Análisis Sony

Sony RX10 IV

Cuando nos hablan de cámaras Bridge los más puristas solemos (me incluyo) torcer el hocico. Pensamos en pequeños trozos de plástico con zooms muy potentes, pero oscuros y con una calidad óptica más que cuestionable. La teoría de la evolución en el mundo de la fotografía ha logrado que dos grandes especies sepan adaptarse a las tendenciaas actuales del mercado: las cámaras sin espejo y las réflex, inmunes a la extinción. Por el camino se han quedado las compactas más asequibles y las cámaras Bridge. Salvo muy contadas excepciones, han desaparecido de los escaparates de los establecimientos fotográficos. La Sony RX10 IV es una privilegiada que ha sabido adaptarse.

La Sony RX10 IV es la esencia de cámara “todo en uno”. Reúne en sí misma una potencia focal muy elevada (x25), un sensor de dimensiones generosas (para tratarse de una cámara tipo Bridge), una luminosidad muy destacable y una calidad de imagen superior a los modelos de la competencia. Es un modelo muy adecuado para los aficionados a la fotografía de naturaleza, pero que no pueden gastarse la fortuna que cuesta un súper teleobjetivo 600mm ƒ/4.

En las manos

La Sony RX10 IV mantiene el excelente diseño fotográfico y muy cómodo en las manos de la primera versión RX10 original. Los pequeños retoques que ha ido teniendo a lo largo de estos últimos años son puramente estéticos, lo que habla de un concepto estudiado y muy bien resuelto. No soy un fanático de las cámaras tipo Bridge, pero admito que la RX10 logró transmitirme las ganas de salir a fotografiar con ella.

En la tapa superior de la Sony RX10 IV encontramos la leva de conexión, el disparador, la leva de selección de focal, dos botones de función personalizada, los botones dedicados al flash y a la iluminación de la pantalla LCD de información y los diales dedicados a los modos de exposición y a la compensación de exposición, en valores de ±3 E.V. En la parte trasera se encuentra la pantalla LCD de 3″, multiángulo de tecnología táctil, un dial de control y los botones dedicados al acceso al menú general, acceso a vídeo, bloqueo de exposición, visualización y borrado de las capturas y acceso al menú rápido (“Q”). Un segundo dial posterior facilita el acceso a la información y otras funciones personalizables por el usuario.

Sony RX10 IV: una saga en continua evolución

La nueva Sony RX10 IV es la 4ª generación del modelo RX10 original, una cámara que en su momento llegué a considerar como una de las más interesantes para aquellos aficionados que buscaban una elevada calidad óptica y fotográfica en un cuerpo de características similares a las de una cámara réflex. Reconozco que disfruté mucho de la primera versión Sony RX10 cuando hice el análisis, pues la relación potencia focal/luminosidad facilita afrontar una multitud de ámbitos fotográficos, incluso la captura de instantáneas urbanas (street photo).

Características técnicas

Sony se ha volcado de una manera muy especial en el desarrollo de cada versión RX10. Desde el primer modelo ha ido añadiendo nuevas prestaciones. Las características técnicas (en especial, las ópticas) harían soñar a muchos profesionales del segmento réflex, pero nunca debemos olvidar que estamos frente a una cámara compacta de segmento Bridge.

Las características principales de la Sony RX10 IV son:

  • sensor apilado de 1″, con chip DRAM, resolución de 20,1 Megapíxeles y AF con detección de fase
  • zoom óptico Carl Zeiss de potencia focal x25, equivalente a un 24–600mm ƒ/2.4-4
  • distancia mínima de enfoque de apenas 3cm. (en modo angular); 72cm. en modo teleobjetivo
  • rango de sensibilidades: 100–12.800 ISO (ampliable a 64–25.600 ISO)
  • pantalla LCD de 3″, multiángulo y con tecnología táctil, con 1,44 millones de puntos de resolución
  • visor electrónico de 2,36 millones de puntos de resolución
  • 6 modos de exposición
  • 9 modos de escena
  • 13 filtros creativos
  • 5 modos de fotometría
  • 12 modos de balance de blancos
  • nuevo sistema AF híbrido (combina la detección de fase y por contraste)
  • respuesta del sistema AF de 0,03seg.
  • 315 puntos de enfoque por detección de fase
  • cadencia máxima de disparo de 24 imágenes por segundo
  • vídeo 4K

Prestaciones

la Sony RX10 IV es el modelo más asequible para los amantes de la fotografía de naturaleza y deportes en exteriores. La elevada potencia (x25) del zoom óptico Carl Zeiss ofrece unas focales equivalentes a 24–600mm en formato full frame. Cifras más que suficientes para obtener excelentes fotografías en un zoológico, fotografiando aviones o de deportes como el surf. Sin embargo, serán muchos más los usuarios que utilicen la Sony RX10 IV como cámara para ámbitos más habituales, como el retrato, la fotografía de paisajes o simplemente, para plasmar un viaje en vacaciones.

Óptica: zoom Carl Zeiss 24-600mm

Carl Zeiss es sinónimo de calidad óptica y la relación entre el fabricante alemán de objetivos y Sony se remonta ya a varias décadas. El zoom que incorpora la Sony RX10 IV nada tiene que ver con los que suelen montar las cámaras compactas de segmento Bridge. Suelen ser mucho más oscuros y con prestaciones ópticas mucho más limitadas en detalle y contraste. Así, prácticamente la única limitación del usuario de la Sony RX10 IV será su experiencia o su falta de creatividad, pues a nivel óptico dispone de todas las cartas para conseguir la mejor jugada.

El zoom está formado por 18 elementos, distribuidos en 13 grupos ópticos. La caída del contraste se reduce gracias a 6 elementos asféricos, uno de ellos de doble superficie asférica. La respuesta del nuevo sistema de enfoque automático facilita el seguimiento de sujetos en rápido movimiento, como aves en vuelo, la carrera de un deportista  o un coche o motocicleta en carrera.

Luminosidad

La luminosidad máxima de ƒ/2.4 en modo angular (equivalente a 24mm en formato completo) y de ƒ/4 en las focales más largas (600mm, equivalentes) son valores que facilitarán el disparo en prácticamente cualquier situación fotográfica. Los mejores teleobjetivos de 600mm del sistema réflex profesional disponen de una luminosidad idéntica e indica el esfuerzo de Carl Zeiss y Sony para diseñar una cámara con las máximas prestaciones ópticas. Los elementos asféricos corrigen de manera eficiente la caída del contraste al utilizar las focales más largas, más propensas a sufrir una notable caída del contraste, en especial si se trata de un zoom.

Estabilizador

Pocas cámaras precisan más de un sistema de estabilización que la Sony RX10 IV, debido a sus 600mm (equivalentes) de focal máxima. Los 4 pasos garantizados por Sony facilitan disparar con focales intermedias (entre 150–300mm) con velocidades de obturación de hasta 1/15seg, cifra impensable en otras cámaras al utilizar estas longitudes focales. El estabilizador se muestra de uso imprescindible en las grabaciones de vídeo, sobretodo si se utilizan las focales más largas.

En la práctica he podido disparar hasta 1/5seg. a mano alzada en interiores obteniendo una imagen libre de trepidación, perfectamente válida, con una focal equivalente a 50mm. No recomiendo utilizar velocidades inferiores sin tener un punto de apoyo.

Sensor

Lejos de ser simplemente un captador de luz, el sensor CMOS Exmor RS apilado de 20,1 Megapíxeles de la Sony RX10 IV incorpora una memoria DRAM y dispone de una plantilla de enfoque automático por detección de fase. Esto permite la respuesta más rápida de un sistema AF, alcanzando una cifra de apenas 0,03 seg. La tecnología de sensor apilado se muestra extraordinariamente eficiente en la Sony A9, el modelo que –a mi parecer– ofrece una respuesta en modo AF-C del mercado, superando a un mito como la Canon EOS 1D X Mark II.

La calidad de imagen que muestran las capturas generadas por el sensor de la Sony RX10 IV es elevada, similar a la que podemos encontrar en modelos de formato APS-C de gama media-alta. La riqueza en el detalle y un contraste alto son los factores que ayudan a transmitir una mayor sensación de mayor calidad. El procesador de imagen BIONZ X acelera la gestión de las imágenes, tanto si se dispara en ráfagas rápidas, como al utilizar sensibilidades elevadas.

Modos de exposición

En las cámaras compactas (y los modelos Bridge pertenecen a esta categoría) es frecuente encontrar una amplia variedad de modos de exposición, incluso excesiva, en ocasiones. La mayoría de compactas disponen de modos de exposición repetidos, sino triplicados, que –para mí– limitan que el usuario avance en sus conocimientos fotográficos. La Sony RX10 IV dispone de “tan sólo” 6 modos de exposición, incluyendo uno “100% Made in Sony”, como es el modo MR (recuperación de memoria).

Es interesante explicar el modo MR, que en el fondo comparte la esencia de los modos personalizables (Custom) de otras marcas. Sin embargo, el usuario de cámaras Sony podrá añadir a cada modo MR la práctica totalidad de los parámetros que intervienen en la obtención de una fotografía, desde el modo de exposición hasta el modo AF, la medición de luz, el balance de blancos o la compensación de exposición.

Los modos de exposición incluidos en la Sony RX10 IV son:

  • automático (inteligente/superior)
  • programable
  • prioridad de apertura
  • prioridad de velocidad de obturación
  • manual
  • recuperación de memoria “MR”: 3 en el cuerpo de la cámara / 4 en la tarjeta de memoria

Modos de escena

El número de modos de escena incorporados en la Sony RX10 IV es –afortunadamente– limitado y se ciñe a los más utilizados. Considero que el usuario de esta cámara ya dispone de los conocimientos fotográficos necesarios para ahorrarse entrar en los modos de escena, pero reconozco que la facilidad de manejo y los resultados que se obtienen al disparar con modos de escena pueden inducirnos a una excesiva comodidad. La Sony RX10 IV dispone de los modos de escena:

  • retrato
  • deportes y acción
  • macro
  • paisaje
  • puesta de sol
  • escena nocturna
  • penumbra manual
  • retrato nocturno
  • modo para evitar el movimiento desenfocado

Filtros artísticos

Los filtros artísticos se añadieron en las cámaras compactas para incrementar su creatividad, ya que los modelos más básicos apenas ofrecían el disparo en modo programable. Resulta curioso comprobar que los filtros con efectos más convincentes llegan de la mano de los fabricantes de cámaras mirrorless, pues –bajo mi punto de vista– los dos gigantes del entorno réflex sólo incluyen los filtros creativos como un argumento de márqueting.

Los filtros incluidos en la Sony RX10 IV son:

  • cámara de juguete
  • color pop
  • posterización
  • foto retro
  • clave alta suave
  • color parcial
  • monocromo de alto contraste
  • enfoque suave
  • pintura HDR
  • tono monocromo enriquecido
  • miniatura
  • acuarela
  • ilustración

Estilos creativos

El balance de blancos determina la fidelidad del color a los tonos originales de la escena o motivo que fotografiamos, de ahí que –además del modo automático– las cámaras dispongan de modos específicos para diferentes situaciones. Sin embargo, hay un apartado que solemos obviar que ayuda de manera muy eficaz a que la fidelidad cromática sea aún más precisa: los estilos creativos, también llamados “modos de simulación de película” en las cámaras Fujifilm o “estilos de imagen”, en Canon.

Los diferentes modos de estilos creativos facilitan incrementar o reducir el contraste y la saturación del color, según lo requiera el ámbito fotográfico que utilicemos; un paisaje precisará siempre de mayor saturación que un retrato o la reproducción de un cuadro, donde la fidelidad tonal a los colores originales es fundamental.

Los estilos creativos de la Sony RX10 IV son:

  • estándar
  • vivo
  • neutro
  • claro
  • profundo
  • luz
  • retrato
  • paisaje
  • puesta de sol
  • vista nocturna
  • hojas otoñales
  • blanco y negro
  • sepia
  • estilo caja

Fotometría

La precisión de la medición de luz determina –junto a la respuesta del balance de blancos– el tiempo utilizado en el procesado y edición de las capturas. Una fotometría precisa evita pasar horas ajustando el brillo de las fotografías realizadas y la medición de luz de la Sony RX10 IV me ha demostrado que es un modelo que responde de manera muy precisa en cualquier situación lumínica. La amplia variedad de modos de fotometría facilitará a los usuarios más expertos utilizar el tipo de medición de luz más adecuado a cada escena.

Así, encontramos los modos de fotometría:

  • multizonal
  • ponderado al centro
  • puntual (punto estándar/grande)
  • promedio de los puntos más luminosos en la pantalla completa
  • puntos destacados

Balance de blancos

Incluso nuestro cerebro reacciona de forma distinta al color en situaciones diversas; así, los tonos cálidos de un interior iluminado con luz artificial contrasta con los tonos más fríos de un día nublado. El sistema de balance de blancos de una cámara debe interpretar la temperatura de color y ofrecer el tono blanco más puro, lo que garantiza que los colores sean neutros y fieles a los tonos originales.

El balance automático de blancos de la Sony RX10 IV es uno de los pocos puntos débiles de esta cámara, pues ofrece tonos excesivamente magentas bajo luz de fluorescente, así como también al disparar bajo luz de tungsteno, donde el magenta se compagina con tonos demasiado cálidos. En interiores iluminados con luz natural o en situaciones de iluminación mixta (mezcla de luz natural y tungsteno) he observado una ligera tendencia hacia los tonos fríos.

La Sony RX10 IV dispone de los modos de balance de blancos:

  • automático
  • luz diurna
  • sombra
  • nublado
  • luz de tungsteno
  • fluorescente: blanco cálido, blanco frío, blanco diurno, luz diurna
  • flash
  • manual en ºK /filtro
  • personalizado

Pantalla LCD

La pantalla LCD de la Sony RX10 IV ofrece unas características superiores a los modelos Bridge, superando las prestaciones de muchos modelos réflex de gama media. La resolución de 1,44 millones de píxeles facilita comprobar con precisión el foco en las capturas. Considero que –además de la resolución y la capacidad multiángulo– el usuario de la Sony RX10 IV sabrá valorar también la tecnología táctil, que será de mucha utilidad para fotografías macro y en la grabación de vídeo. Sin embargo, pienso que la pantalla LCD de la Sony RZ10 IV debería incorporar mayores prestaciones táctiles.

Sistema AF

El aspecto que más se ha mejorado en la Sony RX10 IV es el sistema de enfoque automático, que nada tiene que ver en velocidad y precisión con las versiones anteriores. El sensor apilado proporciona una respuesta al nivel de las mejores cámaras réflex de gama profesional, incluso siendo un modelo que incorpora un zoom equivalente a un 24–600mm. El tiempo de respuesta del sistema AF de la Sony RX10 IV es de apenas 0,003 segundos, cifra que la convierte en una herramienta muy práctica para la fotografía deportiva en exteriores y de naturaleza.

La experiencia en modo de enfoque continuo (AF-C) ha sido muy similar a la que viví con la Sony A9, un modelo especialmente diseñado para la fotografía deportiva. El seguimiento de alta densidad (nueva tecnología incorporada en la Sony RX10 IV) activa los puntos de AF para cubrir el área que rodea el sujeto con una excelente precisión y estabilidad, incluso al utilizar las focales más largas. Esto determina una mayor precisión en el foco y una respuesta más rápida.

La cobertura de detección de fases en plano focal de 315 puntos cubre aproximadamente un 65 % del área total de la imagen del nuevo sensor de imagen de la Sony RX10 IV. De este modo, la cobertura del sistema de enfoque automático se amplía y es lo suficientemente densa como para capturar sujetos veloces y de tamaño reducido que de otro modo resulta difícil enfocar, como aves en vuelo.

El enfoque automático híbrido rápido ofrece una respuesta del sistema AF de apenas 0,03seg. Este innovador sistema de enfoque automático integra la velocidad y el seguimiento del enfoque automático con detección de fases en plano focal con la alta precisión del enfoque automático con detección de contraste. Asimismo, potencia las capacidades de la cámara a la hora de enfocar, seguir y capturar imágenes nítidas y claras de los sujetos en cualquier situación, incluso durante acciones rápidas y dinámicas. Personalmente, extraño disponer del joystick de fijación del punto de enfoque incorporado en las Sony A9 y A7R III.

Calidad de imagen

La Sony RX10 IV es la cámara compacta de segmento Bridge que ofrece mayor calidad de imagen del mercado; la soberbia óptica desarrollada por Carl Zeiss, el novedoso sensor apilado de 1″ y el nuevo procesador de imagen conforman una tríada ganadora, que se aleja del concepto convencional de “cámara Bridge“, entendida como un modelo que aporta poco más que la máxima potencia de zoom. La calidad de imagen se observa desde el centro a las esquinas (algo infrecuente en las cámaras Bridge) y basta cerrar a ƒ/5.6 para que empiece la magia que proporcionan las lentes asféricas y de baja dispersión.

Las capturas conseguidas por la Sony RX IV ofrecen detalle, contraste y una excelente reproducción tonal, tres factores difíciles de encontrar en un modelo de esta categoría. Por lo general, las cámaras de segmento Bridge carecen de detalle y –a medida que la focal se incrementa– el contraste cae de manera muy apreciable, repercutiendo en la calidad final de las fotografías.

Sensibilidad

La Sony RX10 IV dispone de una sensibilidad nominal comprendida entre 100–12.800 ISO, ampliable a 64–25.600 ISO. Personalmente, evito disparar a más de 3.200 ISO, siempre que la situación me lo permite, pues –por lo general– la pérdida en la calidad de imagen es muy evidente a partir de 4.000 ISO en la mayoría de las cámaras de gama no profesional. Muchos modelos del segmento Prosumer (tanto réflex como mirrorless) con sensor de formato APS-C ofrecen su límite de buena calidad de imagen entre 3.200 y 4.000 ISO.

Considero que el usuario de la Sony RX10 IV no debería pasar de 3.200 ISO si desea mantener la buena calidad de imagen que genera esta cámara. La pérdida de contraste, detalle y fidelidad cromática me llevan a recomendar aprovechar al máximo el rendimiento del sistema de estabilización y disparar con sensibilidades inferiores a 4.000 ISO.

Modo vídeo

La posibilidad de grabar vídeos en formato 4K amplía las prestaciones de la Sony RX10 IV, sin embargo el usuario deberá disponer tanto de un televisor 4K como de tarjetas de memoria con velocidades de grabación superiores a 250 Mbps. La calidad de las grabaciones de vídeo en formato Full HD es la mejor en una cámara de segmento Bridge, muy superior a lo que esperaba. Tanto la reproducción del color, como las transiciones del enfoque automático y el detalle están a la altura de Sony.

Las pruebas

Todas las fotografías se han disparado en formato JPEG y el motivo es no personalizar el revelado posterior de los archivos RAW. Por otra parte, me resulta incoherente y disparatado hacer un revelado directo de RAW a JPEG. He utilizado la práctica totalidad de los modos de exposición, con excelentes resultados. La fotometría es precisa, pero el modo automático de balance de blancos ofrece una desviación visible hacia los tonos magenta, tanto en días nublados, como al disparar bajo luz de fluorescente. El enfoque es más rápido que en versiones RX10 anteriores, pero en condiciones escasas de luz he observado “efecto rebote”.

Conclusión

Descubrí las bondades de la serie RX10 de Sony con la primera versión , que me cautivó de una manera muy fotográfica. La Sony RX10 original me pareció un concepto acertado. Reunía los dos zooms preferidos por los profesionales (24–70/2.8 y el 70–200/2.8) en un solo cuerpo. Si a la ecuación añadimos a Carl Zeiss, el resultado no puede ser más esperanzador. Sin embargo, el tamaño del sensor de la primera versión de la RX10 no cautivó al número de usuarios que merecía aquel modelo.

La Sony RX10 IV llega con un sensor de 1″ y del mismo tipo “apilado” que la Sony A9. Ese plus de memoria DRAM agiliza de manera especial el sistema AF de la cámara. El zoom –que sigue desarrollando Carl Zeiss– equivale a un 24–600mm de luminosidad máxima de ƒ/2.4 en las focales angulares y de ƒ/4 en las más largas.

La calidad de imagen es equivalente a la que podemos conseguir con un modelo SLR de gama media, pero disponer de un zoom óptico equivalente a 24–600mm con luminosidad máxima ƒ/2.4 (ƒ/4 a partir de 135mm) convierte a la Sony RX10 IV en una cámara extremadamente versátil, capaz de enfrentarse con éxito a prácticamente cualquier ámbito fotográfico.

Lo mejor:

  • construcción robusta
  • cuerpo sellado
  • zoom Carl Zeiss, equivalente a un 24–600mm
  • luminosidad máxima del zoom: ƒ/2.4–4
  • elevada calidad de imagen
  • sistema AF mejorado, más rápido y preciso
  • estabilizador de 4 pasos
  • elevada calidad de visor electrónico y la pantalla LCD
  • respuesta en ISO altos hasta 3.200 ISO
  • vídeo 4K
  • conectividad

Mejorable:

  • precio: 1.569,48 euros
  • peso y dimensiones
  • la pantalla LCD táctil podría ofrecer más prestaciones
  • menús poco “amables”
  • balance automático de blancos poco fiable en interiores y días nublados
  • calidad de imagen al disparar por encima de 3.200 ISO

Valoración

  • construcción: 
  • ergonomía y diseño: 
  • prestaciones: 
  • facilidad de manejo: 
  • fotometría:
  • balance de blancos: 
  • sistema AF: 
  • calidad de imagen:
  • respuesta a ISO altos: 
  • modo vídeo: 
  • relación calidad-precio: 
  • valoración personal: