Canon TS-E 17mm ƒ/4 L

Las cámaras de placas y sus aplicaciones en fotografía de arquitectura caminaron de la mano durante décadas, hasta la aparición de los objetivos descentrables o shift. Trabajar con una cámara de gran formato implicaba montar la cámara sobre un trípode, mucha experiencia y cargar un buen número de chasis de película de gran formato. La calidad de una placa 9x12cm. bien disparada sigue siendo un referente en mi memoria de qué es la calidad en fotografía.

La aventura de Canon en el terreno de ópticas descentrables no es nueva y hace casi dos década que los especialistas en fotografía de interiores y arquitectura disponen de la más amplia gama de objetivos basculantes para cámaras réflex. Las ópticas TS-E de Canon permiten descentramientos verticales, horizontales y también en diagonal, gracias a poder girar en 45º la montura central del objetivo. Canon ofrece distancias focales de 90, 45, 24 y 17mm descentrables, siendo el TS-E 90/2.8 una óptica especialmente idónea –por sus características técnicas– para la fotografía de bodegón en estudio. Todas estas ópticas se han diseñado para trabajar con cámaras de formato completo (full frame); si se montan en una cámara con sensor APS se deberá tener en cuenta el factor de multiplicación correspondiente.

En las manos

Lo primero que sorprende del objetivo TS-E 17/4L es la forma y el tamaño de la lente frontal: una cúpula cristalina enorme, que encierra todos los colores del espectro lumínico. El peso de esta óptica es respetable, debido en gran parte a su construcción 100% en metal. Los mandos que ayudan a corregir las perspectivas son resistentes y fácilmente alcanzables, incluso sin quitar el ojo del visor de la cámara. Los distintos grupos ópticos vienen montados en el equivalente a los antuguos bastidores que montaban la óptica de una cámara de placas y permiten en la gama de objetivos Canon TS-E girar hasta ± 90º.

El aro de enfoque manual es amplio y cómodo; puede sorprender que en plena época digital existan ópticas que no sean autofoco, pero la propia naturaleza de los objetivos descentrables recomienda el enfoque manual, ya que la perspectiva al trabajar con una óptica de estas características es un concepto volátil y muchas ocasiones debe corregirse el punto de foco al variar la posición de las lentes.

¿Qué es un objetivo basculante?

Básicamente es aquel que permite el movimiento de ciertos elementos ópticos, respecto al plano focal (ya sea película o sensor); dichos movimientos afectan la perspectiva, la corrección de líneas y la profundidad de campo. Los objetivos Canon TS-E permiten mover la óptica de manera vertical, horizontal o combinar los movimientos vertical y horizontal a la vez; asimismo, el grupo óptico delantero puede girarse hasta ± 90º.

Utilidades de las ópticas descentrables

La principal función de los objetivos basculantes (o descentrables) es corregir las líneas de fugas que aparecen en la imagen cuando el plano focal no es perpendicular al motivo; es decir, cuando se inclina la cámara respecto al motivo a fotografiar (ya sea una persona, un edificio o un bodegón) aparecen distorsiones y líneas de fuga. Un buen ejemplo es fotografiar líneas paralelas con un angular y comprobar como el paralelismo se convierte en convergencia. Los movimientos de las ópticas descentrables corrigen tanto en vertical como horizontal las líneas de fuga y la perspectiva.

El principio de Scheimpflug establece que la máxima profundidad de campo en el plano focal se consigue cuando las prolongaciones imaginarias de éste, del plano del objetivo y el de la imagen convergen en un punto común. Esta ley física es el a-b-c de las cámaras de placas y sirve muy bien a la hora de trabajar con el TS-E 17/4L, pues los principios físicos son los mismos.

La capacidad creativa de una óptica de estas características es prácticamente ilimitada; desde crear imágenes con profundidad de campo alterada a componer retratos muy distorsionados y alejados de la realidad el TS-E 17/4L permite un sinfín de aplicaciones ajenas a las propias y clásicas de un objetivo descentrable.

Datos técnicos

• basculación de ± 6,5º
• giro de ± 12mm
• rotación de basculación de ± 90º
• giro independiente de ± 90º
• bloqueo de los mecanismos de basculación
• 2 superficies asféricas
• 2 elementos de ultrabaja dispersión UD

Medición de luz

Uno de los problemas a la hora de trabajar con ópticas descentrables es realizar una medición de luz correcta; las propias características de este tipo de objetivos suelen provocar errores en las lecturas del fotómetro de la cámara. Los movimientos de los diferentes elementos ópticos afectan al plano focal y por lo tanto éste deja de guardar el plano perpendicular. Al variar la disposición óptica tradicional en un objetivo se crean zonas con diferente iluminación, algo así como si se dispusiera de un paño oscuro frente al objetivo. El profesional debe saber corregir tanto las diferencias de luz como los basculamientos, para minimizar el riesgo de conseguir una fotografía mal iluminada, por lo que es recomendable trabajar siempre en modo de exposición manual.

Metodología de trabajo

Es posible trabajar con una óptica TS-E a mano alzada, pero recomiendo el uso del trípode para conseguir resultados más fiables; el trípode asegura una posición fija de la cámara y además permite ir aprendiendo qué se corrige con cada movimiento del objetivo. Es importante situar la cámara en perpendicular con el suelo y nada mejor que asegurarse con un nivel de burbuja; basta girar la rótula del trípode 180º para comprobar si la posición es la correcta o precisa ajustarse. Para conseguir los mejores resultados con una óptica descentrable (más aún con un angular de 17mm) es imprescindible controlar este tipo de detalles.

Las pruebas

Se han fotografiado los callejones estrechos del barrio antiguo de una ciudad, donde en la foto capturada con un angular común de 17mm aparecerían los edificios casi tocándose en las plantas más altas; el poder de corrección de las lentes descentrables consigue corregir dos de los aspectos más desagradables en un angular: la distorsión y la desproporción de dimensiones en los motivos más cercanos.

Uno de los ejemplos que mejor demuestran la capacidad de corrección del TS-E 17/4L es la fotografía de los ventanales de una iglesia gótica; la altura a la que se sitúan estos elementos arquitectónicos imposibilita fotografiarlos sin conseguir imágenes distorsionadas, incluso si se utiliza un tele corto.

También se han realizado unas fotografías en el transcurso de una sesión de moda, para mostrar hasta qué punto es posible modificar las perspectivas con una óptica de estas características. La luminosidad de ƒ/4 facilita el enfoque, incluso en situaciones escasas de luz.

Resultados

Las fotografías conseguidas con el TS-E 17/4L de Canon ofrecen una calidad de imagen sobresaliente; incluso a máxima abertura es una lente capaz de mostrar destellos de calidad superior al de muchos angulares tradicionales. El contraste es elevado, pero sin perder riqueza en los detalles; el color es muy fiel al original, algo que siempre es valorado el profesional. La profundidad de campo y la posibilidad de jugar con ella es un aliado fiel al TS-E 17/4L, pues cerrando apenas un par de diafragmas se consigue enfoque desde un metro hasta infinito.

El poder de corrección del TS-E 17/4L es tan elevado que en ocasiones se pierde la noción de estar trabajando con un angular extremo de 17mm; las convergencias y divergencias propias de los ultra angulares desaparecen al compensar las distorsiones de manera correcta.

Conclusión

Estamos ante una de las ópticas más especializadas del panorama fotográfico; basta comprobar que ningún fabricante independiente de objetivos de la máxima solvencia (Tamron, Sigma o Tokina) jamás ha fabricado una óptica descentrable, así como tampoco algunos fabricantes para sus modelos digitales. El Canon TS-E 17/4L ofrece unas prestaciones únicas, así como una calidad óptica soberbia. ¿Quiere decir eso que es mejor que un angular común? Si sólo se busca rendimiento óptico, sí… pero existen factores tan importantes como el precio, el peso y –muy especialmente– las prestaciones de este objetivo que lo orientan a un segmento profesional muy específico.

La calidad de cristal, los elementos asféricos delanteros y cristales de ultrabaja dispersión UD contribuyen a ofrecer una calidad de imagen muy superior incluso a otros angulares de la misma serie L de Canon;la resolución lineal de esta óptica es muy elevada y la distorsión en las esquinas es mínima, para ser un angular tan extremo. Ofrece imágenes muy ricas en detalles, desde el centro hasta los bordes de la imagen, de contraste elevado y un tono de color idéntico al motivo a fotografiar.

Sin llegar al extremo de los basculamientos de las cámaras de gran formato, el TS-E 17/4L permite corregir de manera muy efectiva las fugas y distorsiones propias de los angulares; la posibilidad de desplazar tanto el ángulo del grupo frontal óptico como todo el bloque de lentes respecto al plano focal en las cuatro direcciones. convierte este angular extremo de 17mm en una “fiera dócil” capaz de conseguir visiones muy cercanas a las de un objetivo estándar. Una corrección mínima modifica la perspectiva notablemente; es importante señalar que al principio es muy fácil caer en correcciones excesivas y que no se trata de una óptica “fácil”, pues requiere cierto tiempo y dedicación para conocerla a fondo para lograr los mejores resultados.

Lo mejor

• construcción y diseño
• calidad óptica excelente
• óptica muy especializada
• fiabilidad de los componentes
• máxima precisión de los movimientos de las lentes
• resultados profesionales, que sólo pueden conseguirse con una óptica de estas caracaterísticas
• versatilidad creativa

Mejorable

• precio: 2.408,72 euros
• ligera pérdida de calidad en las esquinas
• prestaciones muy específicas
• es una óptica para trabajos muy concretos y requiere práctica y aprendizaje

Valoración

• construcción:
• diseño y ergonomía:
• calidad óptica:
• prestaciones:
• relación calidad-precio:
• valoración personal: