Carl Zeiss Distagon 2/28
Casi 30 años de dedicación a la fotografía me han permitido disfrutar de un gran número de cámaras y objetivos. Los teleobjetivos estarían encabezados por el Carl Zeiss Sonnar 135/1.8 para la montura Sony Alpha. En mi opinión, la mejor óptica “tele” que puede comprarse con dinero. La calidad óptica de Carl Zeiss come aparte. A otro nivel de los mejores objetivos de Canon y Nikon. El angular Carl Zeiss Distagon 2/28 es un reflejo de la filosofía del fabricante alemán.
El angular Carl Zeiss Distagon 2/28 es –junto al 18/3.5– una de las ópticas Carl Zeiss “de nueva hornada”. Es de las menos conocida por los usuarios de cámaras Canon y Nikon. Viviendo a la sombra de leyendas como el 21/2.8 o el 35/1.4, no es fácil conseguir un hueco en el corazón (y el equipo) de los amantes de la máxima calidad fotográfica, pero solo por ser un Zeiss merece una atención especial y nada mejor que una prueba a fondo en las condiciones más duras para mostrar los límites de este gran desconocido.
En las manos
Fiel a la construcción en metal de los objetivos fabricados por el constructor alemán, el Distagon 28/2 ofrece unas dimensiones compactas y un peso –para ser un objetivo Carl Zeiss– ligero. El aro de enfoque ofrece unas dimensiones cómodas y el estriado permite una sujeción cómoda y efectiva, incluso con las manos sudadas o guantes. Trabajar con ópticas Carl Zeiss provoca pésimas adicciones, pues uno se acostumbra rápido a la elevada calidad de los materiales o a una calidad de imagen soberbia; el Distagon 28/2 reúne todos los aspectos que han convertido a Carl Zeiss en uno de los máximos exponentes de la calidad fotográfica.
Ergonomía y diseño
Tan solo el grabado lineal del aro de enfoque manual rompe las líneas suaves y redondeadas de una de las ópticas más armoniosas del catálogo de Carl Zeiss. Es el objetivo Carl Zeiss con mayor diferencia en el diseño para las monturas Canon y Nikon, más redondeado y ergonómico en el angular para las cámaras EOS y con un diseño más tradicional, en la montura para Nikon. Carece de enfoque interno, pero el corto recorrido del aro de enfoque (unos 120º) apenas logra desplazar unos 3mm la longitud total del objetivo.
Características técnicas
Incorpora 10 elementos ópticos, distribuidos en 8 grupos; carece de elementos asféricos, manteniendo el diseño del modelo original fabricado hace más de 3 décadas para la montura Contax/Yashica. Ofrece una distancia mínima de enfoque de 24cm. El diámetro para filtros es de ø58mm. La abertura mínima es ƒ/22. El diafragma está formado –como es tradicional en los objetivos Carl Zeiss– por 9 láminas, proporcionando el mejor efecto bokeh de todo el espectro fotográfico. El peso para la versión con montura Canon EF es de 580 gramos (500, para Nikon F).
Prestaciones
Su elevada calidad de imagen y un ángulo de visión angular moderado (74º) lo convierten en un angular “todo terreno” muy versátil, pues tanto sirve como óptica para paisajes, para reportaje social o fotoperiodismo. La corrección de las líneas es excelente (apenas se aprecian fugas o distoriones) y permite utilizarlo también en fotografía de arquitectura e interiorismo. La luminosidad de ƒ/2 dobla la de un objetivo ƒ/2.8 y facilita trabajar en condiciones escasas de luz sin la necesidad de un trípode o flash.
Luminosidad máxima de ƒ/2
Carl Zeiss ha diseñado una gama de angulares –comprendidos entre 35 y 25mm– con luminosidades de ƒ/1.4 y ƒ/2; esto permite a los usuarios de estos objetivos conseguir –disparando con grandes aberturas– primeros planos rabiosamente enfocados y fondos con una muy elevada riqueza en efecto bokeh, efecto poco frecuente al trabajar con angulares. La luminosidad máxima de ƒ/2 permite enfocar y disparar en situaciones adversas de luz (interiores, atardeceres…), sin perder –gracias a la calidad de los cristales Carl Zeiss– el elevado contraste de esta óptica.
Calidad óptica
No tener referencias fiables de este angular me permite analizarlo desde cero, sin ninguna influencia externa, ya sea positiva o negativa. La pantalla LCD de la EOS 5D Mark III muestra imágenes con una calidad óptica que roza el sobresaliente, ricas en detalle, con un contraste alto y la máxima fidelidad cromática. Mantiene la típica y única forma de entender la perspectiva de Carl Zeiss, donde los milímetros marcados en el angular parecen ser muchos más, a vista de unas imágenes libres de distorsiones y con una perspectiva que nada tiene que ver con el concepto clásico de un angular.
Contraste
Una de las características más significativas de los objetivos Carl Zeiss es –desde siempre– un contraste superior al del resto de fabricantes, factor que contribuye a incrementar la sensación visual de una calidad de imagen elevada. Los colores ofrecen un contraste muy superior a la de otras marcas, pero a la vez mantienen la máxima fidelidad cromática respecto al original. Un contraste favorece la percepción visual de calidad especialmente al utilizar grandes aberturas o en situaciones de luz adversas, como contraluces o fotografías en sombras o interiores.
Resolución lineal
Al comentar que disponía del angular 28/2 de Carl Zeiss algunos amigos fotógrafos me comentaron que “habían oído” que ofrecía una resolución lineal más bien discreta, por debajo de lo que se espera de un Zeiss… Lo cierto es que nadie sabía a ciencia cierta de alguien que tuviera este angular, cada vez más parecido a Keyser Söze: una leyenda urbana que nadie ha visto. La realidad demuestra que el Distagon 28/2 ofrece una excelente riqueza en el detalle, siendo –junto a su elevado contraste– otra de las características propias de los objetivos desarrollados por el fabricante alemán y a la que tampoco escapa el Distagon 28/2.
Sin la fama de ópticas como los angulares 35/2 ó 21/2.8, el Distagon 28/2 proporciona una resolución lineal muy elevada, que nada tiene que envidiar a sus hermanos de marca con más renombre y precios más elevados. Como demuestra el recorte al 100% de la fotografía superior, incluso utilizando aberturas muy elevadas es posible obtener la máxima riqueza en el detalle. La abertura de ƒ/2.2 a una distancia de enfoque muy cercana proporciona una profundidad de campo de apenas un par de centímetros, pero con la máxima calidad en el detalle.
Aberraciones cromáticas / viñeteo
No se observan aberraciones cromáticas destacables, incluso en las condiciones más extremas. Incluso fotografiando superficies metálicas y brillantes contra fondos oscuros (condiciones óptimas para conseguir aberraciones cromáticas) se ha conseguido arrancar al Carl Zeiss Distagon 2/28 defectos ópticos remarcables. Tampoco el viñeteo es significativo, manteniendo el muy alto nivel de corrección que ofrecen los objetivos Carl Zeiss.
Fugas y distorsiones
Una de las ópticas más perfectas jamás creadas fue el Biogon 38/4.5, fabricado por Carl Zeiss e incorporado en la Hasselblad SWC (SuperWide) y que durante décadas fue la mejor y preferida herramienta de trabajo de muchos profesionales de la fotografía de paisajes, arquitectura e interiorismo. La principal virtud de este angular (fabricado con una cámara a sus espaldas y equivalente a un 21mm, en paso universal) era la perfecta corrección de las fugas y distorsiones.
Los angulares de Carl Zeiss ofrecen –a diferencia del resto de fabricantes– una visión muy cercana la realidad, sin fugas exageradas, por más extrema que sea la distancia focal. Objetivos como –por ejemplo– el Distagon 18/3.5 ofrecen imágenes más similares a las que se podrían esperar de un 24 o incluso un 28mm en otros fabricantes. El 28/2 ofrece una corrección casi perfecta de distorsiones, con un efecto barril mínimo y unas fugas muy agradables a la vista.
Pruebas y resultados
Todas las fotografías se han realizado con una Canon EOS 5D Mark III, utilizando los modos de exposición manual y prioridad de abertura; el estilo de imagen seleccionado es el estándar y en algunas imágenes se ha utilizado el sistema HDR de la propia cámara, para lograr un mayor dramatismo tonal. La calidad de imagen es muy elevada, con un contraste alto, máxima fidelidad cromática y una resolución lineal mucho mayor de la esperada.
Conclusión
Ir descubriendo las bondades de una óptica de la que apenas tengo referencias comporta sensaciones encontradas; desde una mayor responsabilidad a la hora de valorar cada uno de los aspectos que –bajo mi criterio– determinan la calidad de un objetivo a la ilusión de explorar y hallar detalles fotográficos capaces de seducirme hasta el punto de recomendar su adquisición. El Carl Zeiss Distagon 2/28 es una de las ópticas menos conocidas de Carl Zeiss, por los usuarios de Canon y Nikon, pues vive a caballo de los excelentes angulares de 35mm y ese mito viviente que es el 21mm.
La distancia focal de 28mm es la más clásica entre los angulares, siendo durante décadas sinónimo de angular. Si Marcel Proust iba en busca del tiempo perdido de forma literaria, el Distagon 28/2 es un homenaje al concepto más clásico y puro de las esencias fotográficas primigenias. Se aleja de plástico, elementos asféricos y micromotores de enfoque electrónicos. Fotografía pura de máxima calidad. Robusto metal y el más puro cristal. Como buena óptica Carl Zeiss de enfoque manual, el 28/2 es un objetivo para iniciados, para los amantes de la calidad, capaces de ahorrar cada euro que vale una de las joyas menos conocidas del mejor fabricante mundial de lentes fotográficas.
La calidad de imagen es excelente. El alto contraste, los tonos neutros y una resolución lineal elevada desvelan la mano del fabricante alemán. Mantiene esa extraña y única forma que tiene Carl Zeiss de entender el mundo a través de sus angulares. Proporcionan una visión natural, más cercana a la realidad . El Carl Zeiss Distagon 2/28 ha supuesto una muy agradable sorpresa, mostrando un comportamiento humilde, pero noble.
Lo mejor
- calidad de los materiales de construcción
- ergonomía y diseño
- enfoque (manual) cómodo y preciso
- luminosidad ƒ/2
- excelentes prestaciones ópticas
- alto contraste
- resolución lineal muy elevada
- máxima fidelidad cromática
- nulas distorsiones
- aberraciones cromáticas controladas
- parasol metálico, con revestimiento antirreflectante
- relación calidad-precio
Mejorable
- carece de enfoque interno
- objetivo poco conocido, que vive a la sombra de mitos como el Distagon 21/2.8