Trípode FLM + rótula Centerball 48 FT

El trípode, en el estudio,  pierde el calificativo de accesorio y se convierte en una herramienta indispensable. Fuera del estudio, son muchos los profesionales y aficionados que necesitan el mejor y más fiable sistema de fijación de la cámara y recurren al uso del trípode tanto para la fotografía nocturna, como la fotografía en interiores.

La fibra de carbono ha ido reemplazando al metal, como material de construcción de los trípodes de gama profesional; su peso más ligero ha acabado seduciendo a un buen número de profesionales y ya son muchos los aficionados que disfrutan de este material en sus trípodes. Sin embargo, como en las ópticas, la calidad de la fibra de carbono ofrece desde calidades muy asequibles “Made in China” a productos de factura impecable, como los trípodes FLM, una marca alemana muy apreciada por los profesionales, poco conocida entre el gran público.

La marca desconocida

Las modas suelen marcar las tendencias, tanto en fotografía, como en el resto de actividades humanas, como la moda, la música, las series de televisón o la literatura. De los pesados y demasiado italianizados trípodes Manfrotto de metal, poco a poco se fueron introduciendo marcas (muchas asíaticas) que incorporaban la fibra de carbono, un material más ligero que el aluminio industrial y que ofrece una resistencia similar, sino que mayor. Sin embargo, la calidad de muchos de estos productos asiáticos deja mucho que desear y ni siquiera un precio muy asequible justifica el gasto en un trípode mal fabricado.

FLM es una marca aleman, propiedad de una familia de ingenieros y aficionados a la fotografía, que han sabido integrar la máxima calidad de los materiales, la funcionalidad más práctica y las prestaciones que necesitan los fotógrafos, tanto profesionales, como aficionados exigentes.

Calidad “Made in Germany”

Asumiendo que pocos productos alemanes ganarán el primer galardón en un concurso de diseño, el trípode y la rótula 48 FT de FLM incorporan la ergonomía más cómoda posible en un trípode, además de un diseño práctico y funcional, pero no exento de cierta belleza industrial. Cada pieza del conjunto formado por trípode y cabezal está construida en sólido metal y los frenos de corcho, material que amortigua la presión de manera muy eficaz. Las patas y extensiones de fibra de carbono del trípode ofrecen ya al tacto una calidad muy superior a los conocidos productos asiáticos.

Inversión eterna

El trípode es uno de los accesorios que menos veces cambiamos en nuestra vida fotográfica. Desde hace casi 20 años que tengo un pesado trípode de metal francés, que utilizaba bajo una aún más pesada cámara de placas Sinar P2 de formato 10 x 12cm. Muerta la placa, ese trípode pasó a descansar en un armario el sueño de los justos y adquirí uno italiano (también metálico), mucho más asequible y con un cabezal que ofrece movimientos micrométricos muy precisos.

Sin embargo, el peso excesivo me llevó a invertir en un trípode de fibra de carbono, más ligero y con una resistencia similar a la que ofrece el metal. La oferta de trípodes “Made in China” es amplia, con precios y calidades muy diversas, pero incluso los más caros no me ofrecieron la confianza de durabilidad y diseño que necesito para mis trabajos profesionales, donde suelo cargar con cámaras pesadas, como la Hasselblad H5D.

Descubrir el trípode FLM ha supuesto un alivio en mi espalda, a la hora de salir del estudio con el trípode, y descubrir que la fibra de carbono puede ofrecer un resultado aún más satisfactorio que el clásico metal, en el que he confiado desde siempre. Por su parte, la rótula Centerball 48 FT me ha hecho olvidar el cabezal micrométrico italiano, pues con un poco de tacto puedo conseguir movimientos casi tan precisos, pero mucho más rápidos.

Diseño

Además de la seguridad que aporta la mejor calidad de los materiales de construcción, los trípodes FLM incorporan detalles en el diseño que aportan un valor añadido muy a tener en cuenta, como es el cabezal basculante, que facilita nivelar de manera perfecta la posición de la cámara, sin importar la regularidad del terreno donde hayamos plantado el trípode. La rótula permite –según la dureza con que “programemos” los frenos– movimientos más o menos rápidos, un detalle muy a valorar cuando se trabaja tanto con equipos ligeros, como muy pesados.

Todas las rótulas, palancas y levas de la rótula están fabricadas en metal y ofrecen un funcionamiento perfecto, incluso si se trabaja con guantes en un día de lluvia. Los botones rápidos son de gran ayuda y facilitan los giros rápidos, pudiendo ajustar igualmente la dureza de éstos.

Conclusión

Estamos ante el que para mí es el mejor trípode de fibra de carbono del mercado, tanto por la calidad de sus materiales de construcción, como por las mayores prestaciones que presenta frente a los trípodes asiáticos, incluidos los de precio más elevado. Es un trípode que respira calidad “Made in Germany” en cada milímetro, tanto en el cuerpo del trípode como en la amplia variedad de rótulas disponibles.

El diseño del trípode y del cabeza Centerball 48 FT incorporan detalles que suponen un valor añadido en la compra de un producto que, si bien no es barato, sí vale cada euro que cuesta. La rótula dispone de frenos ajustables, que determinan la dureza, según el peso del equipo que montemos en ella; así, podremos ajustar una dureza mínima para una cámara ligera o mayor dureza para un equipo más pesado.

Sin ser una marca fácil de conseguir en España (recomiendo acudir directamente a la tienda física Fotografiarte), la experiencia de trabajar con un trípode de tan elevada calidad justifica una inversión que será para toda la vida, pudiendo siempre ir mejorando la calidad del conjunto con rótulas más completas.

Lo mejor

• materiales de construcción
• diseño realizado por fotógrafos
• construcción artesanal
• elevada capacidad de carga
• compacto y ligero
• funcionalidad superior a los trípodes asiáticos
• ligereza de los materiales
• dureza ajustable en todos los controles de la rótula 48 FT
• relación calidad-precio elevada: 339 euros

Mejorable

• marca poco conocida en tienda (es fácil que recomienden un producto chino)
• el cabezal requiere de cierta práctica, para lograr el mejor rendimiento

Valoración

• construcción:
• diseño:
• prestaciones:
• fiabilidad del producto:
• relación calidad-precio:
• valoración personal: