Olympus OM-D E-M10

No fuimos pocos los que pensamos que Olympus había enloquecido cuando anunció el diseño 4/3 de sus sensores; en un mundo dominado por sensores de formato APS y full frame, Olympus se desmarcaba con el sensor más pequeño del mercado y muchos vaticinamos la pronta desaparición de otro referente fotográfico, tal como había sucedido con Agfa, Contax, Yashica o Minolta. No contenta con esto, Olympus presentó su gama de cámaras PEN, con un sensor de formato Micro 4/3, pero lejos de desaparecer, sentó las bases del sistema mirrorless, el actual motor de la industria fotográfica.

La firme apuesta de Olympus por las cámaras de formato Micro 4/3 ha convertido a la multinacional nipona en el ave fénix de un mercado sumamente tocado por la crisis, siendo el fabricante –junto a Fujifilm– que ofrece un mayor porcentaje de crecimiento en el segmento mirrorless. Las cámaras Olympus PEN se han convertido en un referente en el segmento de cámaras sin espejo y los nuevos modelos OM-D de apariencia réflex llevan camino de ser una alternativa real a la “tiranía” de las cámaras SLR. La nueva E-M10 es el modelo de iniciación al sistema OM-D, inspirado en las míticas réflex Olympus OM, de formato de película de 35mm.

En las manos

No es difícil que sus dimensiones ultracompactas la conviertan en la cámara de diseño SLR más pequeña del mundo. Sorprende su peso, demostrando que Olympus mantiene la máxima calidad en los materiales de construcción y huye del abuso del plástico. Su cuidado diseño la convierte en un modelo muy cómodo en las manos, mostrando un balance entre las cámaras Olympus PEN del sistema mirrorless y las réflex tradicionales.

Si se observa con atención la disposición de los botones y diales de control, no encontrarermos excesivas diferencias entre este modelo y –por ejemplo– la Olympus PEN E-P5; en la parte superior de la cámara se encuentran el dial de modos de exposición, dos diales de control, el disparador y los botones de acceso a vídeo y de funciones (Fn2).

En la parte trasera se encuentra la pantalla LCD basculante, la leva de puesta en marcha de la cámara y los botones de acceso al menú principal de la cámara, de liberación del flash incorporado en la E-M10, INFO, visualización y borrado de las capturas y de función (Fn1). La ampliación y reducción de la visualización de las capturas se realiza mediante uno de los diales de control. Desde su concepción inicial, los modelos Olympus OM-D ofrecen (en mayo o menor medida) un sistema dual de funciones, que minimiza el número de botones en la cámara.

Ergonomía y diseño

Las dimensiones de la nueva E-M10 apenas cubren su pantalla LCD, el elemento más visible y notable en esta cámara. Se adapta a todo tipo de manos, gracias a una discreta empuñadura y –de manera especial– a la pestaña situada en la posición natural del pulgar derecho, ofreciendo una sujeción perfecta, tanto en disparo horizontal como vertical. La disposición de los botones y diales de control es cómoda y favorece una rápida familiarización con la cámara.

El “pentaprisma” encierra –sin alcanzar el nivel de los incorporados en la Olympus E-M1 o la Fuji X-T1–un visor electrónico de 1,44 millones de píxeles de resolución y una elevada velocidad de refresco. La pantalla LCD ofrece asimismo una excelente calidad de visualización.

Características técnicas

Apenas existen diferencias entre las prestaciones técnicas de la nueva E-M10 y los modelos réflex de gama media; además de sus excelentes materiales de construcción, la Olympus OM-D E-M10 ofrece:

• 16,1 millones de píxeles de resolución
• procesador de imagen TruePic VII
• visor electrónico de 1,44 millones de píxeles y cobertura del 100% de la imagen
• sistema de enfoque: FAST AF, con 81 puntos de detección de foco
• sensibilidad: 100–25.600 ISO
• 5 modos de fotometría
• 11 modos de balance de blancos
• velocidades de obturación: desde 1/4.000seg. hasta 30 minutos (en modo “B”)
• velocidad de sincro de flash: hasta 1/4.000seg, en modo ” Super FP”
• 12 modos de exposición
• 24 modos de escena
• 12 filtros creativos
• cadencia de hasta 8 imágenes por segundo
• pantalla LCD de 3″ y 1.037.000 puntos de resolución, con tecnología táctil
• horquillado de hasta 7 imágenes
• vídeo Full HD 1080 30p
• estabilizador electrónico en el sensor
• transimisión inalámbrica de imágenes, vía Wi-Fi

Prestaciones

Pocas cámaras ofrecen tanta versatilidad como los modelos OM-D de Olympus; sus características técnicas y una excelente gama de objetivos convierte a la nueva E-M10 en un modelo capaz de afrontar cualquier ámbito fotográfico, incluidas la fotografía deportiva y la subacuática. Es –además de una excelente cámara familiar– un modelo muy adecuado para la “street photography” o instantáneas urbanas, la fotografía de viajes y de naturaleza, gracias a la excelente variedad de ópticas que ofrece el formato Micro 4/3.

Modos de exposición

El aro de modos de exposición apenas muestra una parte de los diferentes modos que tiene la E-M10 de entender el mundo; desde los modos más sencillos y automatizados hasta el modo manual, la última Olympus OM-D ofrece:

• automático programable
• manual
• prioridad de abertura
• prioridad de obturación
• Bulb (“B”)
• tiempo (“T”)
• i-Auto (auto inteligente)
• modos de escena
• filtros artísticos
• Photo Story
• HDR
• “Mi modo”

Modos de escena

Los modos de escena nacieron como alternativa a la escasa variedad de modos de exposición que ofrecían las cámaras compactas más sencillas; de esta manera, el usuario de este tipo de cámaras podía “participar” de una forma más personal en la captura de sus fotografías. La llegada de cámaras del segmento mirrorless mantuvo los modos de escena como una forma más de entender la fotografía y hasta algunos modelos SLR incorporan ya estos modos de exposición especializados.

Los modos de escena de la E-M10 son:

• retrato
• e-portrait
• paisaje
• paisaje con retrato
• macro
• deportes
• escena nocturna
• escena nocturna con retrato
• niños
• luz intensa
• luz suave
• estabilizador digital de imagen
• naturaleza macro
• lus de las velas
• apuesta de sol
• documentos
• panorama
• fuegos artificiales
• playa y nieve
• estabilizador escena nocturna
• convertidor ojo de pez
• convertidor macro
• convertidor angular
• 3D

Filtros artísticos

Los filtros creativos han abierto la puerta a una creatividad nueva, que solo podía realizarse con programas de retoque en la edición posterior de las imágenes. Los filtros artísticos se han establecido ya como una prestación más en las mejores compactas y en casi todos los modelos del segmento mirrorless; incluso algunos modelos SLR de gama de iniciación ya incluyen estos filtros, para aumentar las prestaciones y efectos de las fotografías. Olympus es –en mi opinión– el fabricante que mejores resultados ofrece con sus filtros artísticos.

La E-M10 dispone de los filtros:

• pop art
• enfoque suave
• color pálido
• tono claro
• blanco y negro antiguo
• estenopeico
• diorama
• tono dramático
• sepia
• dibujo coloreado
• acuarela

Filosofía Micro 4/3

Hasta hace un par de años, los aficionados más exigentes huían de las cámaras de formato Micro 4/3 y ni qué decir de los profesionales. La evolución de los sensores y procesadores de imagen de los mejores modelos Olympus PEN y la gama OM-D ha incrementado de manera muy notable la calidad de imagen, siendo comparable a la de cámaras réflex con sensor APS-C. La respuesta a ISO altos es incluso mejor que modelos SLR de precio muy superior y la reproducción del color de Olympus es legendaria, superando a muchas márcas míticas en el segmento réflex.

La cercanía del objetivo al plano focal (el sensor) facilita una mayor calidad de imagen, motivo que hace añicos el paradigma inamovible que indica que cuanto menor es el sensor, peor calidad de imagen. Si al diseño de las cámaras Micro 4/3 unimos una excelente calidad óptica (y Olympus dispone de auténtico caviar entre su gama de objetivos) y sensores y procesadores de imagen de elevadas prestaciones, el resultado respecto a la calidad de imagen que ofrece una cámara SLR de formato APS-C de gama media puede incluso decantar la balanza a favor de los mejores modelos de Olympus.

Personalidad propia

Olympus ofrece en el segmento mirrorless dos gamas muy diferenciadas: las cámaras PEN, con un diseño clásico de compacta y las OM-D, de aspecto y prestaciones muy al estilo SLR. Mientras que en las primeras el visor electrónico es opcional y va montado en la zapata del flash, las cámaras OM-D disponen (como las réflex) de un visor, que varía en calidad según las prestaciones y precio de cada modelo. Una de las características de las nuevas OM-D es la “personalización” de las funciones de la cámara, según las necesidades y gustos personales de cada usuario.

Así, encontramos que los dos botones de función (Fn1 y Fn2) muestran una amplia oferta de parámetros a elegir. Al tratarse del modelo de iniciación a la gama OM-D, la E-M10 carece del muy práctico sistema dual de funciones de la E-M1, motivo que llevará al usuario a visitar el menú con más frecuencia de la deseada.

Botones de función (Fn)

En el menú de configuración de la cámara encontramos la posibilidad de asignar un parámetro específico a cada uno de los dos botones de función que incluye la cámara; la escasez de botones directos y de una pantalla de tecnología táctil recomiendan utilizar de manera racional los botones de funciones y establecer unos parámetros que podamos utilizar con frecuencia. En mi caso, me decanté por la compensación de exposición y por ISO/balance de blancos. El usuario de la Olympus OM-D E-M10 podrá seleccionar entre:

• menú guiado del modo Live View
• teleconvertidor digital
• ampliar la visualización de la imagen
• sistema HDR
• horquillado E.V.
• ISO/balance de blancos
• multifunción
• peaking (ayuda al modo de enfoque manual)
• visualizar nivel
• desactivar el botón de funciones
• bloqueo AE/AF
• previsualización de la profundidad de campo
• balance de blancos personalizado
• seleccionar el área de enfoque
• configuración de inicio del área de enfoque
• modo de enfoque manual
• RAW
• prueba de imagen sin grabar en la tarjeta
• mis opciones 1
• mis opciones 2
• mis opciones 3
• mis opciones 4
• modo macro subacuático

Fotometría

La calidad de la medición de luz (así como del balance de blancos) de las cámaras Olympus es legendaria, siendo uno de los fabricantes cuyos archivos originales menos ajustes precisan en la post-edición de las imágenes. La fotometría de la E-M10 se basa en una plantilla 324 zonas y permite seleccionar entre las mediciones:

• puntual
• ponderada al centro
• ESP (exclusiva de Olympus; multizonal)
• altas luces
• bajas luces

He observado una muy ligera tendencia a la subexposición del modo ESP al disparar a pleno sol, motivo que me ha llevado a trabajar con el modo de medición ponderado al centro. En interiores poco iluminados, se ha empleado el modo bajas luces, con resultados muy satisfactorios.

Balance de blancos

El modo automático del balance de blancos es –junto al de Fujifilm– el más correcto del segmento mirrorless; los originales apenas precisan ajustes posteriores del color y salvo la clásica tendencia hacia los tonos cálidos al disparar bajo luz de tungsteno no se han observado errores de peso en la respuesta del balance de blancos en modo automático.

La amplia oferta de modos preestablecidos de fábrica y la posibilidad de ajustar manualmente la temperatura de color (en una escala de 2.000–14.000º K) convierten a la nueva OM-D en un modelo idóneo para trabajar bajo cualquier fuente de iluminación.

Estabilizador

Ninguna de las ópticas Olympus incorpora estabilizador. La razón es simple: son las cámaras PEN y OM-D las que disponen de un sistema de estabilización en el sensor. Personalmente, prefiero este sistema, pues cualquier objetivo que se monte en una cámara “estabilizada” puede utilizarse con velocidades de obturación lentas. Sin ofrecer las mejores cifras de las cámaras Olympus, el estabilizador incorporado en la E-M10 facilita disparar con velocidades hasta 3,5 veces más lentas de lo habitual, asegurando imágenes libres de trepidación.

Sistema AF

El sistema FAST AF de Olympus es –para mí– el más rápido de todo el panorama actual; el diseño compacto de los objetivos Micro 4/3 precisan de un recorrido muy corto, factor que determina una elevada velocidad en modo AF. La precisión es absoluta y la posibilidad de seleccionar en la pantalla LCD de tecnología táctil el punto de enfoque con solo pulsar la zona de interés agiliza aún más el proceso del enfoque.

En modo de enfoque automático continuo, la nueva E-M10 ofrece un seguimiento perfecto a todo tipo de sujetos en movimiento. La fotografía superior se realizó de improviso, encuadrando la imagen en la pantalla LCD y pulsando sobre el punto donde se situaba el pato batiendo las alas.

Respuesta a ISO altos

Con una arco de sensibilidades comprendido entre 100 (Low) y 25.600 ISO, la E-M10 de Olympus demuestra una vez más que el formato de sensor más modesto poco tiene que envidiar a los más grandes del sistema réflex. En mis trabajos profesionales, no soy partidario de disparar más allá de 3.200 ISO (prefiero utilizar un golpe de flash), pues tanto el contraste como la fidelidad del color suelen mermar de una manera notable. Tampoco encuentro escenas que requieran sensibilidades superiores, pues prefiero disparar con velocidades más lentas a incrementar el valor ISO.

Dicho esto, confieso que el último modelo OM-D mantiene el descaro de las cámaras Olympus al enfrentarse a sensibilidades elevadas y que hasta 6.400 ISO ofrece una calidad de imagen muy elevada. Para observar una pérdida evidente de la máxima calidad de imagen deberemos ir más allá de 1.600 ISO, pues tanto el color, como el contraste y la señal de ruido se mantienen en cotas excelentes. Un detalle a valorar de manera especial es el detalle, muy elevado hasta 1.600 ISO.

Calidad de imagen

Quien piense que no debe comprar una cámara mirrorless porque ofrece una calidad de imagen inferior a las réflex con sensor APS-C que empiece a buscar otras excusas, porque la nueva E-M10 se encargará de rebatirlo con una calidad de imagen muy similar a la que ofrecen sus hermanas mayores E-M1 y E-M5. La fidelidad de color es –desde la aparición de la tecnología digital– uno de los rasgos diferenciales de Olympus; los cielos capturados por la firma nipona tienen algo especial y único, solo detectable por los usuarios de Olympus. La reproducción de los tonos piel es asimismo impecable, gracias a una excelente gestión del color.

Incorpora el mismo sensor y procesador de imagen que la OM-D E-M1, el mejor modelo jamás construido del formato Micro 4/3. La fotometría y el sistema automático de balance de blancos permiten disparar con cualquier modo de exposición bajo todo tipo de condiciones de iluminación con las máximas garantías de éxito; incluso al disparar con las sensibilidades más elevadas (hasta 12.800 ISO) se obtienen imágenes ricas en detalle, contraste y excelente reproducción del color.

Pruebas y resultados

Se han utilizado las ópticas Olympus de distancia focal fija 17mm ƒ/2.8 (pancake), 12mm ƒ/2 y el teleobjetivo macro 60mm ƒ/2.8, equivalentes –respectivamente– a un 34mm, 24mm y 120mm en paso universal. Los modos de exposición más utilizados han sido manual, prioridad de abertura y auto inteligente, ofreciendo resultados muy similares.

El balance de blancos en exteriores ofrece una respuesta impecable, tanto a pleno sol, como en sombras o en días nublados. La fotometría ofrece también la máxima fiabilidad, motivo que libera al usuario de la nueva OM-D a ajustar a posterior los niveles de cada fotografía.

Conclusión

La nueva gama de cámara OM-D vaticinan a Olympus un futuro clarificador y tan solo la inercia hacia el segmento SLR de buena parte de los usuarios de cámaras fotográficas impedirá que modelos tan dignos como la E-M10 se posicionen en lo más alto de las listas de ventas. Tras un período confuso, Olympus retorna al lugar que le corresponde, ofreciendo al mercado cámaras con una excelente concepción y materiales de construcción que incluso empiezo a extrañar en el segmento réflex; el metal y un diseño esmerado son dos de los factores que diferencian a los nuevos modelos de Olympus.

El sensor Micro 4/3 ofrece más alegrías que disgustos y personalmente creo firmemente que llega a superar la calidad de imagen ofrecida por algunos modelos réflex de gama de iniciación y media; el procesador de imagen TruePic VII ofrece una excelente respuesta a ISO altos, donde la calidad de imagen hasta 3.200 ISO roza la excelencia. Con sensibilidades medias y bajas, las fotografías realizadas con la nueva E-M10 muestran una calidad de imagen superior a la de muchos modelos SLR con sensor APS-C.

El sistema de enfoque automático FAST AF me sigue pareciendo el más rápido de todo el panorama fotográfico actual, mostrando también la máxima precisión en el punto de enfoque seleccionado. La posibilidad de seleccionar el punto de enfoque con tan solo pulsar una zona en la pantalla LCD de tecnología táctil convierte al último modelo de la gama OM-D en una excelente cámara para la fotografía de instantáneas. El usuario de la E-M10 podrá “personalizar” la forma de acceder a parámetros tan fundamentales como –entre otros– la sensibilidad, el balance de blancos o la compensación de exposición y situarlos en cualquiera de los dos botones de funciones personalizadas.

La nueva OM-D E-M10 es una cámara 100% fotográfica, capaz de sacar el máximo rendimiento al triunvirato formado por el sensor Micro 4/3 de 16 Megapíxeles, el procesador TruePic VII y las ópticas M.Zuiko de Olympus; es uno de los modelos más fáciles de utilizar, ofrece una excelente relación calidad-precio y logrará satisfacer las necesidades del usuario más exigente.

Lo mejor

• materiales de construcción
• ergonomía y diseño
• calidad de imagen
• respuesta a ISO altos
• máxima velocidad AF
• amplia variedad de modos de exposición
• modos de escena especializados
• calidad de los filtros creativos
• pantalla LCD abatible, de tecnología táctil
• hasta 8 f.p.s.
• excelente relación calidad-precio: 580 euros (solo cuerpo)

Mejorable

• resolución del visor electrónico
• lento acceso al modo Wi-Fi

Valoración

• construcción:
• diseño y ergonomía:
• calidad de imagen:
• sistema AF:
• estabilizador:
• fotometría:
• balance de blancos:
• prestaciones:
• respuesta a ISO altos:
• relación calidad-precio:
• valoración personal: