Canon EF 200mm ƒ/2 L IS USM
Compratir
La distancia focal de 200mm fue una de las más habituales en la época que los objetivos fijos dominaban el panorama óptico. Incluso hoy, son muchos los zooms que suelen iniciar o finalizar su escala focal en esta distancia, como los 70–200mm o el novedoso 200–400L IS de Canon. Habitualmente, encontramos una abertura máxima de ƒ/2.8 para la focal de 200mm, de ahí la singularidad del teleobjetivo Canon EF 200/2 L IS USM, capaz de ofrecer la máxima luminosidad del mercado en un objetivo de 200mm.
La construcción del 200/2 L IS es idéntica a bestias tan singulares como los súper teleobjetivos 300/2.8 ó 600/4 de la prestigiosa serie L de Canon: metal bañado en el clásico color crema que los distingue en los eventos deportivos mundiales. Tras los mejores materiales de construcción encontramos una calidad óptica exquisita, además de la máxima luminosidad. El alto contraste y la resolución lineal elevada ofrecen imágenes limpias y claras, incluso al disparar con las aberturas más elevadas.
En las manos
Nadie escapa a la seducción de las obras bien hechas y el teleobjetivo Canon EF 200/2 L IS reúne a simple vista todas las características que convierten un objetivo en mucho más que la mejor herramienta de trabajo. Además de las dimensiones y un peso elevado, el color crema y –en especial– el frío tacto del sólido metal transmiten en las manos las más cálidas sensaciones, como durabilidad, resistencia y la máxima exclusividad.
Ergonomía y diseño
Heredero de los míticos súper teleobjetivos de la serie L, el diseño del 200/2 L IS se asemeja en peso y dimensiones al 300/2.8 L IS, una focal clásica y –pese a su precio– muy popular entre los fotógrafos deportivos y los amantes (más adinerados) de la fotografía de naturaleza. El amplio aro de enfoque facilita trabajar en modo manual o corregir manualmente el enfoque automático; en la parte frontal se sitúan los clásicos botones de detención del modo AF. Incorpora hasta cinco interruptores diferentes y un botón de retención de enfoque. Los interruptores activan:
- estabilizador IS (ON/OFF)
- modo de estabilización (modos 1 y 2)
- preselección de enfoque
- modo de enfoque (AF/MF)
- escala de enfoque automático (1.9m. – ∞/3.5m. – ∞)
Características técnicas
Está formado por 17 elementos, distribuidos en 12 grupos ópticos. Incluye un elemento de fluorita y dos de ultrabaja dispersión (UD), encargados de corregir las aberraciones cromáticas y la caída del contraste al utilizar las aberturas más elevadas. La distancia mínima de enfoque es de 1,9 metros e incorpora un portafiltros interno para filtros de diámetro de ø52mm. El diafragma está compuesto por 8 hojas, que unido a la luminosidad máxima de ƒ/2 proporciona un efecto bokeh muy elevado. El peso es de 2.520 gramos, 120 más pesado que el mítico 300/2.8 L IS II.
Prestaciones
La fotografía de moda, de conciertos y espectáculos y los deportes en interiores son los ámbitos profesionales donde mejor se desenvuelve el 200/2 L IS, pues carece de la distancia focal requerida para deportes en exteriores (como fútbol o atletismo) y a la vez supera las focales más idóneas para retrato, comprendidas entre los 85 y los 135mm. Su elevada luminosidad de ƒ/2 lo convierte en el mejor aliado para deportes minoritarios, como la lucha, la gimnasia o la natación sincronizada. Es también un excelente objetivo para la fotografía de instantáneas, a pesar de ser un imán para las miradas.
Pese a incorporar el excelente sistema de estabilización IS, recomiendo utilizar siempre un monopie, pues a su elevado peso (superior a los 2,5 kilos) debe sumarse el de la cámara, donde modelos como la nueva EOS 1D X llegan a alcanzar 1,5 kilos, sumando un total de más de 4 kilos entre cámara y objetivo.
Un pura sangre “Serie L”
Considero que los objetivos de la serie L de Canon deberían ofrecer –además de una muy elevada calidad óptica– la máxima calidad en sus materiales de construcción, algo que últimamente es más difícil encontrar. El uso (y abuso) de materiales plásticos merma la durabilidad del objetivo y si bien es cierto que aligera el peso, no deja de abaratar un concepto elitista, como es la serie L.
El teleobjetivo 200/2 L IS reúne todos los conceptos que asociamos a un objetivo de esta categoría: máxima calidad óptica y de materiales de construcción. Sus dimensiones y color crema centran las miradas, si se saca de paseo por la ciudad, siendo una óptica nada discreta y que requiere cierta práctica a la hora de elegir los motivos a fotografiar. El comportamiento óptico es excepcional, incluso en las condiciones de luz más adversas, como contraluces o brillos muy acusados.
Luminosidad ƒ/2
La abertura máxima de ƒ/2 es –junto a la más elevada calidad óptica y una construcción impecable– la característica más remarcable de este soberbio teleobjetivo. Es posible jugar con la profundidad de campo y presentar realidades muy distintas, en función del enfoque. Es una óptica excelente para el trabajo en condiciones de luz escasas, pues incluso a la máxima abertura de ƒ/2 la calidad óptica es soberbia. La fotografía inferior se disparó a la máxima abertura de ƒ/2, con una sensibilidad de 6.400 ISO.
En demasiadas ocasiones se cae en el error de pensar que las ópticas luminosas solo deben utilizarse con sus aberturas más elevadas en interiores poco iluminados, pero animo a jugar con estas aberturas a pleno sol y obtener así visiones alejadas de lo que podemos observar habitualmente.
El cazador cazado
Son muchos los aficionados que buscan teleobjetivos de focales largas para fotografiar robados en las ciudades; para mí, la fotografía urbana debe ser mucho más cercana y utilizar cámaras más discretas y angulares ayuda a conseguir imágenes mucho más naturales y espontáneas. Pese a esto, reconozco que los teleobjetivos son muy útiles para cierto tipo de fotografía en la ciudad… salvo que se trate de un objetivo blanco y de enormes dimensiones.
Basta sacar el teleobjetivo Canon 200/2 L IS para sentir que docenas de ojos nos observan y escudriñan cada movimiento que hacemos. Amantes a la fotografía y curiosos se acercan para ver qué modelo tenemos entre las manos y los más atrevidos, hasta intentarán tocarlo de manera nada disimulada.
Sistema AF
La respuesta del enfoque automático es óptima, superando a muchos objetivos mucho menos complejos y de construcción óptica más ligera. La velocidad en modo AF es muy elevada, siendo uno de los objetivos Canon que mejor se adapta a la fotografía deportiva; tan solo la limitación de la focal de 200mm será el factor de selección natural para el tipo de deporte a fotografiar. La precisión y velocidad del sistema de enfoque automático son asimismo muy útiles en la fotografía de naturaleza y de instantáneas, donde es posible capturar a mano alzada escenas como la fotografía inferior, incluso disparando a una abertura de ƒ/2.2, donde la profundidad de campo es prácticamente nula.
Estabilizador IS
No es fácil (ni cómodo) trabajar con un equipo que supera de largo los 3,5 kg. de peso, pero si además unimos una distancia de 200mm no sería descabellado pensar que necesitaremos una velocidad de obturación de al menos 1/350seg. para no conseguir una infinita serie de imágenes “movidas”. Sin embargo, el sistema de estabilización IS permite disparar sin apoyo (pero con muy buen pulso) a velocidades de hasta 1/40seg. con la garantía de obtener imágenes libres de trepidación.
Calidad óptica
Junto a unos materiales de construcción de lujo, la calidad óptica es el hecho diferencial del 200/2 L IS de Canon. En mi opinión, es el mejor objetivo de esta distancia focal de todo el panorama fotográfico, superando ampliamente el antiguo Canon EF 200/1.8 L, que ofrecía resultados muy inferiores al disparar con las aberturas más altas, además de un peso significativamente superior, carecía de sistema de estabilización IS y la respuesta del sistema AF era muy lenta.
Respecto al 200mm ƒ/2.8 L II USM ofrece un mayor contraste, una resolución lineal (detalle) más elevada y una respuesta cromática muy superior, pese a que el teleobjetivo de abertura ƒ/2.8 es una de los mejores ópticas en cuanto a relación calidad-precio del amplio catálogo de objetivos Canon, siendo uno de mis preferidos por sus prestaciones ópticas, peso, dimensiones y precio.
El contraste de las imágenes capturadas con el 200/2 L IS es muy elevado, así como también la resolución lineal; el nivel de detalle mostrado es excepcional, superando a mitos vivientes como el 300/2.8 L IS II, un verdadero líder en ventas, a pesar de su precio. En la fotografía superior, disparada a 3.200 ISO y una abertura de ƒ/2.2 es posible apreciar desde la textura del metal del trombón de varas hasta el poro de la piel de la intérprete.
Pruebas y resultados
Se ha utilizado una EOS 5D Mark III, en los modos de exposición manual y prioridad de abertura, empleando sensibilidades comprendidas entre 100 y 3.200 ISO. Las fotografías se han realizado tanto en exteriores a pleno sol, como en interiores, bajo pésimas condiciones de luz, empleando las aberturas más altas. El sistema de estabilización IS ha permitido disparar a velocidades de hasta 1/40seg. y obtener imágenes libres de trepidación, algo que a priori parece impensable con un teleobjetivo que supera los 2,5 kilos de peso. Pese a la calidad del sistema de estabilización incorporado, recomiendo disparar con un monopie, pues el peso de cámara y objetivo acaban con la resistencia de la espalda más fornida.
La calidad de imagen es soberbia, incluso al disparar con las aberturas más elevadas. La fotografía del ave azul se disparó a través de un cristal y pese a ello muestra un elevado detalle y contraste, así como la máxima fidelidad cromática. Las fotografías de espectáculos se han disparado a ISO 3.200, con aberturas comprendidas entre ƒ/2 y ƒ/2.8 y velocidades de obturación de hasta 1/40seg, ofreciendo unos resultados soberbios.
Conclusión
Llegado a este punto, me cuestiono cómo valorar la calidad de uno de los mejores teleobjetivos del mercado, pues los casi 7.000 euros de su precio deberían marcar mi evaluación final. Sin embargo, pienso que las joyas y las obras de arte solo están al alcance de unos pocos y debo centrarme en aspectos tan fundamentales como la calidad de los materiales de construcción, el diseño, la respuesta del sistema AF y del estabilizador IS y –muy especialmente– de la calidad óptica y en cada uno de estos apartados el Canon EF 200/2 L IS USM es un objetivo de matrícula de honor.
Siendo un fanático como soy del EF 200/2.8 L, reconozco que el Canon EF 200/2 L IS juega en otra liga, al lado de estrellas como el 400/2.8 o el 600/4. La singularidad de su luminosidad, una calidad óptica soberbia y una construcción al más puro estilo de las serie L convierten al 200/2 L IS en una óptica exclusiva, no solo por su elevado precio. Ámbitos fotográficos como la fotografía de moda o de deportes indoor son el elemento natural donde mejor se desenvuelve uno de los objetivos más singulares del amplio catálogo Canon.
Un precio superior a los 6.000 euros lo convierte en uno de los objetivos más elitistas del mercado (no deja de ser un 200mm) y en una óptica con un precio difícil de justificar, sobretodo cuando por poco más de una décima parte es posible adquirir el magnífico EF 200/2.8 L; pagar casi 9 veces más por tan solo un diafragma de diferencia puede parecer un auténtico disparate. Sin embargo, en esa diferencia de precio se esconden factores tan importantes como la investigación de los ingenieros, diseño y fabricación de un nuevo producto, la incorporación de un sistema de estabilización IS, utilizar los mejores materiales de construcción del mercado y ofrecer la máxima calidad de imagen en un teleobjetivo de 200mm.
Pese a un precio tan exclusivo, el teleobjetivo Canon EF 200mm ƒ/2 L IS USM ofrece una elevada relación calidad-precio, pues todos los factores que intervienen en la valoración de la calidad superan la máxima valoración; tanto la construcción como la calidad óptica y la respuesta del sistema AF y del estabilizador rozan la perfección, siendo uno de los objetivos de Canon de la serie L más completos y versátiles, por tratarse de una focal no excesivamente larga.
Agradecimientos:
Lo mejor
- materiales de construcción
- diseño y ergonomía
- luminosidad máxima de ƒ/2
- calidad óptica soberbia
- alto contraste
- resolución lineal muy elevada
- prestaciones
- versatilidad
- respuesta del sistema AF
- estabilizador IS funcional
- sistema de filtros internos (acepta también de gelatina)
Mejorable
- precio: 6.300 euros
- peso y dimensiones
Valoración
- construcción:
- diseño y ergonomía:
- prestaciones:
- calidad óptica:
- sistema AF:
- respuesta del estabilizador:
- relación calidad-precio:
- valoración personal:
