Sesión de moda realizada con la serie X de Fujifilm

Desde el nacimiento de la fotografía, tanto fabricantes como profesionales siempre han buscado la máxima calidad de imagen. De las grandes, pesadas y nada prácticas cámaras de placas se pasó a formatos más manejables y ligeros, que permitían abrir la fotografía más allá de las cuatro paredes de los estudios fotográficos. La inicial pérdida de calidad de calidad al reducir el formato de la película se compensó con diseño ópticos más precisos y –especialmente– por llegar a todos los ámbitos de la fotografía.

La llegada de la tecnología digital a la fotografía supuso la mayor revolución en el mundo de la fotografía desde la aparición de la película en color y obligó a buena parte de los profesionales a adaptarse a trabajar con programas de edición de imágenes como Photoshop y –en muchos casos– también a cambiar de formato, de cámaras de película de formato medio a réflex full frame o incluso APS-C.

¿Fotógrafos o ingenieros?

Existe la creencia de que cuanto más grande es el sensor, mejor es la calidad ofrecida. Lo que cualquier físico o ingeniero mantendría hasta la muerte no siempre es así en fotografía, porque en fotografía es la calidad de imagen lo que cuenta y no el área del sensor. La nueva generación de sensores Fujifilm X-Trans II sin filtro de paso bajo proporcionan una calidad de imagen similar (sino superior, en muchos casos) a los que ofrecen los mejores modelos SLR con sensor de formato completo.

La herencia recibida

Al igual que los partidos que llegan al poder acusan al gobierno anterior de “la herencia recibida”, el mundo de la fotografía réflex también debe cargar con la pesada losa de millones de objetivos diseñados para el formato de película de 35mm. Aún siendo ópticas de elevada calidad, muchos de los diseños de esos objetivos han quedado obsoletos y no alcanzan las muy elevadas exigencias de los últimos sensores digitales.

Ópticas digitales

Los sensores digitales ofrecen una resolución muy superior a las mejores películas de soporte químico; basta comprobar con un cuentahilos el detalle que ofrecían las diapositivas de 35mm (incluso de formatos superiores) para entender de manera instantánea que una buena fotografía digital ofrece una calidad de imagen muy superior a la que se podía conseguir con película de soporte químico.

Para sacar el máximo partido a estos nuevos sensores, fabricantes como Fujifilm y Olympus han desarrollado nuevos diseños y ópticas capaces de generar la mejor calidad de imagen, mostrando una elevada riqueza en el detalle y un alto contraste. La fidelidad cromática de los nuevos objetivos es máxima, permitiendo reproducir a la perfección desde los tonos piel al color original de las prendas de moda.

Más allá del full frame

Pocos profesionales se resisten más a cambiar que los fotógrafos y buena muestra de esta afirmación es la creencia de que solo un sensor de formato full frame puede ofrecer una calidad de imagen profesional. Si en lugar de mirar el tamaño del sensor prestásemos más atención a la calidad de imagen de las fotografías no sería extraño ver a muchos profesionales trabajando con equipos del segmento mirrorless.

La cercanía del objetivo con el sensor porporciona una calidad de imagen en un sensor de formato APS-C similar o superior a la que pueden ofrecer algunos modelos réflex con sensores full frame. La pérdida de luz es mínima, a la vez que pueden diseñarse ópticas más luminosas sin apenas aberraciones cromáticas.

Trabajar con mirrorless

Acostumbrado a las grandes y pesadas cámaras réflex, el cambio a una pequeña mirrorless es una mezcla de sensaciones. Al principio, las dimensiones compactas de la X-T1 pueden parecernos excesivamente pequeñas, pero cuando una sesión de moda se alarga, la espalda agradece mucho trabajar con una cámara mucho más ligera.

El visor electrónico no ha supuesto problema alguno, pues de hecho facilita visualizar y –si se necesita– compensar valores tan fundamentales en la toma como la exposición y el balance de blancos, ya que muestra exactamente la imagen que se grabará en la tarjeta de memoria.

Las ópticas (en mi caso, el nuevo Fujinon XF 56mm ƒ/1.2 R APD) son –al igual que los cuerpos de las cámaras– mucho más compactas y ligeras, pero ofrecen una construcción mucho más robusta que cualquier objetivo fabricado por los dos gigantes del entorno réflex, que se decantaron por la utilización de materiales plásticos, en una mezcla de aligerar peso y –en especial– ahorrar costes de producción.

Calidad de imagen

Las fotografías capturadas con el conjunto formado por la cámara X-T1 y el nuevo objetivo 56/1.2 APD no tienen nada que envidiar a la calidad que ofrecen los modelos réflex con sensor de formato full frame, mostrando un detalle muy elevado y un alto contraste. La respuesta de la fotometría y del balance automático de blancos (incluso en sombras) es excelente; la facilidad para compensar la luz a través del visor electrónico supera las prestaciones de los clásicos visores ópticos.

Pruebas y resultados

Se han realizado diversas sesiones de moda en el Caribe, utilizando una cámara X-T1 y el nuevo teleobjetivo Fujinon XF 56mm ƒ/1.2 R APD, dos de los mejores productos fabricados por Fujifilm. La calidad óptica del nuevo objetivo 56/1.2 APD supera –en mi opinión– la calidad del modelo tradicional, mostrando un desenfoque posterior más acusado, idóneo en la fotografía de moda.

Las fotografías (a excepción de la última) se muestran sin retoques ni manipulación, más allá de compensar brillos. Todas las fotografías se han disparado con aberturas comprendidas entre ƒ/1.4 y ƒ/2, para mostrar la calidad de esta singular óptica con las aberturas más elevadas. Se ha empleado tanto el sistema de enfoque automático, como el manual, pues no es extraño que el punto de foco se pierda al componer la imagen al utilizar las aberturas más extremas. Los diferentes sistemas de ayuda al enfoque manual de la X-T1 ayudan al profesional a conseguir el foco más preciso en cualquier parte del encuadre.

Conclusión

He podido comprobar en persona que perder el miedo a utilizar las cámaras y objetivos de la serie X en mi trabajo profesional tiene una triple recompensa: las fotografías ofrecen una excelente calidad de imagen, mi espalda no se resiente como cuando cargo los pesados equipos réflex y el precio es notablemente inferior al sistema SLR.

Como fotógrafo debo valorar la calidad de imagen y no las dimensiones de un sensor, pues –al fin y al cabo– siempre busco ofrecer a mis clientes la máxima calidad, sin importar el tamaño de la cámara, ni de su sensor. La calidad óptica de los objetivos Fujinon de la serie X es muy superior a la mayoría de ópticas diseñadas durante la época de la película de soporte químico; el alto contraste y una muy elevada resolución lineal proporcionan una calidad de imagen suficiente para satisfacer las exigencias de las revistas más prestigiosas.

Modelo: Esteffani D.

Maquillaje: by Maxiry Makeup

Agradecimientos:

• Pertegaz, para Karambake
• Hotel Villa Colonial