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Fotografía analógica Opinión

Compactas de 35mm

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Tras la lista de mis cámaras réflex de 35mm preferidas (y asequibles) para iniciarse en la fotografía analógica, las compactas de 35mm aquí presentadas rompen con el mito de asociar cámara compacta con pésima calidad de los materiales de construcción y mala calidad de imagen, un axioma que nació en la era digital.

La desaparición de las cámaras compactas digitales fue la primera señal de aviso de la seria crisis que azota la industria fotográfica actual. Los teléfonos móviles han sustituido a la cámara desde hace más de un lustro, pero alguien en verdad cree que con un smartphone se disfruta de la fotografía? ¿De esa Fotografía que se escribe con mayúsculas?

Las cámaras compactas de 35mm ofrecen –en muchos casos– una calidad fotográfica similar a las réflex de 35mm. En ocasiones, incluso superior. Varios de los modelos que presento en esta lista carecen de modo de exposición manual y sólo ofrecen modo automático con prioridad a la abertura. Para el amante de la fotografía que quiera dar sus primeros pasos en la fotografía analógica las cámaras de exposición automática serán el salvavidas que asegura no perder ninguna de las 36 exposiciones de un carrete de 35mm. Antes de correr, debemos aprender a andar y recurrir al modo de exposición automático nunca es un error.

En esta primera lista de compactas de 35mm sólo aparecen modelos de enfoque manual. Próximamente publicaré un listado con mis cámaras compactas preferidas con enfoque automático.

Canon Canonet GIII QL17

Con más de 1,2 millones de cámaras vendidas, la Canon Canonet GIII QL17 fue uno de los modelos más populares entre los aficionados a la fotografía de los años 70. A pesar de ser una cámara compacta de óptica fija, la Canon Canonet GIII QL17 fue un modelo que incorporaba importantes novedades, como un sistema de carga rápida de película o corrección del paralelaje en el visor, una característica poco frecuente en las cámaras compactas. Otras prestaciones incluidas en la Canon Canonet GIII QL 17 son las ventanas de confirmación de arrastre de la película y de obturador cargado, listo para disparar.

La Canon Canonet GIII QL17 entra en el selecto club de cámaras que disponen de ópticas más luminosas de ƒ/2 de abertura máxima. El objetivo Canon 40mm ƒ/1.7 La Canon Canonet GIII QL 17 ofrece un rango de velocidades comprendido entre 1/4seg. y 1/500seg, además de la posición “B”, para largas exposiciones. La Canon Canonet GIII QL 17 es un modelo cotizado en el mercado de segunda mano, con un precio comprendido entre 150€ y algo más de 200€, según su estado de conservación.

Fujica Compact Deluxe

Exclusiva. De serie limitada. Casi perfecta. Todos estos calificativos definen a la cámara compacta Fujica Compact Deluxe, uno de los modelos menos conocidos y habituales en el mercado de ocasión. Su producción se redujo a unas pocas miles de unidades, pues el precio de la Fujica Compact Deluxe podía equivaler a un salario medio en los años 70. ¿Qué hace entonces a la Fujica Compact Deluxe una cámara digna de incluirse en esta lista? Su exclusividad y calidad óptica, la mejor del segmento de cámaras compactas, es sólo comparable a la que ofrece la Olympus 35 SP, un mito en la historia de las cámaras compactas de 35mm.

Fuji incluyó en la Fujica Compact Deluxe una serie de novedades únicas, como el objetivo Fujinon 45mm ƒ/1.8 de 6 elementos y una calidad óptica que superaba a la ofrecida por la mayoría de objetivos estándar del sistema réflex. Su obturador central es prácticamente silencioso, idóneo para los amantes de las capturas de instantáneas urbanas (street photo) y el visor telemétrico es extraordinariamente brillante; incluye marco de encuadre real, líneas de corrección del paralelaje, un recuadro amarillo para el enfoque y muestra el valor del diafragma seleccionado. En resumen: la envidia de la serie M de Leica.

El avance de la película está situado en el inferior de la cámara y el enfoque se realiza mediante una pequeña rueda dentada, situada en la parte natural del avance de la película en el resto de cámaras. En la tapa superior de la Fujica Compact Deluxe encontramos una pequeña rueda de distancias, que se mueve a la par que se ajusta el enfoque. También se incluye una ventana, que muestra –además de en el visor– la medición de la luz, convirtiendo a la Fujica Compact Deluxe en una cámara con doble comprobación de fotometría. Como ya he indicado, es uno de los modelos más difíciles de encontrar en el mercado de ocasión, convirtiéndolo en uno de los más cotizados por los coleccionistas.

Konica Auto S3

Muchas de las mejores cámaras compactas de 35mm ofrecían los modos de exposición de manual y automático. Los modelos más modestos y asequibles solían disponer sólo de prioridad de abertura. En el caso de la Konica Auto S3, prioridad de obturación, en la que el usuario de esta cámara deberá fijar una velocidad de obturación (comprendida entre 1/8seg, y 1/500seg. y “B”) y la cámara seleccionará una abertura entre ƒ/1.8 y ƒ/16. El fotómetro de la Konica Auto S3 se encuentra sobre el objetivo, lo que facilita mantener una lectura correcta aunque se coloque un filtro polarizador o uno de color para fotografía en blanco y negro.

La Konica Auto S3 es una cámara de precio medio (sobre los 100-140€), y si bien no es uno de los modelos más populares y fáciles de encontrar en el mercado, merece la pena esperar hasta encontrar una. La Konica Auto S3 es una de las cámaras que más se ha revalorizado en los últimos años en el mercado de ocasión, gracias al motivo de su presencia en esta lista: su excelente óptica Hexanon 38mm ƒ/1.8, que ofrece un elevado detalle y contraste medio-alto. Otra de las señas de identidad de esta pequeña joya es el sistema de control de flash, capaz de garantizar excelentes resultados, sin importar la potencia de la unidad de flash que se utilice.

Minolta Hi-Matic 7S II

Minolta fue una de las grandes marcas de la historia de la fotografía devorada por la aparición de la fotografía digital. Sus modelos réflex de 35mm son –en mi opinión– de los más bonitos y cómodos en las manos. Antes de la popularización de las cámaras SLR, los aficionados a la fotografía utilizaban cámaras compactas de telémetro de enfoque manual. La Minolta Hi-Matic 7S II fue uno de los modelos más populares de la firma nipona y no es difícil conseguir modelos en excelente conservación por menos de 100€. De tamaño compacto y peso ligero, la Minolta Hi-Matic 7S II es una excelente opción como cámara de viajes o para “callejear”, pues su apariencia discreta pasa desapercibida a los ojos más desconfiados. Ofrece los modos de exposición manual y prioridad a la obturación.

El objetivo Rokkor 40mm ƒ/1.7 posee un diseño óptico similar a los que incorporan los soberbios objetivos estándar Minolta Rokkor para las cámaras réflex de la marca japonesa. Ofrece una calidad de imagen elevada, muy superior a lo esperado en un modelo tan asequible. La célula del fotómetro está situada –como era frecuente en la época– sobre la lente frontal del objetivo, garantizando una lectura perfecta incluso al montar un filtro en la cámara. El rango de aberturas está comprendido entre ƒ/1.7 y ƒ/16 y las velocidades de obturación manuales, entre 1/8seg. y 1/500seg, además de posición “B” para largas exposiciones.

El obturador de la Minolta Hi-Matic 7S II es de tipo central, lo que facilita la sincronización del flash en todas las velocidades obturación. Al tratarse de una cámara 100% mecánica es posible disparar aún con las pilas agotadas, un detalle muy a tener en cuenta para quienes se atrevan a fotografiar a “ojímetro” o dispongan de una app de fotómetro en su smartphone. El punto más débil en la Minolta Hi-Matic 7S II es su visor, de calidad sensiblemente inferior a los que incorporan las mejores cámaras compactas de 35mm. ¿Vale la pena adquirir una Minolta Hi-Matic 7S II? En una subasta con poca demanda es posible conseguirla por menos de 50€, lo que supone una auténtica ganga para cualquiera que quiera iniciarse en la fotografía analógica con excelentes resultados.

Minox 35

El cuento de “El patito feo” en el segmento de cámaras compactas de 35mm se llama Minox 35. Construidas en fibra de vidrio, las distintas versiones Minox 35 fueron la alternativa en 35mm a las cámaras miniatura y cámaras espía fabricadas por esta firma alemana. Las Minox 35 son tan pequeñas que caben en la palma de la mano, siendo el modelo más fácil de llevar en un bolsillo de camisa o un bolso. Su aspecto casi infantil convierte a las cámaras Minox 35 en una muy poderosa herramienta para los amantes del street photo, que –además– sabrán apreciar disponer de un angular de 35mm, en lugar de un objetivo estándar.

Las Minox 35 son modelos electrónicos, que precisan de una batería para disparar. Incorporan un objetivo Minotar de 35mm ƒ/2.8, que ofrece un rango de aberturas comprendido entre ƒ/2.8 y ƒ/16. Las velocidades de obturación facilitan disparar entre 1/500seg. y 2 segundos. Las cámaras Minox 35 no permiten el disparo en modo de exposición manual: todas las versiones de la Minox 35 ofrecen de manera exclusiva el modo de prioridad de abertura.

Pese a su tamaño y materiales de construcción son cámaras complejas, que ofrecen una calidad de imagen media-alta. El rango de sensibilidades admitidas por el sistema de medición está comprendido entre 25–400 ISO, siendo uno de los factores que más limita a estas cámaras. Los modelos más apreciados son las versiones Minox 35 GT y Minox 35 EL. En eBay pueden encontrarse estos modelos por debajo de los 100€ y por menos de 60€ en una subasta. ¿Merece la pena adquirir una Minox 35? En mi opinión, no, pues el mercado de ocasión suele ofrecer modelos con una mejor relación calidad-precio.

Olympus Trip 35

Olympus fue –junto a Yashica– el fabricante por excelencia de cámaras compactas de 35mm. La Olympus Trip 35 fue uno de los modelos más populares en ventas, hecho que se refleja en la amplia oferta en el mercado de ocasión. No es difícil conseguir modelos impecables por menos de 100€ y –con suerte– por menos de 50€ en subastas. Como en los modelos anteriores, el secreto del éxito de la Olympus Trip 35 se esconde en la óptica Zuiko 40mm ƒ/2.8 y en un manejo apto incluso para niños.

Su mayor limitación: las velocidades obturación, pues sólo ofrece 1/40seg. y 1/200seg. Esto significa que si cargamos la Olympus Trip 35 con película de ISO 100 y disparamos en sombra, la cámara seleccionará la velocidad de 1/40seg, con lo que es posible que consigamos fotografías “movidas”, si no sujetamos bien la cámara. La Olympus Trip 35 es uno de los modelos más icónicos en la historia de la fotografía, fácilmente reconocible por las células del fotómetro que rodean el objetivo. ¿Merece la pena hacer fotos con esta cámara? Si es la cámara que tenemos en casa, por supuesto!

Olympus 35 SP

Los amantes de la literatura tienen mitos como James Joyce, Joseph Conrad o Pablo Neruda. En el mundo de las cámaras compactas de 35mm el mito se llama Olympus 35 SP, la cámara compacta con mejor óptica de la historia. Al menos ésa es la fama de esta cámara mítica, muy cotizada en el circuito de compra y subastas de segunda mano. Es posible encontrar modelos impecables por más de 400€, un precio muy superior al de una Nikon F2 AS o una Contax RTS con sus ópticas estándar.

¿Merece la pena pagar ese dineral por una cámara compacta de focal fija? En mi opinión, no. En el mercado de cámaras de segunda mano existen modelos muy sobrevalorados y éste es uno de sus exponentes más claros, junto a la Mamiya 7 o la Nikon FM2. ¿Qué hace de la Olympus 35 SP ser un modelo tan cotizado? Su óptica es una de las mejores del segmento de cámaras compactas de 35mm, similar a las de los modelos Canon Canonet GIII QL17 o la Fujica Compact Deluxe.

El objetivo Zuiko 42mm ƒ/1.7 de 7 elementos ofrece una nitidez que nada tiene que envidiar a los mejores objetivos estándar del segmento réflex: elevada riqueza en el detalle y alto contraste. Sin embargo, la Olympus 35 SP es más que un objetivo. Es la primera cámara que dispone de doble sistema de medición de luz: puntual y ponderada al centro. La 35 SP fue el primer modelo de Olympus en disponer de doble sistema de medición. Este sistema de medición se incorporó a las primeras réflex del sistema Olympus OM. Dispone de modo de exposición manual y programable, completamente automatizado.

El obturador Seiko regala unas velocidades comprendidas entre 1/500seg. y 1 segundo con un “clic” apenas perceptible por el oído más fino. En modo automático, las velocidades quedan limitadas a 1/15seg. y un máximo de 1/250seg. El aro de aberturas dispone de valores entre ƒ/1.7 y ƒ/16, además de la posición “A”, para el modo de prioridad de obturación. En modo automático, “aparece” de la nada una abertura real de ƒ/22. Otro de los misterios de la Olympus 35 SP y que han contribuido a convertirla en una cámara de leyenda.

Olympus PEN F / PEN EE S

Olympus fue una de las marcas más prolíficas en el desarrollo de cámaras compactas de 35mm; los coquetos modelos de medio formato de la serie PEN que aquí presento supusieron una nueva forma de entender la fotografía para los aficionados. Es muy triste como el cambio de hábitos fotográficos ha devorado a Olympus, uno de los apellidos más ilustres en la industria fotográfica.

La Olympus PEN F es una cámara de medio formato. No confundir nunca con el formato medio. Ofrece un tamaño de 18x24mm, en lugar del clásico 24x36mm del paso universal o 35mm. La Olympus PEN F dispone de la mayor ventaja del sistema réflex: permite el intercambio de objetivos. El fabricante nipón desarrolló hasta 18 objetivos específicos para su modelo Olympus PEN F. Incluye el equivalente a un angular de 28mm hasta los 1.1150mm (equivalentes) de un teleobjetivo catadióptrico. La Olympus PEN F es una cámara réflex, que utiliza un visor tipo “porro”. Fue el primer modelo en utilizar un obturador de titanio. El precio de una Olympus PEN F en excelente condición de uso con su objetivo estándar ronda los 300€ en eBay. La disponibilidad de los objetivos para la Olympus PEN F es limitada, por lo que suelen salir a la venta a un precio elevado.

Por su parte, La Olympus PEN EE S mantiene el medio formato de 18x24mm y la esencia de una cámara compacta de óptica fija. Es un modelo de foco fijo y exposición automática, con prioridad a la abertura. La Olympus PEN EE S se lanzó al mercado como una cámara de iniciación a la fotografía y asequible para todos los bolsillos. Cualquier aficionado podía conseguir 72 fotografías de un carrete de 36 exposiciones. Suponía gastar la mitad de película y asegurarse no perder ni una foto en vacaciones. La Olympus PEN EE S se encuentra a menos de 100€ en el mercado de ocasión. En mi opinión, adquirir una cámara de medio formato sólo se explica por motivos sentimentales, pues ofrece una calidad de imagen sensiblemente inferior al formato de 35mm.

Rollei 35

La Rollei 35 (en todos sus versiones) es uno de los modelos más clásicos en el entorno de las cámaras compactas de 35mm. Fabricada en Alemania y Malasia (una de esas historias de terror en la historia de la fotografía), las ventas de esta pequeña y singular cámara supusieron un salvavidas a la mítica marca germana. Sorprende la situación de los controles dedicados a la sensibilidad y el tipo de película, anclados en el frente de la cámara. Ésta es la principal seña de identidad de la Rollei 35, que la diferencia del resto de cámaras compactas de 35mm. Otro factor diferencial reside en la zapata universal. Está situada en la tapa inferior de la cámara, y que se convirtió –lógicamente– en motivo de discordia entre los usuarios de la Rollei 35.

La calidad de las ópticas montadas en la Rolleï 35 depende de cada versión. Rollei fabricó desde modelos de iniciación a cámaras para aficionados exigentes. Los objetivos Sonnar, Tessar y Triotar ofrecían –respectivamente– desde una elevada calidad óptica del diseño Sonnar a los resultados más modestos del diseño Triotar. La distancia focal se mantuvo fija en 40mm en todas las versiones. Sin embargo, la luminosidad variaba de ƒ/2.8 en la versión Rollei 35 S a una abertura máxima de ƒ/3.5 para el resto de versiones. El sistema de carga de la película es también “exótico”, pues debe desmontarse la placa trasera/inferior para acceder al cubículo para el carrete de 35mm.

La Rollei 35 es un modelo mítico, de dimensiones muy compactas y con más de medio siglo a sus espaldas. Sus características únicas la convierten en una cámara que se ama o se odia. La Rollei 35 S se encuentra en el mercado de ocasión a precios superiores a los 300€. Es posible conseguir una Rollei B 35 por menos de 100€. En ambos casos, me parece un modelo sobrevalorado.

Yashica Electro 35

Yashica fue una de las marcas pioneras en utilizar la electrónica en sus cámaras y su experiencia sedujo a un mito como la alemana Contax, que confió en la empresa nipona toda la tecnología interna de modelos tan prestigiosos como la Contax RTS, la primera cámara réflex con exposición en tiempo real. La Yashica Electro 35 (en todas sus versiones) fue un modelo avanzado a su tiempo, a la par que asequible por el gran público. Es la cámara compacta de gama media-alta más popular, tanto por la calidad de su óptica, como a permanecer casi una década en el mercado. El detalle del átomo sobre el nombre de Yashica es una declaración de principios y define la época en que se fabricaron estas cámaras.

Yashica desarrolló hasta seis versiones a partir de la original Electro 35: G, GS, GT, GSN y GTN. En algunos casos la denominación sólo indica el acabado (en cromado o negro) de la cámara. La Yashica Electro 35 es un modelo de enfoque manual y exposición automática con prioridad a la abertura. La Yashica Electro 35 dispone de un objetivo Yashinon 45mm ƒ/1.7 de calidad media-alta, que consta de 6 elementos, distribuidos en 4 grupos ópticos.

A partir de la versión G se añade un recubrimiento multicapa en las superficies de las lentes, mejorando el rendimiento óptico y el color. Dos luces indican la sobre (rojo) o subexposición (naranja) en un modelo que mantiene la velocidad de obturación más rápida en 1/500seg. Al fijar la posición de velocidad de flash, la Yashica Electro 35 selecciona una velocidad fija de 1/30seg. Esto limita en demasía el modo de exposición manual.

Junto a la Yashica Lynx, la Yashica Electro 35 fue uno de los modelos que más ayudaron a democratizar la fotografía; era una cámara familiar, asequible y que ofrecía un funcionamiento sencillo. En el mercado de ocasión se encuentran modelos de todas las versiones, algunos impecables, con precios inferiores a los 100€. Su objetivo de ƒ/1.7 y una calidad óptica muy superior al precio que se paga por ella merece considerar a la Yashica 35 Electro entre los modelos a comprar. Personalmente, me decanto por las versiones GSN (cromada) o GTN (negra), por ser las más recientes.

Yashica Lynx-14

Pocos objetivos del sistema réflex tenían una abertura máxima de ƒ/1.4 en los años 60. Aún menos, cámaras compactas. La Yashica Lynx-14 incorpora el luminoso objetivo Yashinon 45mm ƒ/1.4, que incorpora 7 elementos en 5 grupos ópticos. Otra de las señas de identidad de la Yashica Lynx-14 es la posición del fotómetro; mientras muchas cámaras disponen de medición TTL (through the lens), la Lynx-14 incorpora un fotómetro ATL (above the lens), por encima del objetivo. El modo de exposición manual convierte a la Yashica Lynx-14 en uno de los modelos más adecuados para disfrutar la experiencia de fotografiar con película de 35mm.

La Yashica Lynx-14 tiene un precio comedido en el mercado de ocasión. No es difícil encontrar modelos en excelente estado de conservación con precios inferiores a 150€. Aún más asequibles en una subasta. ¿Merece la pena adquirir una Yashica Lynx-14? Si se vende con el adaptador de batería, sí. La pila original de mercurio desapareció del mercado por ser muy contaminante. Las baterías actuales de óxido de plata necesitan un adaptador para dotar de energía a la Yashica Lynx-14. La experiencia de la fotografía 100% manual (enfoque y exposición) es otro de los valores añadidos de uno de mis modelos preferidos.

Conclusión

Las cámaras compactas popularizaron la fotografía a inicios de la década de los 60. Para tener una foto de familia ya no hacía falta acudir al estudio del fotógrafo del barrio. Ya era posible fotografiar las vacaciones de verano y enseñárselas a vecinos, familia y compañeros de trabajo.

Poco a poco, la fotografía se democratizaba y llegaba a más hogares. Modelos como las Olympus Trip 35 o la Yashica Electro 35 sentaron las bases para que muchas personas desarrollasen la pasión por la fotografía. Las compactas de 35mm fueron el motor que hizo comprar una réflex o –incluso– ser fotógrafos profesionales.

Y como siempre, la mejor cámara es la que tenemos en casa. Basta sustituir las juntas de espuma y limpiar la posible sulfatación del depósito de baterías con un hisopo y alcohol. Para el resto, por suerte aún quedan excelentes mecánicos de cámaras en nuestras ciudades.

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