Samyang 8mm ƒ/2.8 UMC II

El ojo de pez es una de las ópticas más singulares del catálogo de los fabricantes de cámaras réflex, pues incluso un fabricante como Canon carece de un ojo de pez de focal fija en su actual gama de objetivos. El precio –por lo general, elevado– y unas prestaciones a priori limitadas restringen el acceso y popularización de este tipo de objetivos. El Samyang 8mm ƒ/2.8 UMC II es el ojo de pez con mejor relación-precio del mercado.

En el sistema mirrorless, la disponibilidad de un ojo de pez se limita al formato Micro 4/3, dejando a monturas como Sony E, Canon M o la serie X de Fujifilm desamparadas y sin la posibilidad de acceder a una de las ópticas más divertidas, tanto de utilizar como por los resultados que ofrece esta focal.

Samyang presenta la versión II de su ojo de pez 8mm ƒ/2,8 UMC para el entorno mirrorless, mejorando aspectos como el contraste y el detalle y mantieniendo la excelente relación calidad-precio, seña de identidad tradicional del fabricante coreano.

En las manos

El nuevo ojo de pez Samyang 8mm ƒ/2.8 UMC II se ha desarrollado para cámaras sin espejo y dispone de unas dimensiones muy compactas que ayuda –a diferencia de los modelos adaptados del entorno réflex– a mantener la moderación en el tamaño de la filosofía mirrorless.

Disponible en el clásico color negro y en cromado, la versión II del ojo de pez Samyang es uno de los objetivos de todo el panorama fotográfico que más engaña, pues ofrece un potencial muy superior a lo esperado en una óptica de estas características y prestaciones.

Ergonomía y diseño

La simplicidad de las formas, su peso liviano y un tamaño muy compacto convierten al nuevo ojo de pez de Samyang en una óptica que invita a estar siempre en la reserva de nuestro equipo, sin ser uno de los objetivos que más utilicemos. El aro de enfoque (casi virtual, dada la enorme profundida de campo de estos objetivos) y el aro de aberturas rompen la armonía de unas líneas suaves y continuas. El parasol fijo de pequeñas dimensiones cumple a la perfección su cometido.

Características técnicas

Incorpora 11 elementos, distribuidos en 8 grupos ópticos; destacan los 3 elementos de dispersión extrabaja (ED) y los 2 de superficie asférica encargados –de manera respectiva– de controlar la caída del contraste y las aberraciones cromáticas. La distancia mínima de enfoque es de 30 centímetros y –por su construcción– no admite filtros roscados en el frontal. El rango de aberturas está comprendido entre ƒ/2.8 y ƒ/22 y ofrece un peso (en la montura X de Fujifilm) de apenas 275 gramos.

Prestaciones

A lo largo de mi vida profesional, he sido usuario de seis equipos diferentes y tan solo una vez me decanté por la adquisición de un ojo de pez, pues el alto precio de estas ópticas –en mi caso– no justificaba un gasto tan elevado. La aparición de Samyang en el mercado ha permitido acceder a una gama de ópticas extremadamente luminosas o peculiares, como este ojo de pez de formato completo 8mm ƒ/2.8 UMC II.

Las prestaciones de un ojo de pez dependen en gran parte de las preferencias de cada usuario y así podrán aplicarse a un amplio abanico de escenarios fotográficos, que van desde el paisaje hasta la captura de instantáneas urbanas (street photo).

Personalidad propia

Existen dos versiones de ojo de pez: la que muestra un círculo en el centro del fotograma con 180º tanto en vertical como en horizontal y la que –como en el caso del Samyang que hoy analizo– ofrece una visión de 180º en la diagonal de la imagen, que ocupa la totalidad del fotograma. En las fotos inferiores (probando el sistema HDR de la Canon EOS 5D Mark III con el zoom Canon EF 8–15/4 L) puede apreciarse la diferencia entre ambos conceptos de la visión de un ojo de pez.

Personalmente, soy mucho más partidario del ojo de pez de fotograma completo, pues me parece más adecuado a los formatos del papel fotográfico y las revistas, además de ofrecer –en mi opinión– una mayor calidad de imagen, mucho más cercana a la visión y concepto que tenemos de una fotografía.

Enfoque

No sería descabellado afirmar que el ojo de pez de Samyang es el primer objetivo de enfoque automático de la firma coreana, pues practicamente se obtiene foco desde un primer plano hasta infinito con solo cerrar a ƒ/5.6 o cualquier otra abertura intermedia.

Bromas aparte, el nuevo 8mm ƒ/2.8 UMC II ofrece un corto recorrido de enfoque y bastará jugar con la hiperfocal para conseguir que todas las capturas ofrezcan un enfoque muy correcto, lo que permitirá al usuario disparar sin mirar por el visor o la pantalla LCD de la cámara.

Calidad óptica

Recomiendo probar las cualidad ópticas de la nueva versión del popular ojo de pez del fabricante coreano especialmente a los usuarios de la primer versión, pues las mejoras a nivel óptico son más que remarcables. Tanto el contraste como la resolución lineal –respecto a la versión original– se han incrementado, mientras que el viñeteo y las aberraciones cromáticas de han corregido de manera notable.

La calidad del color es excepcional, mostrando la máxima fidelidad cromática. El alto contraste y una resolución lineal elevada proporcionan una calidad de imagen excepcional en una óptica de estas características, que convierten al Samyang 8/2.8 II en el ojo de pez con mejor relación calidad-precio del mercado para el segmento mirrorless.

Pruebas y resultados

Todas las fotografías se han realizado con una cámara Fujifilm X-E2, utilizando los modos de exposición manual y prioridad de abertura. A diferencia de algunos objetivos de la marca coreana desarrollados para el entorno réflex, la medición de la exposición apenas ha ofrecido variaciones respecto a lo que se aprecia por el visor electrónico o la pantalla LCD.

Ningún objetivo ofrece una visión tan divertida y sui generis como un ojo de pez, mostrando los detalles más próximos en un ángulo de 180º. No es difícil que incluso aparezca (de manera involuntaria) el dedo índice izquierdo, si sujetamos el objetivo en el extremo frontal o incluso los pies, si se realiza un “picado”.

Conclusión

Pocas ópticas ofrecen resultados tan divertidos como un ojo de pez, especialmente si en street photo se fotografía discretamente a un par de palmos de la situación. Reconozco que no es la focal idónea para llevar siempre montada en nuestra cámara, pero las prestaciones de un ojo de pez y la mejor relación calidad-precio del mercado convierten al Samyang 8mm ƒ/2.8 II en un objetivo muy a valorar por los amantes de experimentar con nuevas focales y ángulos de visión.

La calidad óptica me ha sorprendido de manera muy significativa, pues aún conociendo la tradicional calidad de imagen ofrecida por los objetivos Samyang, no es habitual encontrar un ojo de  pez que ofrezca alto contraste, riqueza en el detalle y una fidelidad cromática tan elevada.

Las prestaciones del ojo de pez de formato completo Samyang 8/2.8 II van más allá del paisaje o la arquitectura, siendo un excelente y muy discreto aliado para la captura de instantáneas urbanas (street photo), pues basta ponernos a medio metro de la acción para conseguir imágenes casi imposible de conseguir con otro tipo de focales.

Los usuarios de cámaras mirrorless tienen en el nuevo ojo de pez Samyang 8mm ƒ/2.8 UMC II la oportunidad de abandonar los zooms y el sistema de enfoque automático y aventurarse por los senderos desconocidos del enfoque manual y ángulos de visión exagerados, pero que les aportarán un sinfín de nuevas satisfacciones con la mejor relación calidad-precio del mercado.

Lo mejor

• diseño muy compacto
• peso ligero
• prestaciones singulares
• luminosidad de ƒ/2.8
• calidad óptica muy elevada
• alto contraste
• riqueza en el detalle
• fidelidad cromática
• excelente relación calidad-precio: 289 euros

Mejorable

• materiales de construcción
• ausencia de escala de profundidad de campo
• reticencia de los usuarios hacia este tipo de objetivos

Valoración

• construcción:
• diseño y ergonomía:
• prestaciones:
• calidad óptica:
• relación calidad-precio:
• valoración personal: