear imágenes distintas y que ofrezcan singularidad.

 

El escenario

La calle es el escenario donde realizo las fotografías de prueba de las cámaras y objetivos que analizo. La simple y típica fotografía que puede tomar un turista de la iglesia o catedral de una ciudad puede convertirse en una escena muy diferente si aprendemos a esperar y tener así un instante único. Aunque pasemos a diario por delante de los mismos escenarios, estos pueden cambiar cada minuto, al variar la luz en las diferentes horas del día e intervenir distintos actores.

Encontrar el escenario más adecuado facilitará que logremos las fotografías deseadas, sabiendo esperar el momento preciso. Una vez localizo el escenario que me seduce, encuadro con distintas focales y selecciono el objetivo que mejor se adapta. Pueden pasar horas o tan solo unos pocos minutos hasta que consigo una fotografía de street photo que me guste, pero seleccionar un buen fondo suele ser garantía de éxito.

 

Soledad inanimada

La street photo suele asociarse con personajes o situaciones en las que aparecen personas; son muy contadas las ocasiones que me encuentro con una escena en la que la ausencia de personas sea lo suficientemente interesante para fotografiar y no siempre la iluminación es la mejor a la hora de realizar el disparo. Para lograr la foto inferior, acudí en diferentes horas de un mismo día y no fue hasta el atardecer que encontré la luz más adecuada. Eso sí, siempre realicé al menos un disparo, por si las dos bicicletas que son el punto de interés de la imagen desaparecían.

 

Lo inesperado

Me gusta controlar la escena que fotografío, aprendiendo previamente las conductas de los personajes que pasean por una calle o rincón de la ciudad, sin embargo, en ocasiones aparece una escena inesperada, que escapa a cualquier previsión. La experiencia me dicta llevar siempre la cámara en la mano y conectada, para así reaccionar de la manera más rápida posible y capturar ese instante decisivo del que el maestro Cartier-Bresson hizo su sello de identidad. Fotografiar lo inesperado es uno de los sellos de la street photo.

 

El elemento sorpresa

Leer la escena y observar todos los detalles, por pequeños que sean, es la diferencia entre una buena instantánea de street photo o simplemente un disparo más. La fotografía inferior era al principio una simple imagen de tres adolescentes de aspecto similar, sentadas de espaldas a una fuente con tres caños visibles. Hice una primera foto y al verla en la pantalla, la deseché porque no me pareció interesante. Un instante después, apareció a una persona en una ventana que miraba a las tres niñas y desplazaba por completo el punto de interés de la fotografía. Unos segundos después del disparo, cerró la ventana y desapareció.

La street photography requiere la máxima atención y nada mejor que observar toda el área de la imagen y esperar que un elemento sorpresa añada intensidad y fuerza a una imagen corriente. La espera suele darme buenos resultados, pues buena parte de las mejores imágenes de street photo no son accidentes o casualidad, sino buscadas y trabajadas por el ojo y la experiencia del fotógrafo.

 

El instante decisivo

La mejor fotografía es la que no se ve. Sucede cuando el obturador abre sus puertas para que la luz haga su magia. La mejor foto es sólo una, pues es única, y Henri Cartier-Bresson mostró la importancia de el instante decisivo. Toda acción tiene un punto álgido, el momento que muestra la mirada o expresión deseada. No se necesita disparar 30 imágenes en un segundo. Sólo una fotografía muestra ese instante mágico y es precisamente ese momento el que debemos mostrar en nuestras imágenes de street photo.

 

El factor humano

Personalmente no entiendo la fotografía urbana sin la presencia de personas en las fotografías. Una fotografía vacía, por más bella que ésta sea, difícilmente podrá considerarse street photo. El factor humano siempre será –en mi opinión– el nexo común de estas fotografías, más allá de si se realizaron en color o blanco y negro, sin importar si muestra una escena cómica, dramática o llena de ternura. Una instantánea urbana sin actores es una una novela sin personajes y así como toda película tiene a sus personajes, la street photography debe mostrarnos pequeños bocados de la vida de personas anónimas.

 

Animales

Ya sean palomas, gatos o perros, los animales pueden convertirse en el punto de interés de la fotografía de street photo o ser simplemente un espectador más de la escena. Siempre que las condiciones lo permiten, paso unos minutos quieto al lado del animal, para ganarme su confianza y poder situarme a su altura. De esta manera podremos observar la escena lo más parecida a lo que ven los animales.

 

El arte de la observación

Durante mi estancia en el diario El País, aprendí de Antonio Espejo a mirar más allá de la línea natural de la visión. Las ciudades son verticales y nuestra educación horizontal hace que nos perdamos muchas escenas fotográficas. Suelo fijarme en los edificios que me rodean y –con ojos de mirón– escudriñar qué sucede en las alturas. Los juegos de líneas verticales de algunas fachadas forman estéticos laberintos digno de ser fotografiados, pero siempre deberemos encontrar el elemento humano que define la esencia de la fotografía urbana. Contemplar, más allá de nuestra mirada natural y elevar la visión a las alturas. Aprender que no todo sucede a ras de suelo. Observar con la máxima curiosidad.

 

Conclusión

La street photography es una de las disciplinas fotográficas que más auge ha tenido en los últimos años y en gran parte se debe a la popularización de las cámaras mirrorless, mucho más compactas y discretas que los modelos réflex, que se suelen asociar al profesionalismo. No es lo mismo sacar una Fuji X100 o una Leica M6 que una Canon EOS 1D X o una Nikon D4. He comprobado como incluso los ojos de quienes me rodean en la calle se ponen en modo alerta al sacar una SLR de gama baja; de ahí mis preferencias por los pequeños y discretos modelos mirrorless para la fotografía urbana.

Debemos aprender a mirar y leer las escenas, ver los gestos, miradas y expresiones que nos rodean y ser partícipes cercanos de ellas, pero respetando siempre la intimidad de los sujetos que aparecen en nuestras fotos. La importancia de la discreción y el respeto hacia las personas y escenas que fotografiamos son –para mí– las bases para capturar una buena instantánea de street photography.

El movimiento de una foto trepidada no siempre es sinónimo de foto mala y debemos aprender a no desechar las fotos que técnicamente no sean perfectas. El salto inesperado de la niña para tocar la tortuga de piedra me sorprendió y apenas pude disparar la cámara sin encuadrar. Controlar lo inesperado y jugar con lo previsible… ésta es mi visión de la street photo.

La fotografía es el arte de la observación. Es buscar algo interesante en un lugar ordinario. Tiene poco que ver con las cosas que ves y tiene todo que ver con el modo en que las miras.

Elliot Erwitt

Fotografías: Pep Costa ©pixel-depot.com