Fujifilm X-Pro3

Tardó más de lo previsto, pero la cámara Fujifilm X-Pro3 llegó a los escaparates de los establecimientos fotográficos poco antes de la explosión de la pandemia del Covid-19. Sin el clásico sistema de navegación de cuatro botones, sin estabilizador, ni un visor de dimensiones óptimas, la cámara Fujifilm X-Pro3 quiere seducir a los usuarios de la serie más clásica de la Serie X con la novedad del sensor X-Trans 4, el acabado más exlusivo y resistente y un sistema AF más rápido. Y poco más, salvo un muy peculiar concepto de pantalla LCD móvil, que no dejará indiferente a nadie y al que dedico un apartado propio más adelante.

Con la tapa superior e inferior fabricadas en titanio y la opción del acabado Duratect, que garantiza la mayor protección a los arañazos y golpes, la Fujifilm X-Pro3 es el modelo más resistente de la Serie X fabricado hasta hoy. El sellado de los puntos más delicados llega por fin a la gama X-Pro, facilitando utilizar la cámara que hoy analizo en los climas más adversos e impidiendo la entrada de polvo, humedad y lluvia ligera.

En las manos

La gama X-Pro de Fujifilm no ganará el premio al diseño más cómodo en las manos. Heredera de las clásicas líneas que auparon a la serie M de Leica, la Fujifilm X-Pro3 es una cámara para hacer fotos, no para disparar. La discreta agarradera de la nueva X-Pro3 es insuficiente para garantizar un disparo cómodo en vertical cuando se utilizan ópticas grandes y pesadas, como el zoom Fujinon XF 50-140/2.8 R LM OIS WR. La cámara Fujifilm X-Pro3 mantiene el diseño clásico de cámara de telémetro y es –en mi opinión– un modelo muy adecuado para el reportaje fotográfico más tradicional y la street photography.

Ergonomía y diseño

En la tapa superior de la cámara Fujifilm X-Pro3 encontramos la leva de puesta en macha de la cámara, rodeando el botón disparador. Los diales de compensación de exposición y de velocidades de obturación (que incorpora el selector de sensibilidades) mantienen su posición tradicional de los modelos anteriores X-Pro. Un botón de función personalizada completa la botonería en la zona superior de la Fujifilm X-Pro3.

En la parte trasera se encuentra la pantalla de la discordia, oculta tras una pequeña pantalla LCD de información, que nos muestra los valores de exposición seleccionados. El joystick de selección del punto de enfoque, el dial de control trasero y los botones dedicados al modo de disparo, bloqueos de enfoque y exposición, acceso al menú general y menú rápido (“Q”), visualización y borrado de las capturas y un segundo botón de función personalizada configuran el resto de controles de la cámara Fujifilm X-Pro3.

Los ingenieros de diseño de Fujifilm han eliminado los clásicos cursores de navegación, que a la vez configuran el acceso rápido al balance de blancos y modos de enfoque automático, de disparo y de simulación de película. Al igual que sucede con las nuevas Fujifilm X 100V y Fujifilm X-T4, considero un error que las nuevas cámaras de la Serie X no ofrezcan ambos sistemas de navegación, pues así el usuario podría elegir el que le sea más cómodo.

Fujifilm X-Pro3: la cámara digital de 35mm

La gama X-Pro fue la encargada de abrir el camino a la Serie X de Fujifilm de cámaras de óptica intercambiable en un mercado que había cambiado desde los modelos Fuji de formato medio. Tras la excelente acogida de la cámara Fujifilm X100 en la feria Photokina 2010, la X-Pro1 llegó al mercado con el objetivo estándar 35mm ƒ/1.4, el teleobjetivo macro 60mm ƒ/2.4 y el angular 18mm ƒ/2. Desde su nacimiento, la X-Pro1 fue una cámara muy bien acogida por los amantes del reportaje clásico, gracias a un diseño muy cercano al de las cámaras Leica de telémetro de la Serie M. La evolución de la gama X-Pro ha sido tal vez más lenta que la experimentada por la línea X-T, pues –en mi opinión– fue un concepto mejor resuelto desde sus orígenes.

Las críticas a la velocidad de enfoque de las dos versiones anteriores a la Fujifilm X-Pro3 son –para mí– infundadas, pues no son cámaras orientadas a la fotografía deportiva o de acción, sino al disfrute de la fotografía. Siento que la gama Fujifilm X-Pro es la más cercana a la metodología de trabajo de una cámara de película de 35mm, donde el tiempo y la dedicación para “hacer una fotografía” (con todo el significado que conlleva “hacer”) prevalece sobre la velocidad AF o la cadencia de disparo de una cámara. Personalmente, disfrutaría igual de la gama X-Pro, si disparase tan sólo una foto por segundo.

Especificaciones técnicas

Aunque sea a cuentagotas, los fabricantes añaden nuevas prestaciones a sus últimos modelos y la cámara Fujifilm X-Pro3 llega con un buen número de ellas. El aspecto más importante –además de los resistentes materiales de construcción– es una respuesta más rápida del sistema de enfoque automático. La detección de enfoque a -6 E.V. facilita utilizar el sistema AF prácticamente a oscuras, con valores lumínicos que sólo el destello de un flash puede iluminar.

Las características principales de la cámara Fujifilm X-Pro3 son:

• Sensor retroiluminado X-Trans CMOS 4 de 26,1 megapíxeles
• Procesador de imágenes X-Processor 4
• Construcción de titanio duradera
• Sellado hermético en 70 puntos
• Archivos RAW de 14 bits
• 4 modos de exposición
• 4 modos de fotometría
• 10 modos de balance de blancos
• 17 modos de simulación de película
• Nuevo modo de simulación de película “CLASSIC Neg”
• Nuevo modo “Color Chrome” azul (además del rojo, ya existente)
• Sensibilidad nominal: 160 – 12.800 ISO
• Sensibilidad ampliada: 80 – 51.200 ISO
• Visor híbrido, óptico y electrónico de 3,69 millones de puntos de resolución
• Pantalla táctil LCD reclinable 180º, con 1,62 millones de puntos de resolución
• Sistema de enfoque híbrido inteligente
• Mayor velocidad del sistema AF
• Cadencia máxima de disparo: hasta 11 f.p.s. (30 f.p.s, con recorte 1,25x)
• Vídeo 4K 30p
• Conectividad con smartphone

Prestaciones

Como he indicado anteriormente, la cámara Fujifilm X-Pro3 es un modelo muy adecuado para el reportaje fotográfico clásico y la captura de instantáneas urbanas (street photo). No es la cámara que yo elegiría para moda y retrato, pues es un modelo que en vertical ofrece una sujeción menos cómoda que otros modelos de la propia Serie X de Fujifilm, en especial si se utilizan objetivos largos y pesados. Su diseño retro la aleja del concepto “profesional” de las cámaras réflex, siendo un modelo más amigable a los ojos desconfiados, una característica muy a tener en cuenta, si se desea pasar desapercibido en ámbitos como la captura de instantáneas urbanas.

Modos de exposición

Las cámaras de la Serie X de Fujifilm disponen de los cuatro modos de exposición más clásicos, pues se supone que son modelos orientados a usuarios que tienen conocimientos fotográficos suficientes para no caer en la dictadura de modos programables híbridos o inteligentes. La personalidad de la cámara Fujifilm X-Pro3 la convierte en un modelo muy adecuado para fotografiar en modo de exposición manual, siendo un modelo para disfrutar de la fotografía.

Los modos de exposición incluidos en la Fujifilm X-Pro3 son:

• Manual
• Prioridad de abertura
• Prioridad de obturación
• Programable

Fotometría

Pocos fabricantes ofrecen una medición de luz más precisa que Fujifilm. La Serie X ofrece las máximas garantías en la fotometría, tanto al disparar a pleno sol, como en interiores y sombras. Disponer de una medición de luz solvente ahorra al usuario perder horas ante el ordenador, ajustando la exposición en el procesado posterior de las capturas. La Fujifilm X-Pro 3 incorpora los modos de fotometría:

• Ponderada al centro
• Multizonal
• Puntual
• Promedio

Balance de blancos

La calidad y fidelidad del color de las fotografías realizadas con cámaras de la Serie X y GFX de Fujifilm son –en mi opinión– las mejores del mercado. Además de los modos de simulación de película (estilos de foto, en otras marcas), la medición de la temperatura de color es otro de los factores que suman en la columna del “haber” en los modelos Fujifilm. La cámara X-Pro3 mantiene la tradicional fiabilidad de los modelos anteriores, capaz de ofrecer una excelente respuesta, ya sea en interiores iluminados con luz artificial o en exteriores a pleno sol.

Los modos de balance de blancos de la Fujifilm X-Pro3 son:

• Automático
• Personalizado (3 perfiles)
• Luz día
• Sombra
• Luz artificial
• Fluorescente (frío, cálido y luz día)
• Subacuático
• Modo manual (2.500 – 10.000ºK)

Modos de simulación de película

Buena parte del prestigio de la Serie X de Fujifilm reside en la calidad y fidelidad del color. Décadas de experiencia en la fabricación de película fotográfica convierten a Fujifilm en la referencia del segmento digital, al mostrar colores más naturales y cercanos a los tonos originales. Los primeros modelos digitales nos intoxicaron con una fotografía excesivamente pictórica, alejada de los colores reales, al mostrar tonos exageradamente saturados. Una moda que aún pervive en los smartphones. La oferta de modos de simulación de película de las cámaras Fujifilm de la Serie X facilitan seleccionar el contraste y saturación más adecuados a las características de la escena que se fotografía. Otro punto destacable es la innovación constante con nuevos modos, como el Classic Neg, novedad en la X-Pro3.

Los modos de simulación de película incorporados en la Fujifilm X-Pro3 son:

• PROVIA / estándar
• Velvia / vívido
• ASTIA / suave
• Classic Chrome
• PRO Neg.Hi
• PRO Neg.Std
• Blanco y negro (+ filtro Y, + filtro R y + filtr G)
• Sepia
• ACROS (+ filtro Y, + filtro R y + filtr G)
• ETERNA/Cinema
• Classic Neg.

Classic Neg.

Tras la aparición de los modos Classic Chrome y ACROS para fotografía, llegó el modo ETERNA para vídeo. La última incorporación se llama Classic Neg. y es un modo que emula la suavidad de los tonos ofrecidos por las películas fotográficas negativas de gama aficionado, tipo Superia. En mi opinión, es una excelente opción para el retrato y la fotografía de grupos. Los tonos se alejan del contraste y saturación característicos de la electrónica digital y muestran colores más propios de la fotografía tradicional de soporte químico.

Efecto cromado: rojo y azul

La cámara de formato medio GFX-50S fue el primer modelo Fujifilm que incorporó el efecto cromado, dedicado al color rojo. Todos sabemos que el rojo es un color maldito para los sensores CMOS y no es extraño comprobar como este color desborda o “muerde” las siluetas, sobresaliendo del propio perfil de los motivos de color rojo. Por otra parte, el efecto cromado rojo (incluido ya en cámaras de la Serie X) ofrece tonos más reales al original.

La cámara Fujifilm X-Pro3 presenta la novedad del efecto cromado azul, además del ya existente para el color rojo. Esta prestación altera la palidez de los cielos, mostrando tonos más saturados e intensos. La realidad fotográfica, guardada en un cajón, por fin suelta el lastre de la fantasía más pictórica.

Ausencia de estabilizador

Fujifilm tuvo en la X-T3 la posibilidad de añadir el enorme valor añadido de un sistema de estabilización, reservado a los modelos X-T4 y X-H1, en mi opinión, el menos representativo de la Serie X por su peso, dimensiones y diseño. La cámara Fujifilm X-Pro3 podía resarcir de esta orfandad a sus usuarios, por ser un modelo orientado al reportaje, como la gama X100, que también se mantiene sin un sistema de estabilización. No es difícil obtener imágenes trepidadas al utilizar velocidades de obturación por debajo de 1/30seg.

Visor

La Fujifilm X-Pro1 llegó en 2011 con un visor híbrido, que combinaba el visor óptico de las cámaras clásicas de telémetro de 35mm (tipo Leica Serie M) y el visor electrónico de las cámaras digitales sin espejo. Las dos primeras versiones X-Pro pecaban –para mí– de un tamaño de visor demasiado pequeño. La cámara Fujifilm X-Pro3 corrige este punto, pero de manera insuficiente. Considero que un visor de dimensiones más grandes facilitaría el trabajo a los profesionales, haciendo de la X-Pro3 un modelo más completo, más aún teniendo en cuenta que ahora el peso de la visualización de la escena a fotografiar recae de forma casi íntegra en el visor.

Una velocidad de refresco de hasta 200 f.p.s. y la resolución de 3.69 millones de puntos convierten al visor electrónico de la Fujifilm X-Pro3 en uno de los más “naturales” del entorno mirrorless a los ojos más críticos con este tipo de visores. La facilidad que otorga comprobar la exposición y el balance de blancos en el mismo visor es de gran ayuda al disparar en el modo de exposición manual.

Pantalla LCD

Llegamos al punto de la discordia –junto a la ausencia de un sistema de estabilización y la pérdida de la navegación de cuatro botones– en la cámara Fujifilm X-Pro3. Éste es el motivo que hará odiar o amar al último modelo de óptica intercambiable de la Serie X. Los usuarios de la gama X-Pro reclamaban a Fujifilm una pantalla LCD móvil, que no llegó con la X-Pro2. La respuesta de la multinacional nipona no deja a nadie indiferente, pues la pantalla está oculta a los ojos del usuario. Para poder visualizar las capturas, éste deberá desplegar la pantalla en una posición de 180º hacia abajo (90º, si desea ver las imágenes desde un punto de vista vertical). Una pequeña pantalla LCD muestra buena parte de la información de los parámetros seleccionados.

Personalmente, considero que la decisión de incorporar esta pantalla es cobarde por parte de los ingenieros de desarrollo de Fujifilm, pues no se han atrevido a eliminar la pantalla LCD, como sí hizo Leica con su modelo M-D. La línea X-Pro desarrolla cámaras para el disfrute de la fotografía. Una fotografía que se fundamenta en la solidez del trabajo bien hecho, sin prisas, en que el usuario (profesional o aficionado entusiasta) dedica tiempo a la composición y a la exposición. La Fujifilm X-Pro3 no es una máquina de disparar, sino una cámara para “hacer fotografías”. Pensarlas. Fabricarlas. Moldearlas. Es el modelo de la Serie X que podría eliminar sin traumas ni problemas la pantalla LCD y ofrecer a su usuario la experiencia “más analógica” de la Serie X.

Sistema AF

La incorporación del procesador de imagen X-Processor 4 agiliza de manera notable la respuesta del sistema AF en la X-Pro3 y es el modelo de la gama X-Pro con el sistema AF más rápido. Los objetivos LM son los más beneficiados, pues la respuesta de enfoque de ópticas como el objetivo estándar Fujinon XF 35mm ƒ/1.4 R o el popular teleobjetivo Fujinon XF 56mm ƒ/1.2 R sigue siendo muy discreta.

La capacidad de enfocar a -6 E.V. facilita la utilización del sistema de enfoque automático prácticamente a oscuras. Esto desborda las propias prestaciones fotográficas de la cámara, que deberá utilizar la luz de un flash o una exposición muy larga para mostrar la escena enfocada. Personalmente, creo que sería más útil que los fabricantes mejorasen las distintas opciones de ayuda al enfoque manual, para aquellos usuarios que prefieren un control menos automatizado de la cámara.

Un año con la Fujifilm X-Pro3

El movimiento se demuestra andando y nada mejor que disponer durante un año de la cámara Fujifilm X-Pro3 para saber qué sensaciones me regala. Fui un enamorado de la X-Pro2 y tenía muchas ganas de saber qué me deparaba la nueva versión X-Pro3. Es el modelo más cómodo en las manos de la línea X-Pro, pero no alcanza el nivel de otros modelos de la Serie X, como la gama X-T. El visor híbrido debería tener –en mi opinión– mayores dimensiones, para mejorar la visualización, en especial para los usuarios que utilizan gafas.

El peculiar diseño de la pantalla LCD de la Fujifilm X-Pro3 nunca ha sido una rémora, pues no suelo revisar las capturas en cámara, aunque sí la utilizo para disparar a ras de suelo. Entiendo que algunos usuarios encuentren incómodo o incomprensible el nuevo diseño de la pantalla LCD. Insisto en que siento que la cámara Fujifilm X-Pro3 es el modelo de la Serie X más adecuado para eliminar por completo la pantalla LCD. La zona de apoyo del pulgar derecho dispone de los botones de acceso rápido al menú (“Q”) y de función personalizada. En la práctica, he presionado el botón “Q” de manera involuntaria en diversas ocasiones, interrumpiendo la fluidez natural entre cámara y fotógrafo durante el proceso de realizar una fotografía.

Calidad de imagen

La calidad del color de las capturas realizadas con cámaras Fujifilm es –para mí– la más elevada del mercado, siento también el fabricante que mejor ha resuelto la conversión de un sensor RGB a blanco y negro. Además, buena parte de los objetivos Fujinon XF ofrecen una calidad óptica muy superior a la de sus primos del entorno réflex. El sensor APS-C de la Serie X ofrece las ventajas y limitaciones propias de este formato, aunque es más que suficiente para satisfacer las necesidades del usuario más exigente.

Respuesta a ISO altos

La excelencia en la calidad de imagen tiene límites, marcados por los valores ISO más altos. Es la zona “segura”, donde la sensibilidad mantiene un buen contraste, señal de ruido y fidelidad cromática. ¿De qué sirve que una cámara supere la cifra de 100.000 ISO, si la calidad de imagen es pésima? Personalmente, limito la sensibilidad a valores inferiores a 6.400 ISO y juego con la abertura y la velocidad de exposición. De ahí la importancia de un sistema de estabilización y así conseguir una mayor calidad de imagen.

Las pruebas realizadas con la cámara Fujifilm X-Pro3 mantienen los límites de una excelente calidad de imagen en 4.000 ISO. El contraste, el detalle y la fidelidad a los tonos originales se mantiene hasta el valor de 6.400 ISO. A partir de esta cifra la señal de ruido es evidente y el contraste empieza a reducirse de forma progresiva.

Las pruebas

He utilizado el objetivo Fujinon XF 23mm ƒ/2 R WR y los modos de exposición manual y prioridad de abertura para la realización de las fotografías que ilustran este artículo. Pasé del modo AF al modo de enfoque manual, pero siento que la mezcla de visor electrónico y objetivos con enfoque automático carece de la sensibilidad de los tradicionales sistemas de enfoque manual de los visores réflex. Por otra parte, tampoco los distintos sistemas de ayuda al enfoque manual de las cámaras sin espejo resuelven de manera satisfactoria poder enfocar a mano.

Conclusión

Fujifilm tenía en la X-Pro3 la oportunidad de desmarcarse del resto de marcas que fabrican máquinas de disparar. Pudo desarrollar un modelo para disfrutar de la fotografía más pura. Siento que la Fujifilm X-Pro3 no se atreve a dar el salto de fe que eliminaría la pantalla de enfoque, como sí hizo Leica. La ausencia de un sistema de estabilización es un punto a tener en cuenta y que valoro mucho más que una amplia escala de sensibilidades. El sistema para visualizar las capturas es –además de incómodo– antiestético e irracional. Tampoco el reducido tamaño del visor se ha resuelto en la cámara Fujifilm X-Pro3. El nuevo control de gestos en la pantalla LCD táctil comporta la pérdida de los cuatro botones de navegación, en lugar de ofrecer ambas opciones.

El incremento en la velocidad del sistema AF afecta en especial a los objetivos Fujinon LM. Modelos tan excelentes como el macro 60/2.4 o el popular teleobjetivo 56/1.2 no mejoran la respuesta del sistema de enfoque automático de una manera sustancial. En su defensa, considero que la esencia y diseño de la línea X-Pro no están orientados para la fotografía de acción. Es una cámara para disfrutar de la fotografía y la velocidad de enfoque en este modelo no será el motivo que decida su compra.

La comercialización masiva de la cámara Fujifilm X-Pro3 coincidió con el momento más crítico de la pandemia. Ha sido uno de los modelos más afectados por una crisis sanitaria y económica global. No es el modelo X-Pro soñado, pero la cámara Fujifilm X-Pro3 dispone de una excelente calidad de imagen y mantiene buena parte de las esencias que convirtieron a esta gama de la Serie X en la preferida por los amantes de la fotografía más tradicional. La ausencia de estabilizador, su pantalla LCD acomplejada y un precio elevado son el lastre que merma la esperada renovación de la X-Pro2, uno de los modelos más identitarios de la Serie X de Fujifilm.

Lo mejor:

• Cámara para disfrutar de la verdadera fotografía
• El titanio y el acabado Duratect la convierten en el modelo con mayor resistencia de la Serie X de Fujifilm
• Modelo sellado contra polvo, humedad y salpicaduras
• Fidelidad y calidad del color, aspecto en el que Fujifilm mejora al resto de fabricantes
• Amplia variedad de modos de simulación de película
• Mayor resolución del visor electrónico y de la pantalla LCD
• Calidad de imagen elevada
• Respuesta en ISO altos mejorada

Mejorable:

• Sujeción al disparar en vertical o con objetivos largos y pesados
• Ausencia de sistema de estabilización
• Tamaño del visor
• No me convence la solución de la pantalla LCD “escondida”; es el modelo de la Serie X que podría prescindir de pantalla LCD
• La ausencia de los cuatro botones de navegación resta fluidez en el manejo de la cámara
• La mejoría en la velocidad AF sólo aplica a los objetivos LM
• Precio elevado, debido al titanio (desde 1.722,10€ del modelo en color negro a los 1.970,64€ de la versión con acabado en Duratect)

Valoración

• Construcción:
• Ergonomía:
• Prestaciones:
• Fotometría:
• Balance de blancos:
• Calidad de imagen:
• Respuesta a ISO altos:
• Relación calidad-precio:
• Valoración personal: