Canon EF 17–40mm ƒ/4 L USM
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Llega a mis manos uno de los zooms clásicos y preferidos por los usuarios de cámaras EOS de formato completo. Con una década a sus espaldas, es una de las ópticas del sistemas EOS EF que goza de mayor prestigio entre los usuarios de Canon, gracias a un peso ligero (para sus características), una calidad óptica muy elevada y una excelente relación calidad-precio. Es la más seria alternativa al EF 16–35/2.8L II USM, tanto por prestaciones y calidad óptica, como por precio. 
No es frecuente que el diseño optico de un objetivo soporte una década de vida sin cambios y parece que el EF 17–40/4L USM aún tiene un largo recorrido; basta comprobar como objetivos míticos como los 300/2.8L o el zoom 70–200/2.8L han pasado por el quirófano de Canon para mejorar aspectos como aligerar el peso y mejorar el contraste y el detalle. En muy contadas ocasiones –especialmente en los zooms– los fabricantes presentan una óptica perfecta y éste parece ser el caso del viejo 17–40/4L USM.
En las manos
Incorpora la clásica construcción de algunos objetivos Canon EF de la serie “L”, con materiales plásticos de alta calidad y resistencia a golpes y caídas; el interior incorpora helicoidales metálicas, que garantizan un uso intenso. Personalmente, sigo prefiriendo el metal a los mejores polímeros, pero veo con resignación como pocos fabricantes –además de Carl Zeiss– mantienen el metal como material de construcción. El peso es más ligero de lo esperado, si bien el conjunto formado con la EOS 5D Mark III ofrece un aspecto contundente.
Ergonomía y diseño
Dos aros de dimensiones casi idénticas visten el cuerpo de este zoom; el más cercano a la cámara (como es habitual en Canon) está dedicado a la selección de las distancias focales y el segundo, al enfoque en modo manual. El recorrido de ambos aros es suave y no se observan zonas de mayor dureza o fricción. El sellado de lospuntos más sensibles garantiza una mayor resistencia al polvo, la humedad y las salpicaduras, siendo un objetivo apto para trabajar en las condiciones climáticas más adversas. Incluye un parasol en forma de pétalo, con recubrimiento antirreflectante.
Características técnicas
Incorpora 12 elementos, distribuidos en 9 grupos ópticos; 3 superficies asféricas y un elemento de ultrabaja dispersión (UD) se encargan de corregir –respectivamente– las aberraciones cromáticas y el contraste, factores críticos en un objetivo ultra gran angular y más aún si se trata de un zoom. El motor de enfoque ultrasónico USM ofrece una respuesta muy rápida, siendo de gran ayuda para instantáneas. El diafragma está compuesto por 7 hojas. La distancia mínima de enfoque es de apenas 24cm. La rosca para filtros tiene un diámetro de ø77mm. El peso del objetivo es de 500 gramos.
Prestaciones
Por su peso ligero y diseño compacto es una de las ópticas preferidas por los amantes de la fotografía de paisajes, pero lejos de encasillarlo en un único campo fotográfico, el zoom Canon EF 17–40/4L USM es una de las ópticas más versátiles del amplio catálogo de objetivos del fabricante nipón. Respecto al zoom EF 16–35/2.8L II USM encuentro más versátil –pese a ser menos luminoso– al EF 17–40/4L USM por los 5mm de más, que permite una visión muy distinta al clásico concepto angular.
Podría pensarse que una abertura máxima de ƒ/4 lo condena a trabajar solo en exteriores, pero la arquitectura, el fotoperiodismo, el interiorismo, la fotografía de instantáneas e incluso la fotografía deportiva son ámbitos donde este popular objetivo se desenvuelve con soltura, tanto en exteriores como en interiores. La facilidad con que los últimos modelos SLR full frame devoran los valores ISO más altos permite aumentar las prestaciones de este clásico y utilizarlo en interiores con la más absoluta certeza de obtener excelentes resultados.
La filosofía ultra gran angular
Es habitual que tras el zoom incluido en el kit de compra con la cámara se adquiera un zoom con distancias focales largas y lo mismo pasaba en la época en que las ópticas de focal fija dominaban la fotografía. Prefiero no preguntar la opinión a un psicoanalista freudiano sobre la fijación que tenemos en decantarnos hacia los grandes teleobjetivos, cuando damos los primeros pasos en la fotografía…
Los angulares extremos –al igual que los grandes teleobjetivos– requieren cierto grado de aprendizaje y es conveniente familiarizarse con los efectos (y defectos) que caracterizan a estas ópticas tan singulares. Además de fotografiar paisajes con una profundidad inusual, los ultra gran angulares ofrecen un abanico muy amplio de posibilidades y será solo la creatividad del fotógrafo y su experiencia quienes determinen el interés de las fotografías realizadas con estas ópticas tan críticas.
Luminosidad ƒ/4
Reconozco que mi estricta ortodoxia suele decantarme a comprar los objetivos más luminosos y que apenas presto atención a los modelos que superan ƒ/2.8, pero reconozco que una de mis ópticas preferidas (el angular extremo Carl Zeiss Distagon 18mm ƒ/3.5) se ha convertido en uno de los objetivos que mejores sensaciones me ha transmitido. Solemos asociar las luminosidades más oscuras de ƒ/2.8 al trabajo en exteriores, cuando en realidad cualquier cámara con menos de un lustro de vida se desenvuelve con mucha dignidad en ISO altos. El lado positivo de una luminosidad menor estriba en un mayor contraste con las aberturas más altas, algo que se echa mucho en falta en la mayoría de objetivos ultraluminosos.
Enfoque
El motor ultrasónico USM ofrece una respuesta rápida, precisa y muy silenciosa, siendo uno de los objetivos Canon EF más rápidos en enfoque automático e incluso mejora el tiempo de respuesta de algunos objetivos ultraluminosos de la serie “L” de Canon. El modo de enfoque manual –gracias a la luminosidad de ƒ/4– resulta sencillo, cómodo y muy práctico, convirtiendo al 17–40/4L USM en una óptica idónea para iniciarse en este tipo de enfoque a todos aquellos usuarios que “nacieron” bajo la pandemia AF.
Calidad óptica
Me han sorprendido muy gratamente el contraste, la fidelidad cromática y el detalle, haciéndome comprender porqué es uno de los objetivos más valorados por sus usuarios. Lejos de ser un amante de los zooms, reconozco los valores, prestaciones ópticas y versatilidad del Canon EF 17–40/4L USM: tener en un solo objetivo la selección más exquisita de angulares con una muy buena calidad óptica está al alcance de muy pocos objetivos y el Canon EF 17–40/4L USM cumple de manera sobrada con las necesidades del usuario más exigente.
Contraste
Es muy fácil decepcionarse cuando, tras haber visualizado en pantalla LCD de la cámara unas fotografías llenas de contraste y riqueza en color, las abrimos en el ordenador y comprobamos con tristeza que casi siempre la realidad supera lo captado por el sensor. Por esta razón evito ilusionarme al ver las fotos en la cámara y prefiero dejar las emociones para el momento en que abro la tarjeta de memoria en la enorme pantalla del iMac. Confieso que esta liturgia se rompió al ver las capturas en el ordenador: las imágenes mantuvieron un contraste muy alto, colores vivos y mucho más detalle del que esperaba.
Resolución lineal
Si el contraste me dejó boquiabierto, el detalle que ofrecen las fotografías realizadas con este zoom es muy superior a lo que se espera de un objetivo de estas características. Las capturas ofrecen riqueza en los detalles, incluso si se amplía al 100% en la pantalla del ordenador. Hasta los más pequeños motivos aparecen con claridad, nitidez y contraste, siendo –en mi opinión– un objetivo más completo que el antiguo zoom Canon EF 16–35/2.8 L USM, que carecía del alto nivel de contraste y detalle de este serio aspirante al título de mejor zoom ultra angular.
Fidelidad cromática
En dos ocasiones tuve que comprobar si se había cambiado el estilo de foto del modo estándar al vívido, porque los colores de las capturas mostradas en la pantalla LCD de la cámara mostraban un brillo e intensidad excelentes. Aún así, mantienen la máxima fidelidad a los tonos originales. La alianza del excelente sistema de medición automática de balance de blancos de la EOS 5D Mark III y el zoom EF 17–40/4L USM ofrece una riqueza tonal muy superior a la de otros objetivos de la serie “L” de precio superior.
Distorsión
Y tras un paseo por el paraíso llegamos a las puertas del bosque tenebroso… No existe un solo angular que no ofrezca mayor o menor grado de distorsión; hasta los mejores angulares Distagon de Carl Zeiss muestran cierto grado de distorsión. Otro aspecto que conviene destacar es el conocimiento de los usuarios a la hora de fotografiar con angulares extremos; de ahí que me refiriera en un apartado anterior a la necesidad de conocer y aprender a trabajar con una óptica de estas características. 
El grado de distorsión no se mide en fotografías con picados o contrapicados, sino manteniendo la cámara en posición horizontal, lo más nivelada posible. Las fugas son una de las características intrínsecas a los angulares y apenas un muy selecto y restringido grupo las controlan de una manera visible. La distorsión más común en los angulares extremos es la de barril, que esferiza hacia el exterior las líneas rectas. He comprobado que la distorsión y las fugas más acusadas se producen (lógicamente) en las distancias focales angulares más extremas, pero se corrigen de manera notable y muy visible cuando se alcanzan los 20mm.
Es importante señalar que en las distancias focales más cortas (entre 17mm y 20mm) debe buscarse la posición de la cámara más neutra y centrada para evitar que las fugas sean exageradas. Como muestran las imágenes superiores, no es difícil conseguir fotografías libres de fugas, si se elige el ángulo más correcto para la composición de la escena.
Aberraciones cromáticas / viñeteo
Las tres superficies asféricas corrigen las aberraciones cromáticas en un grado satisfactorio, para tratarse de un zoom angular extremo. Se aprecian aberraciones cromáticas visibles en los contornos de mayor contraste entre altas luces y sombras (o negros), pero solo si se amplía la imagen al 100% de su tamaño original. El viñeteo a la mínima distancia focal de 17mm y a máxima abertura es acusado, visible hasta ƒ/8, pero basta situar el aro de selección de distancias focales a 20mm para que desaparezca.
La competencia
El enemigo está en casa, pues –además de los objetivos de características similares de la competencia– Canon dispone del zoom EF 16–35/2.8L II USM, una de las ópticas más cotizadas entre los profesionales y junto a los 24–70/2.8 y 70–200/2.8 conforma la Santísima Trinidad de los zooms. La diferencia de precio entre ambos modelos (el de luminosidad ƒ/2.8 casi dobla al 17–40/4L USM) es –a mi entender– desproporcionada con la calidad de imagen que muestran. También la longitud focal máxima de 40mm juega en favor del zoom hoy analizado y compensa de manera sobrada el factor de luminosidad de ƒ/4.
Pruebas y resultados
Todas las fotografías se han realizado con una EOS 5D Mark III en formato RAW y los archivos se han revelado posteriormente con Adobe LightRoom 4. Se han empleado los modos de exposición manual y prioridad de abertura y los valores de diafragma comprendidos entre la máxima abertura de ƒ/4 y ƒ/11. El estilo de foto es estándar, con todos los parámetros situados en valor 0 (cero). La horquilla de sensibilidades con que se han realizado las fotografías está comprendida entre 100 y 6.400 ISO. 
Se han obtenido imágenes con un elevado detalle y alto contraste, mereciendo –en mi opinión– todos los halagos que se dicen esta óptica especializada y precio razonable. Incluso a la máxima abertura de ƒ/4 es posible conseguir una calidad de imagen elevada, eso sí, pagando el peaje de un viñeteo considerable. He observado una clara diferencia en la distorsión y las fugas entre las distancias focales más cortas comprendidas entre 17–20mm (que obligan a encuadrar con sumo cuidado) y las que van desde los 20 a los 40mm, menos exigentes. La velocidad AF es muy rápida, permitiendo capturar escenas imprevistas.
Conclusión
Pese a ser la primera vez que pruebo el zoom EF 17–40/4L USM, he sentido que me reencontraba con un amigo al que hacía años que no veía; la familiarización con esta óptica es total e instantánea, si se ha trabajado anteriormente con ultra gran angulares. Es un objetivo amable, de comportamiento noble y que proporciona la máxima satisfacción en los resultados desde la primera foto. La versatilidad de las distancias focales incluidas hacen de fotografiar un auténtico placer, transmitiendo una seguridad absoluta en los resultados.
La calidad óptica es notable, siendo uno de los zooms Canon que más me han seducido en este aspecto, con un contraste muy alto, una resolución lineal elevada y la máxima fidelidad cromática. Las aberraciones cromáticas tan solo son apenas visibles con la mínima distancia focal de 17mm, al igual que sucede con la distorsión y el viñeteo. El parasol cumple de manera sobrada con su función, si bien es un objetivo que soporta con dignidad el disparo a contraluz o con entrada directa de luz en cámara. 
La versatilidad del abanico de distancias focales lo convierten en uno de los zooms más singulares y pese a estar seguro de que más de un usuario querría distancias focales aún más extremas, considero que los 17mm son suficientes para plasmar con una elevada calidad de imagen la amplitud de los paisajes o el interior más angosto. Las focales comprendidas entre 17 y 20mm requieren de cierta experiencia con angulares extremos, si no se desea obtener fugas y distorsiones exageradas. La calidad general entre 20 y 40mm es soberbia. 
El zoom Canon EF 17–40/4L USM es una ópticas que gozan de mayores preferencias entre los usuarios de cámaras EOS de formato full frame y entiendo las razones que llevan a sus propietarios a valorarlo como uno de los mejores objetivos de sus equipos. Incluso con la máxima abertura de ƒ/4 es posible conseguir una calidad de imagen notable, que unido a un precio por debajo de los 800 euros y la máxima versatilidad en las distancias focales angulares convierte a este zoom en la mejor opción para aquellos fotógrafos que buscan un angular de excelentes prestaciones ópticas. 
Lo mejor
- ergonomía y diseño
- estanqueidad a polvo, humedad y salpicaduras
- sistema AF rápido, silencioso y muy preciso
- enfoque en modo manual sencillo
- calidad de imagen superior a la esperada en un zoom de sus características
- alto contraste
- máxima fidelidad cromática
- resolución lineal elevada
- peso y dimensiones
- parasol en forma de pétalo, con recubrimiento antirreflectante
- excelente relación calidad-precio (menos de 800 euros)
Mejorable
- materiales de construcción
- ausencia de sistema de estabilización IS
Valoración
- construcción:
- ergonomía y diseño:
- calidad óptica:
- resolución lineal:
- contraste:
- fidelidad cromática:
- sistema AF:
- prestaciones:
- relación calidad-precio:
- valoración personal:
Llega a mis manos uno de los zooms clásicos y preferidos por los usuarios de cámaras EOS de formato completo. Con una década a sus espaldas, es una de las ópticas del sistemas EOS EF que goza de mayor prestigio entre los usuarios de Canon, gracias a un peso ligero (para sus características), una calidad óptica muy elevada y una excelente relación calidad-precio. Es la más seria alternativa al EF 16–35/2.8L II USM, tanto por prestaciones y calidad óptica, como por precio.
No es frecuente que el diseño optico de un objetivo soporte una década de vida sin cambios y parece que el EF 17–40/4L USM aún tiene un largo recorrido; basta comprobar como objetivos míticos como los 300/2.8L o el zoom 70–200/2.8L han pasado por el quirófano de Canon para mejorar aspectos como aligerar el peso y mejorar el contraste y el detalle. En muy contadas ocasiones –especialmente en los zooms– los fabricantes presentan una óptica perfecta y éste parece ser el caso del viejo 17–40/4L USM.
En las manos
Incorpora la clásica construcción de algunos objetivos Canon EF de la serie “L”, con materiales plásticos de alta calidad y resistencia a golpes y caídas; el interior incorpora helicoidales metálicas, que garantizan un uso intenso. Personalmente, sigo prefiriendo el metal a los mejores polímeros, pero veo con resignación como pocos fabricantes –además de Carl Zeiss– mantienen el metal como material de construcción. El peso es más ligero de lo esperado, si bien el conjunto formado con la EOS 5D Mark III ofrece un aspecto contundente.
Ergonomía y diseño
Dos aros de dimensiones casi idénticas visten el cuerpo de este zoom; el más cercano a la cámara (como es habitual en Canon) está dedicado a la selección de las distancias focales y el segundo, al enfoque en modo manual. El recorrido de ambos aros es suave y no se observan zonas de mayor dureza o fricción. El sellado de lospuntos más sensibles garantiza una mayor resistencia al polvo, la humedad y las salpicaduras, siendo un objetivo apto para trabajar en las condiciones climáticas más adversas. Incluye un parasol en forma de pétalo, con recubrimiento antirreflectante.
Características técnicas
Incorpora 12 elementos, distribuidos en 9 grupos ópticos; 3 superficies asféricas y un elemento de ultrabaja dispersión (UD) se encargan de corregir –respectivamente– las aberraciones cromáticas y el contraste, factores críticos en un objetivo ultra gran angular y más aún si se trata de un zoom. El motor de enfoque ultrasónico USM ofrece una respuesta muy rápida, siendo de gran ayuda para instantáneas. El diafragma está compuesto por 7 hojas. La distancia mínima de enfoque es de apenas 24cm. La rosca para filtros tiene un diámetro de ø77mm. El peso del objetivo es de 500 gramos.
Prestaciones
Por su peso ligero y diseño compacto es una de las ópticas preferidas por los amantes de la fotografía de paisajes, pero lejos de encasillarlo en un único campo fotográfico, el zoom Canon EF 17–40/4L USM es una de las ópticas más versátiles del amplio catálogo de objetivos del fabricante nipón. Respecto al zoom EF 16–35/2.8L II USM encuentro más versátil –pese a ser menos luminoso– al EF 17–40/4L USM por los 5mm de más, que permite una visión muy distinta al clásico concepto angular.
Podría pensarse que una abertura máxima de ƒ/4 lo condena a trabajar solo en exteriores, pero la arquitectura, el fotoperiodismo, el interiorismo, la fotografía de instantáneas e incluso la fotografía deportiva son ámbitos donde este popular objetivo se desenvuelve con soltura, tanto en exteriores como en interiores. La facilidad con que los últimos modelos SLR full frame devoran los valores ISO más altos permite aumentar las prestaciones de este clásico y utilizarlo en interiores con la más absoluta certeza de obtener excelentes resultados.
La filosofía ultra gran angular
Es habitual que tras el zoom incluido en el kit de compra con la cámara se adquiera un zoom con distancias focales largas y lo mismo pasaba en la época en que las ópticas de focal fija dominaban la fotografía. Prefiero no preguntar la opinión a un psicoanalista freudiano sobre la fijación que tenemos en decantarnos hacia los grandes teleobjetivos, cuando damos los primeros pasos en la fotografía…
Los angulares extremos –al igual que los grandes teleobjetivos– requieren cierto grado de aprendizaje y es conveniente familiarizarse con los efectos (y defectos) que caracterizan a estas ópticas tan singulares. Además de fotografiar paisajes con una profundidad inusual, los ultra gran angulares ofrecen un abanico muy amplio de posibilidades y será solo la creatividad del fotógrafo y su experiencia quienes determinen el interés de las fotografías realizadas con estas ópticas tan críticas.
Luminosidad ƒ/4
Reconozco que mi estricta ortodoxia suele decantarme a comprar los objetivos más luminosos y que apenas presto atención a los modelos que superan ƒ/2.8, pero reconozco que una de mis ópticas preferidas (el angular extremo Carl Zeiss Distagon 18mm ƒ/3.5) se ha convertido en uno de los objetivos que mejores sensaciones me ha transmitido. Solemos asociar las luminosidades más oscuras de ƒ/2.8 al trabajo en exteriores, cuando en realidad cualquier cámara con menos de un lustro de vida se desenvuelve con mucha dignidad en ISO altos. El lado positivo de una luminosidad menor estriba en un mayor contraste con las aberturas más altas, algo que se echa mucho en falta en la mayoría de objetivos ultraluminosos.
Enfoque
El motor ultrasónico USM ofrece una respuesta rápida, precisa y muy silenciosa, siendo uno de los objetivos Canon EF más rápidos en enfoque automático e incluso mejora el tiempo de respuesta de algunos objetivos ultraluminosos de la serie “L” de Canon. El modo de enfoque manual –gracias a la luminosidad de ƒ/4– resulta sencillo, cómodo y muy práctico, convirtiendo al 17–40/4L USM en una óptica idónea para iniciarse en este tipo de enfoque a todos aquellos usuarios que “nacieron” bajo la pandemia AF.
Calidad óptica
Me han sorprendido muy gratamente el contraste, la fidelidad cromática y el detalle, haciéndome comprender porqué es uno de los objetivos más valorados por sus usuarios. Lejos de ser un amante de los zooms, reconozco los valores, prestaciones ópticas y versatilidad del Canon EF 17–40/4L USM: tener en un solo objetivo la selección más exquisita de angulares con una muy buena calidad óptica está al alcance de muy pocos objetivos y el Canon EF 17–40/4L USM cumple de manera sobrada con las necesidades del usuario más exigente.
Contraste
Es muy fácil decepcionarse cuando, tras haber visualizado en pantalla LCD de la cámara unas fotografías llenas de contraste y riqueza en color, las abrimos en el ordenador y comprobamos con tristeza que casi siempre la realidad supera lo captado por el sensor. Por esta razón evito ilusionarme al ver las fotos en la cámara y prefiero dejar las emociones para el momento en que abro la tarjeta de memoria en la enorme pantalla del iMac. Confieso que esta liturgia se rompió al ver las capturas en el ordenador: las imágenes mantuvieron un contraste muy alto, colores vivos y mucho más detalle del que esperaba.
Resolución lineal
Si el contraste me dejó boquiabierto, el detalle que ofrecen las fotografías realizadas con este zoom es muy superior a lo que se espera de un objetivo de estas características. Las capturas ofrecen riqueza en los detalles, incluso si se amplía al 100% en la pantalla del ordenador. Hasta los más pequeños motivos aparecen con claridad, nitidez y contraste, siendo –en mi opinión– un objetivo más completo que el antiguo zoom Canon EF 16–35/2.8 L USM, que carecía del alto nivel de contraste y detalle de este serio aspirante al título de mejor zoom ultra angular.
Fidelidad cromática
En dos ocasiones tuve que comprobar si se había cambiado el estilo de foto del modo estándar al vívido, porque los colores de las capturas mostradas en la pantalla LCD de la cámara mostraban un brillo e intensidad excelentes. Aún así, mantienen la máxima fidelidad a los tonos originales. La alianza del excelente sistema de medición automática de balance de blancos de la EOS 5D Mark III y el zoom EF 17–40/4L USM ofrece una riqueza tonal muy superior a la de otros objetivos de la serie “L” de precio superior.
Distorsión
Y tras un paseo por el paraíso llegamos a las puertas del bosque tenebroso… No existe un solo angular que no ofrezca mayor o menor grado de distorsión; hasta los mejores angulares Distagon de Carl Zeiss muestran cierto grado de distorsión. Otro aspecto que conviene destacar es el conocimiento de los usuarios a la hora de fotografiar con angulares extremos; de ahí que me refiriera en un apartado anterior a la necesidad de conocer y aprender a trabajar con una óptica de estas características.
El grado de distorsión no se mide en fotografías con picados o contrapicados, sino manteniendo la cámara en posición horizontal, lo más nivelada posible. Las fugas son una de las características intrínsecas a los angulares y apenas un muy selecto y restringido grupo las controlan de una manera visible. La distorsión más común en los angulares extremos es la de barril, que esferiza hacia el exterior las líneas rectas. He comprobado que la distorsión y las fugas más acusadas se producen (lógicamente) en las distancias focales angulares más extremas, pero se corrigen de manera notable y muy visible cuando se alcanzan los 20mm.
Es importante señalar que en las distancias focales más cortas (entre 17mm y 20mm) debe buscarse la posición de la cámara más neutra y centrada para evitar que las fugas sean exageradas. Como muestran las imágenes superiores, no es difícil conseguir fotografías libres de fugas, si se elige el ángulo más correcto para la composición de la escena.
Aberraciones cromáticas / viñeteo
Las tres superficies asféricas corrigen las aberraciones cromáticas en un grado satisfactorio, para tratarse de un zoom angular extremo. Se aprecian aberraciones cromáticas visibles en los contornos de mayor contraste entre altas luces y sombras (o negros), pero solo si se amplía la imagen al 100% de su tamaño original. El viñeteo a la mínima distancia focal de 17mm y a máxima abertura es acusado, visible hasta ƒ/8, pero basta situar el aro de selección de distancias focales a 20mm para que desaparezca.
La competencia
El enemigo está en casa, pues –además de los objetivos de características similares de la competencia– Canon dispone del zoom EF 16–35/2.8L II USM, una de las ópticas más cotizadas entre los profesionales y junto a los 24–70/2.8 y 70–200/2.8 conforma la Santísima Trinidad de los zooms. La diferencia de precio entre ambos modelos (el de luminosidad ƒ/2.8 casi dobla al 17–40/4L USM) es –a mi entender– desproporcionada con la calidad de imagen que muestran. También la longitud focal máxima de 40mm juega en favor del zoom hoy analizado y compensa de manera sobrada el factor de luminosidad de ƒ/4.
Pruebas y resultados
Todas las fotografías se han realizado con una EOS 5D Mark III en formato RAW y los archivos se han revelado posteriormente con Adobe LightRoom 4. Se han empleado los modos de exposición manual y prioridad de abertura y los valores de diafragma comprendidos entre la máxima abertura de ƒ/4 y ƒ/11. El estilo de foto es estándar, con todos los parámetros situados en valor 0 (cero). La horquilla de sensibilidades con que se han realizado las fotografías está comprendida entre 100 y 6.400 ISO.
Se han obtenido imágenes con un elevado detalle y alto contraste, mereciendo –en mi opinión– todos los halagos que se dicen esta óptica especializada y precio razonable. Incluso a la máxima abertura de ƒ/4 es posible conseguir una calidad de imagen elevada, eso sí, pagando el peaje de un viñeteo considerable. He observado una clara diferencia en la distorsión y las fugas entre las distancias focales más cortas comprendidas entre 17–20mm (que obligan a encuadrar con sumo cuidado) y las que van desde los 20 a los 40mm, menos exigentes. La velocidad AF es muy rápida, permitiendo capturar escenas imprevistas.
Conclusión
Pese a ser la primera vez que pruebo el zoom EF 17–40/4L USM, he sentido que me reencontraba con un amigo al que hacía años que no veía; la familiarización con esta óptica es total e instantánea, si se ha trabajado anteriormente con ultra gran angulares. Es un objetivo amable, de comportamiento noble y que proporciona la máxima satisfacción en los resultados desde la primera foto. La versatilidad de las distancias focales incluidas hacen de fotografiar un auténtico placer, transmitiendo una seguridad absoluta en los resultados.
La calidad óptica es notable, siendo uno de los zooms Canon que más me han seducido en este aspecto, con un contraste muy alto, una resolución lineal elevada y la máxima fidelidad cromática. Las aberraciones cromáticas tan solo son apenas visibles con la mínima distancia focal de 17mm, al igual que sucede con la distorsión y el viñeteo. El parasol cumple de manera sobrada con su función, si bien es un objetivo que soporta con dignidad el disparo a contraluz o con entrada directa de luz en cámara.
La versatilidad del abanico de distancias focales lo convierten en uno de los zooms más singulares y pese a estar seguro de que más de un usuario querría distancias focales aún más extremas, considero que los 17mm son suficientes para plasmar con una elevada calidad de imagen la amplitud de los paisajes o el interior más angosto. Las focales comprendidas entre 17 y 20mm requieren de cierta experiencia con angulares extremos, si no se desea obtener fugas y distorsiones exageradas. La calidad general entre 20 y 40mm es soberbia.
El zoom Canon EF 17–40/4L USM es una ópticas que gozan de mayores preferencias entre los usuarios de cámaras EOS de formato full frame y entiendo las razones que llevan a sus propietarios a valorarlo como uno de los mejores objetivos de sus equipos. Incluso con la máxima abertura de ƒ/4 es posible conseguir una calidad de imagen notable, que unido a un precio por debajo de los 800 euros y la máxima versatilidad en las distancias focales angulares convierte a este zoom en la mejor opción para aquellos fotógrafos que buscan un angular de excelentes prestaciones ópticas.
Lo mejor
- ergonomía y diseño
- estanqueidad a polvo, humedad y salpicaduras
- sistema AF rápido, silencioso y muy preciso
- enfoque en modo manual sencillo
- calidad de imagen superior a la esperada en un zoom de sus características
- alto contraste
- máxima fidelidad cromática
- resolución lineal elevada
- peso y dimensiones
- parasol en forma de pétalo, con recubrimiento antirreflectante
- excelente relación calidad-precio (menos de 800 euros)
Mejorable
- materiales de construcción
- ausencia de sistema de estabilización IS
Valoración
- construcción:
- ergonomía y diseño:
- calidad óptica:
- resolución lineal:
- contraste:
- fidelidad cromática:
- sistema AF:
- prestaciones:
- relación calidad-precio:
- valoración personal:
